CRISIS EN VILLANOS FINITOS 12:
Kamino. Planeta cuyo nombre está en la historia de la Galaxia por ser la génesis años ha, de los soldados que provocarían las Guerras Clón, preludio de la conversión de la República... en Imperio. Tras un ameno aterrizaje, la figura encapuchada que sale de la nave es atendida por los nativos del planeta. Tiempo atrás les dejó encargados dos clones de dos personas a las que consideraba... sus aprendices. Uno ya fue usado... y derrotado.
-Lord Sidious, el clón que nos encargó esta ya listo para ser despertado. Su genética es... fascinante, pura energía.
-Quiero verlo.
-Desde luego, Lord Sidious.
Tecleando varios botones, del suelo emerge un panel donde se ve a una jóven figura, humana, desnuda, que recuerda a su último aprendiz, antes de... Sidious sonrie.
-Excelente. Despiértenle y vístanle con las ropas que he traido.
Alexander Luthor comprendió que había hecho lo que realmente creyó correcto. En un lugar donde el tiempo no pasaba, donde no hay necesidad de dormir o comer, él, junto con otros refugiados de otras tierras, otras realidades, únicos supervivientes de Tierras que existieron pero que fueron eliminadas por el Antimonitor, creía que lo que creó, era el paraiso. Sin embargo, Lois Lane, de la misma Tierra que Kal-L, quiere afrontar el último reto que le queda: morir. Kal-L no quiere verlo, pero la realidad es tozuda, pese a las ilusiones y a sus recuerdos del Daily Star. La Metrópolis que recrea una y otra vez con sus pensamientos... es una cuidad vacía, como si fuera el mausoleo de unos fantasmas que viven sin saber que de alguna manera... han muerto."Al menos, Superboy es algo mas vitalista", piensa para sí Luthor.
En la sala de reuniones de los Vengadores, las holoimágenes de naves parecen flotas de guerra peleándose entre sí, como si fuera un nuevo videojuego similar al que Matthew Broderick creía que jugaba en aquella película. Tony Stark, el invencible Iron Man, no lo veía claro ni con dos vasos de Bourbon. Ni Kree, ni Shi´Ar, ni Skrull... nada que se las pareciese. Medio somnoliento por el efecto de la bebida, el vibrante teléfono de uno de los paneles le sobresalta, hasta que al ver que la llamada viene del Edifício Baxter, sabe que su colega Illuminati ha averiguado algo. -Mssmmssms... que cojones quieres, Reed.
-Tony, dime que no estas borracho.
-Lamentablemente me he bebido sólo 2 vasos de bourbon, pero si me das tiempo...
-Escúchame, he averiguado que tipo de nave es. No te lo vas a creer, pero consigue los films de Star Wars.
-Ahora me vas a hacer ver putas pelis de navecitas... un momento.
-Te necesitare sóbrio, amigo.
Sus ojos se están acostumbrando a la luz, ya que desde su culminación, había permanecido dormido. Frente a él, unos ropajes oscuros, y un siniestro casco de faz aterradora. Al otro lado del espejo una voz sonaba tras él, una voz que notaba... familiar.
-Lord Vader, ¿Puedes oirme?
-C-c-c-c-canciller... ¿es... es... usted?-El clón comienza a hablar, mientras afloran los recuerdos de cuando fue tomada la muestra de sangre.
-Hace tiempo que ya no me llamaban así, jóven aprendiz. Desde que sufriste heridas durante el inicio de las Guerras Clon... muchas cosas han pasado. Yo llegue a convertirme en... Emperador, pero fuí atacado en un golpe de estado.
-Y Padme, ¿Sabe ella que estoy vivo?
-Tu querida Padme murió a manos de esos Jedi, que fueron quienes te hirieron. Yo te salvé, pero ellos usaron a un usurpador para manchar tu imagen. Incluso llegaron a usar a tus hijos... en tu contra.
-¿Hijos?
-Sí, mi jóven aprendiz. Ellos creen que el usurpador eres tú, hombre vestido con esos oscuros ropajes, conocido en la Galaxia como... Darth Vader.
El clón viste los ropajes, ajustándose finalmente el casco y la capa. Con un gesto natural, coge su sable de luz, y al encenderlo, ve la luz roja en vez de la azul o la verde habitual en los Jedi.
-Es hora de volver a Coruscant.
LA SEMANA QUE VIENE...
SINIESTRO
SIN EL MR. DELANTE, QUE ESE ES OTRO...
