Seguimos repasando la TV que está por llegar. En esta ocasión, la serie Supernatural, sobre dos hermanos que se enfrentan a lo sobrenatural. Repasamos los dos primeros capítulos. Para evitar los spoilers, leer sólo los párrafos en cursiva.
***SPOILERS***
De vez en cuando, las cadenas americanas emiten algunas series que, si bien no son novedosas en muchos aspectos, sí que resultan muy entretenidas y bastante emocionantes. Ese es el caso de Supernatural, una serie de la WB en la que conocemos a los hermanos Winchester, Sam y Dean, dos chicos completamente opuestos que acabarán uniendo fuerzas para encontrar a su padre cazademonios desaparecido y vengar a su madre. Cuando eran pequeños, su madre fue asesinada por un demonio y, desde entonces, su padre y Dean se dedican a matar seres sobrenaturales. Sam, que también tuvo sus encuentros con monstruos varios, decidió dejar de lado esa vida y empezar a estudiar derecho y ser feliz con su novia. Sin embargo, una noche Dean llega a su casa diciéndole que su padre ha desaparecido y que teme que haya muerto. Su pista se perdió en un pueblo en el que, de un tiempo a esta parte, están desapareciendo hombres jóvenes.
Los hermanos llegan al pueblo y deciden empezar a investigar las desapariciones, ya que creen que su padre puede haber sido una de las víctimas. El hallazgo de la habitación de motel en la que su padre se hospedaba es muy reveladora, ya que no sólo resolvió el caso en parte, sino que también había montado todo un sistema de defensa mágico en el interior de su habitación para protegerse. Siguiendo las pistas de su padre, Dean y Sam se encuentran con una "mujer de blanco" un tipo de espectro femenino que, atormentada por el asesinato de sus hijos por culpa de un ataque de esquizofrenia, vaga por el pueblo matando a hombres infieles. Dean es detenido por hacerse pasar por agente del FBI y Sam, a su vez, cae en las redes de la mujer de blanco, que intenta matarle, pese a que él no es infiel. El espectro le lleva hasta la puerta de su antigua casa, en la que murieron sus hijos, para asesinarle, pero Sam logra meterla dentro de la casa y, de esta manera, los espectros de los niños castigan a la mujer de blanco.
Aunque no han encontrado a su padre, Dean y Sam sí que han hallado algo vital: el diario de su padre, gracias al que empezarán su búsqueda una vez que descubran que la novia de Sam ha sido asesinada por el mismo demonio que mató a su madre. En el segundo episodio, llegan hasta otro pueblo siguiendo unas coordenadas anotadas por su padre en el diario. Allí se enteran de que ha habido unas extrañas desapariciones y conocen a Huley, una chica cuyo hermano ha desaparecido durante una acampada. Investigan un poco y se enteran de que cada 23 años ha habido en esa zona varias desapariciones de campistas y localizan a un superviviente: un anciano que sobrevivió a los ataques en 1959. Éste les comenta que no se trataba ni de un oso grizzly ni de un humano, era algo diabólico.
Pronto descubrirán que se enfrentan a un Wendigo, ya que Huley, su otro hermano, un guía-cazador y ellos se adentrarán en el bosque y serán atacados, pese a las defensas místicas que utilizan. Comienza, entonces, una búsqueda frenética por encontrar al hermano de Huley antes de que sirva de comida para el Wendigo, un antiguo ser humano que se vio obligado a cometer canibalismo y acabó transformado en un ser demoníaco. Dean y Huley son hechos prisioneros y Sam tendrá que rescatarlos siguiendo el rastro que le deja su hermano y entrando en la guarida del monstruo. Sólo el fuego podrá acabar con el monstruo, pero la madriguera es demasiado húmeda como para encender una hoguera...
A medio camino entre Expediente X, ciertas películas de terror y una road movie, Supernatural no aporta demasiados conceptos nuevos al género de las series de terror, salvo, quizás, esa especie de descenso hacia los infiernos en coche que supone, supongo (que sólo he visto dos capítulos), la ruta marcada por el padre de los hermanos Winchester. A ver cómo sigue.
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