“Por el poder de la verdad, yo, en vida he conquistado el universo.”
Hoy es 5 de noviembre, el tebeo comienza un día como éste, la película se debía de haber estrenado hoy. Una vez más, la justicia nos traiciona, je.
V de Vendetta, EL canto a la libertad, EL tebeo. Porque es de un tebeo de lo que hablamos aquí, uno que, como tanto se ha comentado, es todo lo que los tebeos no se supone que son.
Es una historia sobre “El Villano”, un terrorista en contra de todo lo establecido, sin escrúpulos que le molesten, un caballero enmascarado enfrentado a toda una sociedad. Sin embargo, pese a lo que pueda parecer por esta descripción, éste es “El Heroe” de la historia. Es V y junto a él tenemos a la que para mí es la verdadera protagonista: Evey. Con ella, viviremos lo peor y lo mejor que le puede ocurrir a una persona. Ella es la alumna que continuará la revolución que prepara V detrás de su máscara de papier mâché. Es fascinante el proceso de evolución que sufre este personaje, tan fascinante como el odio que me sorprendí sintiendo hacia V tras cierta escena, para poco más tarde dejar paso a una gran admiración cuando te das cuenta de todo lo que había escondido detrás de tanto sufrimiento, cuando te caen las lágrimas viendo a Evey desnuda bajo la lluvia limpiando su cuerpo y mente de todo lo aprendido anteriormente, saliendo de su propia prisión, siendo libre por primera vez desde el momento en que nació. Grandioso.
Las ideas y teorías que V inculca en la joven niña hacen tambalear las convicciones del lector en su búsqueda de la identificación con el héroe de la historia. Es muy difícil cortar los lazos que vemos rotos en el caso de Evey, no queremos perderlos, nos sentimos cómodos y protegidos. Pocos autores son capaces de plasmar estos sentimiento enfrentados en el papel, y Moore es uno de ellos.
Un personaje que merece mención aparte, de entre los muchos que hay en la historia, es el Lider. La perfecta antítesis del enmascarado tras la máscara de Guy Fawkes. Un patético hombrecillo de poder, enamorado de la computadora que controla todo el país. Y es verdaderamente genial la sencillez con la que V le da el más tremendo golpe, el único que en realidad podía afectarle.
V tiene estructurado perfectamente su plan de rebelión. Tiene muy claro que anarquía no es equivalente a caos y desorden, pero tal y como nos dijo Nietzsche, antes del Ordung (el verdadero y voluntario orden) es necesario el Verwirrung (caos). Siguiendo esto, V lleva a cabo una serie de asesinatos y atentados que a la vez que hace tambalearse el status-quo de la sociedad totalitaria en la que vive, le sirve de venganza personal. Porque V es un ser torturado corporal y mentalmente solo por ser distinto de los demás, algo a lo que estamos demasiado acostumbrados. Sin embargo fue esta doble tortura la que “abrió los ojos” del quinto preso de Larkhill, eso y la más preciosa de las cartas que jamás se hallan escrito.
Una vez que ha dejado claro que el gobierno fascista en el que vive no es inquebrantable, se hace con el control de todo. Le da el golpe más doloroso que se le puede dar a esta sociedad, hacerse con los medios de comunicación(más endiosados aún que en nuestra realidad) y a través de ellos devolver la libertad que el pueblo inglés había perdido hace mucho tiempo. Ante esto, la gente se encuentra desorientada, perdida ante la ausencia del control total. Y entonces llega el caos, el pillaje, el desorden necesario que comentábamos antes. Hasta que llega el momento del tan ansiado canto del cisne, pero eso será mejor que lo leáis vosotros mismos.
El guión de Moore es fantástico, lleno de detalles, sin dejar ningún cabo suelto, profundizando en la personalidad de todos y cada uno de los personajes. La historia va “in crescendo” conforme avanzan las páginas y van engranando todas las piezas. Nos deja diálogos que perduran en la retina, como el de la que es a mi juicio la escena más lúcida de toda la historia: la conversación que V mantiene con la Justicia. Dos antiguos amantes, separados por el fascismo. Y, aunque se nota que el barbudo no tenía planeada la historia desde un principio, en ningún momento decae el interés, la tensión o la incertidumbre por lo que va a pasar a continuación.
