Reseñas JUNIO/JULIO/AGOSTO: El Capitán América.

- Capitán América #08.

Empieza la saga de El Soldado de Invierno, y aquí tenemos a Steve Rogers confundido como nunca lo ha estado. Si bien, en números anteriores ya estaban revolviendo en su pasado, llegando a destrozar tumbas de personas con las que se ha relacionado, por no decir muertes. Pero ahora llega el momento en que el Capitán debe afrontar la verdad, la posibilidad de que Bucky pueda estar vivo, es algo que obviamente no puede aceptar por las buenas, y mucho menos si su antiguo compañero trabaja ahora de forma clandestina en una organización terrorista.
El número sirve de prólogo para lo que se avecina, básicamente trata de Furia explicando a Rogers de quién se trata el soldado de invierno, mostrando las fotos del mismo, el cual tiene un sospechoso parecido al compañero que el Capitán suponía muerto desde la Segunda Guerra Mundial. De paso, el propio Brubaker se asegura de que los lectores veamos que sí, que ha regresado este personaje y que lo hace además para quedarse. Así que no es ningún truco, ya lo ha introducido en perfecta retrocontinuidad.

Lo malo es que el número no tiene mucho más, se trata del Capitán negándose en todo momento de la "resurrección" de Bucky, cogiendo una rabieta y luchando contra el escuadrón Modoc en una Philadelphia arrasada. Casi podría decirse que es una batalla a la vieja usanza del Capitán América, solo que con el tono oscuro y realista de conspiración que caracteriza a esta etapa desde que Brubaker está al mando. No hay mucho más, como ya he dicho es un número de prólogo donde lo interesante se encuentra en el uso que ha hecho el guionista de convertir a Bucky en una leyenda que camina por el tiempo como un zombie que se niega a morir o envejecer, puesto que lo congelan una vez ha acabado la misión que debe ejercer. Pero no hay mucho más, ya que la pelea es un tanto insulsa y se decide el paso siguiente.

En cuanto a Steve Epting (en la portada de la edición española pone Leon, muy mal, muy mal) sigue con el mismo nivel, con su estilo realista repleto de sombras bien colocadas, muy adecuado para la colección, tanto cuando se trata de una pelea (donde siempre procura ser espectacular, o si no mirad la entrada del Escuadrón Modoc) como cuando se trata de una conversación. Es una pena que este dibujante se alterne tanto con otros a lo largo de la colección, aunque sus sustitutos no desmerecen en absoluto (Jean Paul Leon, Michael Lark y Lee Weeks, calidad por los cuatro costados). Quizá en este número Epting abuse demasiado de las sombras, pero también puede ser por el simple hecho de crear un ambiente claustrofóbico en Philadelphia, donde el horror y la sangre son los protagonistas. Por cierto, ¿es cosa mia o la portada emula una imagen de Apocalipsis Now?

En definitiva, un buen número de prólogo para la saga, aunque quizá ofrezca muy poco y llevamos demasiados con lo mismo. 7/10.

- Capitán América #09.

Cuando los villanos se meten en política los superhéroes poco pueden hacer, a no ser que se metan contra el mismo sistema y entonces las cosas se pueden poner un poco más chungas. Suena a Civil War, ¿verdad? Pues me da que Brubaker será de los que mejor sepan aprovechar el crossover, porque está haciendo su propia trama política en el Capitán América. Recordemos la célebre frase que Miller puso en los labios del personaje en aquella mítica saga Born Again: -Yo no sigo el sistema, yo sigo el sueño americano. Quien tilde de facha al personaje es porque lo desconoce totalmente y debería leerse este mismo número para comprobarlo.
Aquí Furia (recordemos que estos acontecimientos son anteriores a la fallida Secret War) organiza, en parte para ayudar al Capitán, en parte porque se lo toma como algo personal, una partida de caza y captura contra Aleksander Lukin, el tipo que está detrás de los atentados terroristas de Philadelphia, que posee el cubo cósmico y para colmo controla a Bucky. Por desgracia, aunque SHIELD tenga la sospecha y sepa que este hombre lo controla todo poco puede hacer si está respaldado por ONU y no tienen pruebas.

Esa es la brillantez de este número, la inmunidad diplomática hace imposible la captura del hombre que orquesta todos los ataques desde que comenzó la colección, es un villano poco habitual. ¿Cómo se puede derrotar? Y menos ahora que tiene la empresa Roxxon en su poder.
El caso es que esto hace más interesante la saga, donde el protagonista está perdiendo la paciencia por completo y llega a discutir con el ayudante del secretario general de la ONU. Toda esta política sirve para tener al Capi contra las cuerdas, totalmente cabreado y dispuesto a todo. Hasta el mismo Furia da a entender que capturará o matará a este hombre cueste lo que le cueste. Es decir, se saltará las reglas, ¿le acompañará el Capi cuando eso ocurra?
Por otro lado, el número tiene una buena escena de diálogo entre Sharon y Steve Rogers, la primera enfadada por la actitud del segundo, que pretende dejarla apartada de la misión por si se ve obligada a matar a Bucky, una situación más que interesante.

