MK Spiderman #05.
Siguen los palos... Bueno, no, ahora Millar quiere ofrecernos un poco de calma y demuestra que conoce a los personajes como pocos. Y es que da gusto ver a Felicia en tan buena forma (en más de un sentido), que respeta el matrimonio de Peter pero sin dejar de ser una fiel amiga que le ayuda en lo que puede.
Al final, todo eso de la foto donde aparece supuestamente desenmascarado era un farol del guionista y defrauda un poco esa falta de valentía, porque habría sido la leche que Jameson tratara de ayudar a su más odiado enemigo después de ver que era el que le entregaba las fotos todos estos años o algo por el estilo. En fin... Ni siquiera tenemos a Robbie haciéndole entrar en razón, o abandonando las oficinas por putear a Peter... Nada, nada, solo era para mantenernos expectantes y poco más, falsa alarma.
Lo importante es que sigue la trama de la búsqueda de tía May y que el matrimonio Parker tiene problemas financieros, la típica suerte del apellido. Lo cierto es que Millar demuestra ser un maestro llevando el tema, con unos diálogos excelentes, tratando a ambos deliciosamente.
Por otro lado, volvemos a ver al dichoso Dr. Octopus (¿cuántas veces van ya este año?), aunque no importaba el villano, sino más bien la razón de su uso por parte de las autoridades y hay recompensa por la captura de Spiderman.
Frank Cho resulta ser magnífico, con un dibujo de línea clara pulido, claro, detallista y elegante. Hace unas mujeres de infarto y no se queda corto con la acción, aunque sea un poco estático. Y es que es una delicia para la vista, sin exagerar, tiene un trazo precioso que me ha hecho olvidar enseguida a los Dodson, los cuales también hicieron un excelente trabajo en números anteriores. Con sustitutos así, da gusto.
Millar guionizando Spiderman, usando los tópicos de una manera diferente y escribiendo bastante bien a los personajes. La mejor del arácnido estos últimos meses, sin contar con Ultimate. 8/10.
Ultimate Spiderman #42.
Y hablando de esta serie, el número de este mes nos ofrece el final de la saga de Hollywood, que logra consolidarla con un desenlace magnífico, donde Gwen descubre el secreto y lo habla con Peter. Todo son diálogos entre ellos y Mary Jane, que se une en la discusión, Bendis resuelve la papeleta muy bien, demostrando que sabe escribir adolescentes como pocos. De hecho, la escena donde se quedan acostados en la cama ha conseguido que recuerde muchas de mis conversaciones con mis amigos/as. Loable.
Por otro lado, asistimos a un posible final de Octopus, al menos durante un tiempo, porque SHIELD se ha cansado de batallar con él y sus tentáculos (ya era hora, que se le han escapado dos veces) y han escarmentado. Furia se muestra implacable y sorprende la escena, sobre todo porque no se ve venir a pesar de lo lógica que resulta.
Y por si todo esto fuera poco, el desenlace de la saga culmina con todo aquello que tiene que ver con el estreno del largometraje de Spiderman, que no deja muy contento a Peter, precisamente, pues lo que hace desinteresadamente no le parece cosa de risa.
Chapeau, señor Bendis, chapeau. 9/10.
Así es como llegamos a la esperada saga de Matanza, que por ahora no nos muestra al simbionte psicópata que esperábamos, sino más bien al Lagarto y al Gladiador. ¿Qué decir? Algunos se habrán quedado sorprendidos ante este hecho, porque hasta ahora Bendis se dignaba a mostrarnos villanos cada seis números, uno o dos por saga máximo. Sin embargo, esto empieza muy ágil y aunque la trama principal sea lenta (con acierto) se nos ofrecen varias escenas aventureras de Spiderman, las típicas de evitar un atraco a un Banco y todo eso.
Este número, con el Gladiador está muy acertado, sobre todo porque esta versión impone bastante y la pelea se muestra dinámica y feroz, con un Spiderman que resulta dañado, lo que nos lleva a Conners (o Connors), que lo descubrimos como el médico que trata al protagonista, pues ambos tienen un secreto mutuo que ocultar. Así llegamos al misterioso cliffanger del final del número.
Interesante, esa es la palabra. Aparte de que la relación entre Peter y Connors (o Conners, cómo le dé a la traducción) resulta muy paternal, adecuada para las circunstancias.
Mark Bagley sigue como siempre, dando muestras de un gran trabajo dentro de la serie, que se niega a abandonar ni tan siquiera un mes. Un profesional que se supera mes a mes.