Y no podemos olvidarnos del fantástico e indispensable para que la historia viera la luz (para mi es impensable V de Vendetta sin él, algo muy común en los comics de Moore), David Lloyd, el cual aporta muchas ideas a la historia. En una carta David Lloyd daba a Moore sus ideas sobre cómo quería enfocar la serie en términos de diseño y ejecución, lo que incluía la prohibición absoluta del uso de efectos de sonido y, como añadido, la total erradicación de los bocadillos de pensamiento. En su trabajo al lápiz destaca su gran dominio del claroscuro y la iluminación, imprimiendo a los personajes y escenarios una gran expresividad que pocos han conseguido. El diseño de V es perfecto, la expresividad de las facciones de Evey le da vida al tebeo y los escenarios son un personaje más, de lo creíbles que llegan a ser.
En definitiva, un tebeo con una historia no excesivamente complicada, pero si densa y esclarecedora, con un final optimista, que aboga por la libertad plena, siempre que se desee, por supuesto.
Todo aquel que guste de la buena lectura debería leerlo.
“¿Querías matarme? Bajo esta capa no hay carne ni huesos que matar. Solo ideas. Las ideas son a prueba de balas”
“Primero debes descubrir qué cara se oculta tras esta máscara, pero nunca debes conocer mi cara”
“Las ideas sirven para cambiar el mundo. Es para lo único que sirven. Si miras a tu alrededor, prácticamente todo lo que te rodea procede de la mente humana. Vivimos en el interior de nuestras propias mentes. Le damos forma a lo que nos rodea en nuestra mente, y nos rodeamos con nuestras propias ideas.”
“¿Quién es ella, V? ¿Cómo se llama?
Se llama anarquía. ¡Y me ha enseñado más como amante que tú en toda tu vida.”
“Rosas. Eres tú, ¿verdad?. Has venido para matarme. Gracias a Dios. Gracias.”
“Moriré aquí. Perecerá hasta el último resquicio de mi ser, excepto uno. Uno solo. Es pequeño y frágil, y es la única cosa que vale la pena tener en este mundo. Nunca debemos perderla, ni venderla, ni regalarla. Nunca debemos dejar que nos la quiten. No sé quién eres, ni si eres hombre o mujer. Quizá nunca pueda verte. Nunca podré abrazarte, ni llorar contigo, ni podré beber contigo. Pero te amo. Espero que puedas escapar. Espero que el mundo gire y las cosas mejoren, y que la gente vuelva a tener rosas. Ojalá pudiera besarte. Valerie.”
“Inglaterra por siempre”
Hoy es 5 de noviembre, el tebeo comienza un día como éste, la película se debía de haber estrenado hoy. Una vez más, la justicia nos traiciona, je.
V de Vendetta, EL canto a la libertad, EL tebeo. Porque es de un tebeo de lo que hablamos aquí, uno que, como tanto se ha comentado, es todo lo que los tebeos no se supone que son.
Es una historia sobre “El Villano”, un terrorista en contra de todo lo establecido, sin escrúpulos que le molesten, un caballero enmascarado enfrentado a toda una sociedad. Sin embargo, pese a lo que pueda parecer por esta descripción, éste es “El Heroe” de la historia. Es V y junto a él tenemos a la que para mí es la verdadera protagonista: Evey. Con ella, viviremos lo peor y lo mejor que le puede ocurrir a una persona. Ella es la alumna que continuará la revolución que prepara V detrás de su máscara de papier mâché. Es fascinante el proceso de evolución que sufre este personaje, tan fascinante como el odio que me sorprendí sintiendo hacia V tras cierta escena, para poco más tarde dejar paso a una gran admiración cuando te das cuenta de todo lo que había escondido detrás de tanto sufrimiento, cuando te caen las lágrimas viendo a Evey desnuda bajo la lluvia limpiando su cuerpo y mente de todo lo aprendido anteriormente, saliendo de su propia prisión, siendo libre por primera vez desde el momento en que nació. Grandioso.
Las ideas y teorías que V inculca en la joven niña hacen tambalear las convicciones del lector en su búsqueda de la identificación con el héroe de la historia. Es muy difícil cortar los lazos que vemos rotos en el caso de Evey, no queremos perderlos, nos sentimos cómodos y protegidos. Pocos autores son capaces de plasmar estos sentimiento enfrentados en el papel, y Moore es uno de ellos.
Un personaje que merece mención aparte, de entre los muchos que hay en la historia, es el Lider. La perfecta antítesis del enmascarado tras la máscara de Guy Fawkes. Un patético hombrecillo de poder, enamorado de la computadora que controla todo el país. Y es verdaderamente genial la sencillez con la que V le da el más tremendo golpe, el único que en realidad podía afectarle.