Por desgracia, este es el primer número donde el dibujo no acompaña y empaña en resultado, lo cual es una lástima. Y eso que estamos hablando de Michael Lark, que tan buenos resultados ha dado en números anteriores. Aunque creo que no es por culpa suya, ya que el color es más flojo que de costumbre (me sorprende siendo D´Armata quien se encarga de ello) y lo que más destroza el acabado es el horrible pixelado de algunos fondos que se notan realizados por ordenador, probablemente a partir de fotos. Para entender lo que quiero decir, el ejemplo más claro sería la viñeta que muestra los helicopteros de SHIELD llegando a la torre de se encuentra Lukin. Hasta las páginas siguientes muestran horribles fondos pixelados casi sin bordes y con los lápices de Lark totalmente perjudicados, más simples que de costumbre. El resultado da pena verlo, sobre todo cuando te paras a pensar en quién dibuja, de pena.

Menos mal que tiene muy buena narración a pesar de todo (que no es suficiente) y el cómic está teniendo un guión bastante bueno. Espero que esto no se repita. 7/10.

- Capitán América #10.

Joder, la colección hace poco (el número 7) tuvo un número de pausa y relleno que consistía en la vida de Nómada antes de morir. Y ahora, dos meses toca el tie-in de la Dinastía de M, la verdad es que con una trama que se sucede de una manera tan pausada esto resulta un poco desesperante, ¡¡yo tengo ganas de saber cómo piensan detener a Lukin o cuál es su próxima decisión!! Pero bueno, la verdad es que para ser un tie-in, debo decir que Brubaker se lo ha currado a base de bien y creo que ha realizado uno de los mejores cómics del Capitán América que haya leído jamás.
¿Que exagero? Y si os dijera que en estos tiempos que corren el guionista ha sido capaz de escribir en un solo número de 24 páginas TODA la vida del Capitán América que ha nacido en el mundo creado por Wanda que es el de Dinastia de M? Esta sorprendente labor no solo la ha hecho de una manera impecable, sino que ha sido capaz de que la historia, a pesar de ser un What If, emocione y resulte memorable.

Y es que el objetivo de Wanda cuando cambió literalmente el mundo fue que los sueños de los que estaban en aquella isla de Genosha se hicieran realidad (sobre todo los de su padre), y vaya que sí, el Capitán América no va a ser menos. En este mundo es el hombre que detuvo a Hitler y dio fin a la II Guerra Mundial, llegando a matar a Zemo y a Cráneo Rojo. ¡Todo esto con Bucky vivo! Bueno, y de su parte, que eso ya no es demasiado sorprendente. Pero no solo eso, sino que se casó con la mujer que amaba y además fue el primero en pisar la Luna.
Debería ser el mundo feliz para el Capitán, ¿no? Lo cierto es que el mundo real nunca es "se casaron, vivieron felices y comieron perdices", ya que por muchas cosas que hagas, por muy importante que seas para la Historia de la Humanidad, la única manera en que te lo agradecerá la gente será con el olvido y una simple ceremonia. Aparte de que en el mundo de Wanda ser humano es lo peor que te puede pasar.
Una historia demoledora donde Steve Rogers vive con orgullo y fiel a su sueño, a pesar de no recibir nada a cambio.

Pero lo mejor es que Lee Weeks, un dibujante lamentablemente poco apreciado por los editores a pesar de su gran nivel con ese estilo clásico que le caracteriza (algunos han llegado a comentar que en ocasiones se parece al Byrne de los buenos tiempos) es el encargado de poner los lápices en este número, y lo hace con soltura. Lo cierto es que dibujantes así en estos tiempos donde proliferan los "copiones de fotografía" (lo cual no es malo, ya que tanto Hitch como Land demuestran hacerlo con cierta personalidad), el estilo que Weeks nos muestra es todo un soplo de aire fresco. Ninguna viñeta realizada con artificio, ningún personaje estático... Puro dibujo, sin más, efectivo y directo. Es una pena que no le ofrezcan más trabajos, la verdad. No me desagradaría para nada verlo en Daredevil por ejemplo.

En definitiva, un gran número y quizá lo mejor que ha dado la Dinastía de M. Ojalá todos los tie-ins fueran así, porque vaya nivel han tenido más lamentable, este no solo se salva, sino que es ingenioso. 9/10.

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