¿Qué puedo decir? Esta serie sigue tan fresca como en sus inicios, yo no me la perdería, creo que es una de las mejores que puede ofrecernos Marvel en la actualidad. 8,5/10.
Runaways #06.
Después del ataque del vampiro con aspecto adolescente, los chicos de esta serie no tienen ningún respiro y ahora les toca enfrentarse a Capa y Puñal al puro estilo Team-Up. Es decir, luchamos por culpa de un malentendido o engaño para luego unirnos y disculparnos.
Pero bueno, aun con sus tópicos, mientras la papeleta esté bien resuelta importa bien poco.
¡Qué diablos! Vaughan resulta ser magnífico y nos muestra al dúo olvidado de una manera genial, los actualiza que da gusto, dándoles personalidad en tan solo dos viñetas. ¿Quién da más? De hecho, te acabas preguntando cómo es posible que no tenga una serie protagonizada por éstos, sería una gozada teniendo en cuenta el tratamiento que les da aquí.
Por otro lado, el Orgullo se muestra temible e implacable en la búsqueda de sus retoños, no perdona los errores y saben resolverlos por su cuenta. Esto contrasta con el nivel principiante de los Runaways, que apenas pueden hacer frente a Capa y Puñal, que solo son vencidos por lo imprevisibles poderes del primero, que no siempre puede controlar.
En definitiva, un buen cómic, como siempre en esta serie, que muestra un tratamiento genial de personajes y situaciones imaginativas que se apoyan en unos ocurrentes diálogos.
Por desgracia, esta vez no tenemos a Alphona para estos dos números. Menos mal que el sustituto, Miyazawa, a pesar de su estilo claramente manga, ofrece un buen trabajo, de hecho su versión de todos los personajes es digna de mención, en especial esa tan bien resuelta Puñal. Vamos, que no me quejo, tiene un estilo dinámico, expresivo y adecuado para el tono de la serie. No es ni de lejos tan elegante y detallista como el de Alphona, pero es que éste está alcanzando un gran nivel.
En definitiva, otra serie adolescente muy simpática que nadie debería perderse. A ver qué nos ofrecen en la saga siguiente, pues empezamos a meternos de lleno con el Orgullo. 8/10.
Siguen los palos... Bueno, no, ahora Millar quiere ofrecernos un poco de calma y demuestra que conoce a los personajes como pocos. Y es que da gusto ver a Felicia en tan buena forma (en más de un sentido), que respeta el matrimonio de Peter pero sin dejar de ser una fiel amiga que le ayuda en lo que puede.
Al final, todo eso de la foto donde aparece supuestamente desenmascarado era un farol del guionista y defrauda un poco esa falta de valentía, porque habría sido la leche que Jameson tratara de ayudar a su más odiado enemigo después de ver que era el que le entregaba las fotos todos estos años o algo por el estilo. En fin... Ni siquiera tenemos a Robbie haciéndole entrar en razón, o abandonando las oficinas por putear a Peter... Nada, nada, solo era para mantenernos expectantes y poco más, falsa alarma.
Lo importante es que sigue la trama de la búsqueda de tía May y que el matrimonio Parker tiene problemas financieros, la típica suerte del apellido. Lo cierto es que Millar demuestra ser un maestro llevando el tema, con unos diálogos excelentes, tratando a ambos deliciosamente.
Por otro lado, volvemos a ver al dichoso Dr. Octopus (¿cuántas veces van ya este año?), aunque no importaba el villano, sino más bien la razón de su uso por parte de las autoridades y hay recompensa por la captura de Spiderman.
Frank Cho resulta ser magnífico, con un dibujo de línea clara pulido, claro, detallista y elegante. Hace unas mujeres de infarto y no se queda corto con la acción, aunque sea un poco estático. Y es que es una delicia para la vista, sin exagerar, tiene un trazo precioso que me ha hecho olvidar enseguida a los Dodson, los cuales también hicieron un excelente trabajo en números anteriores. Con sustitutos así, da gusto.
Millar guionizando Spiderman, usando los tópicos de una manera diferente y escribiendo bastante bien a los personajes. La mejor del arácnido estos últimos meses, sin contar con Ultimate. 8/10.
Ultimate Spiderman #42.