Kamino. Planeta cuyo nombre está en la historia de la Galaxia por ser la génesis años ha, de los soldados que provocarían las Guerras Clón, preludio de la conversión de la República... en Imperio. Tras un ameno aterrizaje, la figura encapuchada que sale de la nave es atendida por los nativos del planeta. Tiempo atrás les dejó encargados dos clones de dos personas a las que consideraba... sus aprendices. Uno ya fue usado... y derrotado.
-Lord Sidious, el clón que nos encargó esta ya listo para ser despertado. Su genética es... fascinante, pura energía.
-Quiero verlo.
-Desde luego, Lord Sidious.
Tecleando varios botones, del suelo emerge un panel donde se ve a una jóven figura, humana, desnuda, que recuerda a su último aprendiz, antes de... Sidious sonrie.
-Excelente. Despiértenle y vístanle con las ropas que he traido.
Alexander Luthor comprendió que había hecho lo que realmente creyó correcto. En un lugar donde el tiempo no pasaba, donde no hay necesidad de dormir o comer, él, junto con otros refugiados de otras tierras, otras realidades, únicos supervivientes de Tierras que existieron pero que fueron eliminadas por el Antimonitor, creía que lo que creó, era el paraiso. Sin embargo, Lois Lane, de la misma Tierra que Kal-L, quiere afrontar el último reto que le queda: morir. Kal-L no quiere verlo, pero la realidad es tozuda, pese a las ilusiones y a sus recuerdos del Daily Star. La Metrópolis que recrea una y otra vez con sus pensamientos... es una cuidad vacía, como si fuera el mausoleo de unos fantasmas que viven sin saber que de alguna manera... han muerto."Al menos, Superboy es algo mas vitalista", piensa para sí Luthor.
En la sala de reuniones de los Vengadores, las holoimágenes de naves parecen flotas de guerra peleándose entre sí, como si fuera un nuevo videojuego similar al que Matthew Broderick creía que jugaba en aquella película. Tony Stark, el invencible Iron Man, no lo veía claro ni con dos vasos de Bourbon. Ni Kree, ni Shi´Ar, ni Skrull... nada que se las pareciese. Medio somnoliento por el efecto de la bebida, el vibrante teléfono de uno de los paneles le sobresalta, hasta que al ver que la llamada viene del Edifício Baxter, sabe que su colega Illuminati ha averiguado algo. -Mssmmssms... que cojones quieres, Reed.
-Tony, dime que no estas borracho.
-Lamentablemente me he bebido sólo 2 vasos de bourbon, pero si me das tiempo...
-Escúchame, he averiguado que tipo de nave es. No te lo vas a creer, pero consigue los films de Star Wars.
-Ahora me vas a hacer ver putas pelis de navecitas... un momento.
-Te necesitare sóbrio, amigo.
Sus ojos se están acostumbrando a la luz, ya que desde su culminación, había permanecido dormido. Frente a él, unos ropajes oscuros, y un siniestro casco de faz aterradora. Al otro lado del espejo una voz sonaba tras él, una voz que notaba... familiar.
-Lord Vader, ¿Puedes oirme?
-C-c-c-c-canciller... ¿es... es... usted?-El clón comienza a hablar, mientras afloran los recuerdos de cuando fue tomada la muestra de sangre.
-Hace tiempo que ya no me llamaban así, jóven aprendiz. Desde que sufriste heridas durante el inicio de las Guerras Clon... muchas cosas han pasado. Yo llegue a convertirme en... Emperador, pero fuí atacado en un golpe de estado.
-Y Padme, ¿Sabe ella que estoy vivo?
-Tu querida Padme murió a manos de esos Jedi, que fueron quienes te hirieron. Yo te salvé, pero ellos usaron a un usurpador para manchar tu imagen. Incluso llegaron a usar a tus hijos... en tu contra.
-¿Hijos?
-Sí, mi jóven aprendiz. Ellos creen que el usurpador eres tú, hombre vestido con esos oscuros ropajes, conocido en la Galaxia como... Darth Vader.
El clón viste los ropajes, ajustándose finalmente el casco y la capa. Con un gesto natural, coge su sable de luz, y al encenderlo, ve la luz roja en vez de la azul o la verde habitual en los Jedi.
-Es hora de volver a Coruscant.
LA SEMANA QUE VIENE...
SINIESTRO
SIN EL MR. DELANTE, QUE ESE ES OTRO...
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