Todos los que hayáis leído algo de Robert Kirkman os habréis percatado que es un tipo que sin haber realizado hasta ahora ninguna obra maestra, sabe entretener como el mejor. Ya lo ha demostrado en Invencible, una historia de un héroe adolescente similar a Spiderman pero con la frescura que le faltaba a este últimamente. En los Muertos vivientes cambia de genero radicalmente para adentrarse en otro que parece que vuelve a estar de moda, los Zombis o muertes vivientes. Como bien dice el autor, su intención con una obra como esta es ir más allá de lo que van las películas de este genero, convertir lo que siempre han sido historias conclusivas en una serie abierta y ver que pasa después.
Los Muertos Vivientes es una historia de supervivencia, de aprendizaje, de cómo los casos extremos pueden cambiar a la gente de forma que ni ellos mismos podrían imaginar haciendo que cambien incluso sus convicciones morales mas arraigadas. Una historia en la que puede morir cualquiera y puede pasar de todo, sin innovar demasiado en el genero pero nunca siendo previsible.
En este segundo tomo seguimos conociendo a nuevos personajes, mientras que otros se quedan en el camino, unos personajes bastantes bien definidos pese a que el que mas y el que menos muestre signos de desesperación ante una situación que los supera.
Los Muertos Vivientes es una historia de supervivencia, de aprendizaje, de cómo los casos extremos pueden cambiar a la gente de forma que ni ellos mismos podrían imaginar haciendo que cambien incluso sus convicciones morales mas arraigadas. Una historia en la que puede morir cualquiera y puede pasar de todo, sin innovar demasiado en el genero pero nunca siendo previsible.
En este segundo tomo seguimos conociendo a nuevos personajes, mientras que otros se quedan en el camino, unos personajes bastantes bien definidos pese a que el que mas y el que menos muestre signos de desesperación ante una situación que los supera.
Si en el primer arco argumental (números 1-6 publicados por Planeta en el tomo Los Muertos Vivientes, Días del pasado) Kirkman tenia a Tony Moore para ilustrar sus palabras en este segundo tenemos a Charlie Adlard, un desconocido para muchos pero que tal vez alguno recordará del comic que ralizó Topps sobre Expediente X. El cambio de dibujante, pese a que Adlar realiza un trabajo mas oscuro y con mayor uso de sombras que Moore, es a peor, aunque la historia atrae lo suficiente para que este no importe demasiado ya que de todos modos Adlar hace un trabajo correcto.
Si os gusto el primer tomo no os defraudará este segundo, a los que no lo comprasteis, os recomiendo que le deis una oportunidad pese a que no seáis fans de este tipo de comics o películas.
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