Necrófagos en la mitología, la fantasía y el terror

Bienvenidos de nuevo a mi humilde cementerio, en donde yo, el Morador de la Cripta, os ofrezco la sabiduría de la tumba. He estado pensando mucho sobre como empezar mis lecciones sobre conocimientos prohibidos y terrores innominados, porque hay tanto de lo que puedo hablar. Pero finalmente he decidido que lo mejor será que empiece a hablaros sobre los mi de especie, los necrófagos.

La mitología
La necrofagia es la práctica de devorar cadáveres recientes, práctica habitual en la naturaleza llevada a cabo por animales carroñeros principalmente y que puede ir asociada al canibalismo. Pero en la mitología y la fantasía, un necrófago es algo “diferente”. En la mitología árabe e hindú, el necrófago o ghul es un demonio nocturno que acecha en los cementerios para devorar los cadáveres recientes. Se mueve entre las sombras y la oscuridad para desenterrar los cuerpos de sus sepulcros y alimentarse de ellos. También acecha en el desierto a los viajeros solitarios o que puedan representar una pieza fácil. Para ello se disfraza y hace uso de ilusiones para atraer a su presa, normalmente adoptando la apariencia de una bella mujer indefensa y necesitada de ayuda. Aunque su capacidad para alterar su físico es limitada, ya que nunca puede cambiar la naturaleza de sus pies, que son cascos o pezuñas. Su verdadera apariencia es variable. Se le ha descrito con rasgos de hiena u otros depredadores del desierto, o incluso con apariencia de avestruz, pero siempre es un ser monstruoso y contrahecho.

La fantasía y el terror
Aunque no es una criatura especialmente llamativa, espectacular o con tintes románticos como otros tipos de no-muertos (zombis, esqueletos, liches, fantasmas, vampiros, etc.), el necrófago también ha tenido su papel en la fantasía, pero en menor medida. Su aparición suele ser como seres menores, más peligrosos por su número que de forma individual y/o sometidos al dominio de algún no-muerto, nigromante o señor oscuro poderoso, formando parte de su servidumbre o huestes. Una característica que se le suele aplicar a estos seres, suele ser el hecho de que sus garras poseen algún tipo de toxina venenosa que infecta a sus víctimas, paralizándolas o dañándolas. Un buen ejemplo de esto es el caso del necrófago en Dungeons & Dragons o Warhammer, en donde esta criatura se ciñe perfectamente a la descripción dada.

En el campo del terror, vale la pena destacar la aparición de los necrófagos en la obra de H. P. Lovecrat y Clark Ashton Smith, donde estos seres aparecen con el nombre de gules en castellano y ghouls en inglés.

Los gules son criaturas que moran en túneles bajo los cementerios, tanto en las Tierras del Sueño como en el mundo de la vigilia. Son fácilmente identificables por sus rasgos caninos, pezuñas en los pies, piel gomosa, olor a moho y tumba y repugnantes costumbres. Sus túneles se extienden bajo los cementerios de todo el mundo, donde recogen sus presas y las llevan a las Tierras del Sueño para devorarlas, arrojando los restos al valle de Pnath.
La organización social de estas criaturas es bastante escasa y anárquica, siendo sus líderes ocasionales individuos a los que respetan y deciden seguir. En las Tierras del Sueño se han aliado con los ángeles descarnados (nightgaunts), que les sirven como transporte cuando necesitan desplazarse más allá de sus túneles. Aunque a veces hagan pactos con Primigenios como Nyoghta o Mordiggian, como especie no sirven a ningun señor y viven libres y sin ataduras. Sin embargo han surgido dos corrientes entre los gules: los Tradicionalistas que adoran a Mordiggian y siguen las costumbres de robar en las tumbas y los Renegados, que prefieren dedicarse a la emoción de la caza, raptando seres vivos para matarlos y devorarlos.
No son hostiles con los humanos que hayan tomado contacto con ellos y hayan aprendido su lengua de gimoteos y balbuceos, o que porten un ankh, símbolo que respetan y puede ser utilizado a modo de salvoconducto o bandera blanca para cruzar territorio gul o contactar con ellos. Pero pueden responder con dureza contra aquellos que se interpongan en sus asuntos.

La relación entre gules y humanos es estrecha, hasta el punto de que un humano puede transformarse en gul si sigue su dieta y comienza a vivir entre ellos. Además, en ocasiones estos demonios necrófagos también raptan a niños humanos y los cambian por una de sus crias.

Ghûl, Gul y Ghoul
La palabra ghûl es un termino árabe que puede traducirse como demonio y que se usa para nombrar a los espíritus malignos necrófagos que pueden encontrarse en las mil y una noches y diversas leyendas y relatos de la mitología árabe e hindú, como se indica más arriba. Este termino se traduce al ingles como ghoul, que es la denominación original que tanto H.P. Lovecraft como Clark Ashton Smith dieron a sus necrófagos, y que puede traducirse de forma poco apropiada como “vampiro”. La palabra inglesa, ghoul, al traducirse al castellano queda como gul, popularizada en las traducciones de los relatos de los escritores antes mencionados y que se usa para designar a los necrófagos.

Sin embargo, el termino inglés, ghoul, que debería referirse a seres de naturaleza necrófaga y monstruosa o demoníaca ya que los ghûl árabes son demonios, ha sufrido interpretaciones confusas en su significado, como ya se ha mencionado antes. Quizá la más destacable sea la que se produjo en el juego de rol Vampiro: La Mascarada, donde se usaba para describir a los siervos humanos de los vampiros a los que se había vinculado a sus amos dándoles de beber su propia sangre pero sin convertirlos. Esto les producía una adicción que los vinculaba indefectiblemente a sus señores no-muertos.

2 comentarios:

Mike Lee dijo...

¡Buena explicación!
¡Saludos!

Lestat6996 dijo...

Me gusta la nueva sección XD. Y da gusto ver que os centráis en los gules lovecraftianos, me encantan esos bichitos.

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