Y hablando de esta serie, el número de este mes nos ofrece el final de la saga de Hollywood, que logra consolidarla con un desenlace magnífico, donde Gwen descubre el secreto y lo habla con Peter. Todo son diálogos entre ellos y Mary Jane, que se une en la discusión, Bendis resuelve la papeleta muy bien, demostrando que sabe escribir adolescentes como pocos. De hecho, la escena donde se quedan acostados en la cama ha conseguido que recuerde muchas de mis conversaciones con mis amigos/as. Loable.
Por otro lado, asistimos a un posible final de Octopus, al menos durante un tiempo, porque SHIELD se ha cansado de batallar con él y sus tentáculos (ya era hora, que se le han escapado dos veces) y han escarmentado. Furia se muestra implacable y sorprende la escena, sobre todo porque no se ve venir a pesar de lo lógica que resulta.
Y por si todo esto fuera poco, el desenlace de la saga culmina con todo aquello que tiene que ver con el estreno del largometraje de Spiderman, que no deja muy contento a Peter, precisamente, pues lo que hace desinteresadamente no le parece cosa de risa.
Chapeau, señor Bendis, chapeau. 9/10.
Así es como llegamos a la esperada saga de Matanza, que por ahora no nos muestra al simbionte psicópata que esperábamos, sino más bien al Lagarto y al Gladiador. ¿Qué decir? Algunos se habrán quedado sorprendidos ante este hecho, porque hasta ahora Bendis se dignaba a mostrarnos villanos cada seis números, uno o dos por saga máximo. Sin embargo, esto empieza muy ágil y aunque la trama principal sea lenta (con acierto) se nos ofrecen varias escenas aventureras de Spiderman, las típicas de evitar un atraco a un Banco y todo eso.
Este número, con el Gladiador está muy acertado, sobre todo porque esta versión impone bastante y la pelea se muestra dinámica y feroz, con un Spiderman que resulta dañado, lo que nos lleva a Conners (o Connors), que lo descubrimos como el médico que trata al protagonista, pues ambos tienen un secreto mutuo que ocultar. Así llegamos al misterioso cliffanger del final del número.
Interesante, esa es la palabra. Aparte de que la relación entre Peter y Connors (o Conners, cómo le dé a la traducción) resulta muy paternal, adecuada para las circunstancias.
Mark Bagley sigue como siempre, dando muestras de un gran trabajo dentro de la serie, que se niega a abandonar ni tan siquiera un mes. Un profesional que se supera mes a mes.
¿Qué puedo decir? Esta serie sigue tan fresca como en sus inicios, yo no me la perdería, creo que es una de las mejores que puede ofrecernos Marvel en la actualidad. 8,5/10.
Runaways #06.
Después del ataque del vampiro con aspecto adolescente, los chicos de esta serie no tienen ningún respiro y ahora les toca enfrentarse a Capa y Puñal al puro estilo Team-Up. Es decir, luchamos por culpa de un malentendido o engaño para luego unirnos y disculparnos.
Pero bueno, aun con sus tópicos, mientras la papeleta esté bien resuelta importa bien poco.
¡Qué diablos! Vaughan resulta ser magnífico y nos muestra al dúo olvidado de una manera genial, los actualiza que da gusto, dándoles personalidad en tan solo dos viñetas. ¿Quién da más? De hecho, te acabas preguntando cómo es posible que no tenga una serie protagonizada por éstos, sería una gozada teniendo en cuenta el tratamiento que les da aquí.
Por otro lado, el Orgullo se muestra temible e implacable en la búsqueda de sus retoños, no perdona los errores y saben resolverlos por su cuenta. Esto contrasta con el nivel principiante de los Runaways, que apenas pueden hacer frente a Capa y Puñal, que solo son vencidos por lo imprevisibles poderes del primero, que no siempre puede controlar.
En definitiva, un buen cómic, como siempre en esta serie, que muestra un tratamiento genial de personajes y situaciones imaginativas que se apoyan en unos ocurrentes diálogos.
Por desgracia, esta vez no tenemos a Alphona para estos dos números. Menos mal que el sustituto, Miyazawa, a pesar de su estilo claramente manga, ofrece un buen trabajo, de hecho su versión de todos los personajes es digna de mención, en especial esa tan bien resuelta Puñal. Vamos, que no me quejo, tiene un estilo dinámico, expresivo y adecuado para el tono de la serie. No es ni de lejos tan elegante y detallista como el de Alphona, pero es que éste está alcanzando un gran nivel.
En definitiva, otra serie adolescente muy simpática que nadie debería perderse. A ver qué nos ofrecen en la saga siguiente, pues empezamos a meternos de lleno con el Orgullo. 8/10.
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