V tiene estructurado perfectamente su plan de rebelión. Tiene muy claro que anarquía no es equivalente a caos y desorden, pero tal y como nos dijo Nietzsche, antes del Ordung (el verdadero y voluntario orden) es necesario el Verwirrung (caos). Siguiendo esto, V lleva a cabo una serie de asesinatos y atentados que a la vez que hace tambalearse el status-quo de la sociedad totalitaria en la que vive, le sirve de venganza personal. Porque V es un ser torturado corporal y mentalmente solo por ser distinto de los demás, algo a lo que estamos demasiado acostumbrados. Sin embargo fue esta doble tortura la que “abrió los ojos” del quinto preso de Larkhill, eso y la más preciosa de las cartas que jamás se hallan escrito.
Una vez que ha dejado claro que el gobierno fascista en el que vive no es inquebrantable, se hace con el control de todo. Le da el golpe más doloroso que se le puede dar a esta sociedad, hacerse con los medios de comunicación(más endiosados aún que en nuestra realidad) y a través de ellos devolver la libertad que el pueblo inglés había perdido hace mucho tiempo. Ante esto, la gente se encuentra desorientada, perdida ante la ausencia del control total. Y entonces llega el caos, el pillaje, el desorden necesario que comentábamos antes. Hasta que llega el momento del tan ansiado canto del cisne, pero eso será mejor que lo leáis vosotros mismos.
El guión de Moore es fantástico, lleno de detalles, sin dejar ningún cabo suelto, profundizando en la personalidad de todos y cada uno de los personajes. La historia va “in crescendo” conforme avanzan las páginas y van engranando todas las piezas. Nos deja diálogos que perduran en la retina, como el de la que es a mi juicio la escena más lúcida de toda la historia: la conversación que V mantiene con la Justicia. Dos antiguos amantes, separados por el fascismo. Y, aunque se nota que el barbudo no tenía planeada la historia desde un principio, en ningún momento decae el interés, la tensión o la incertidumbre por lo que va a pasar a continuación.
Y no podemos olvidarnos del fantástico e indispensable para que la historia viera la luz (para mi es impensable V de Vendetta sin él, algo muy común en los comics de Moore), David Lloyd, el cual aporta muchas ideas a la historia. En una carta David Lloyd daba a Moore sus ideas sobre cómo quería enfocar la serie en términos de diseño y ejecución, lo que incluía la prohibición absoluta del uso de efectos de sonido y, como añadido, la total erradicación de los bocadillos de pensamiento. En su trabajo al lápiz destaca su gran dominio del claroscuro y la iluminación, imprimiendo a los personajes y escenarios una gran expresividad que pocos han conseguido. El diseño de V es perfecto, la expresividad de las facciones de Evey le da vida al tebeo y los escenarios son un personaje más, de lo creíbles que llegan a ser.
En definitiva, un tebeo con una historia no excesivamente complicada, pero si densa y esclarecedora, con un final optimista, que aboga por la libertad plena, siempre que se desee, por supuesto.
Todo aquel que guste de la buena lectura debería leerlo.
“¿Querías matarme? Bajo esta capa no hay carne ni huesos que matar. Solo ideas. Las ideas son a prueba de balas”
“Primero debes descubrir qué cara se oculta tras esta máscara, pero nunca debes conocer mi cara”
“Las ideas sirven para cambiar el mundo. Es para lo único que sirven. Si miras a tu alrededor, prácticamente todo lo que te rodea procede de la mente humana. Vivimos en el interior de nuestras propias mentes. Le damos forma a lo que nos rodea en nuestra mente, y nos rodeamos con nuestras propias ideas.”
“¿Quién es ella, V? ¿Cómo se llama?
Se llama anarquía. ¡Y me ha enseñado más como amante que tú en toda tu vida.”
“Rosas. Eres tú, ¿verdad?. Has venido para matarme. Gracias a Dios. Gracias.”
“Moriré aquí. Perecerá hasta el último resquicio de mi ser, excepto uno. Uno solo. Es pequeño y frágil, y es la única cosa que vale la pena tener en este mundo. Nunca debemos perderla, ni venderla, ni regalarla. Nunca debemos dejar que nos la quiten. No sé quién eres, ni si eres hombre o mujer. Quizá nunca pueda verte. Nunca podré abrazarte, ni llorar contigo, ni podré beber contigo. Pero te amo. Espero que puedas escapar. Espero que el mundo gire y las cosas mejoren, y que la gente vuelva a tener rosas. Ojalá pudiera besarte. Valerie.”
“Inglaterra por siempre”
Alejandro L.
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