Estamos ante el número que tiene lo mejor y lo peor de Crisis de Identidad.
Lo mejor es que cualquier fan del hombre murciélago no debería perderse esto por nada del mundo, y es que tenemos una de esas escenas que se quedan grabadas en la retina por lo bien contada que está. Ya he dicho en números anteriores que Meltzer y Morales son capaces de conseguir un nivel de implicación muy alto en esta miniserie, que logra ser emocionante e impredecible en partes iguales, cosa que consiguen al 100% en el que considero el mejor momento, cuando el Robin actual recibe la única condición que le quedaba para parecerse más a su maestro: Ser huérfano. Es más, está escrito de tal manera que uno nunca se espera que pueda llegar a suceder, piensas que como es un cómic de superhéroes es totalmente factible que el susodicho llegue a tiempo y salve el día, es la típica situación de la llegada oportuna que ya vimos en el momento que ahorcaron a Jean Loring, solo que destrozada en el último momento para darle un toque amargo y crudo que se hace difícil de tragar. Pero la verdad es que nada de esto habría funcionado tan bien si no es por el inicio del número seis, donde la desesperación es palpable que casi se echa en falta el que no haya una escena más entre Batman y Tim Drake sobre la situación, que queda convenientemente finiquitada con flashbacks donde Bruce Wayne tiene un dejà vu sobre el delicado momento de consolar a su pupilo (JC, largo de aquí XD).
Claro que todo esto no habría tenido el mismo efecto de no ser por el tratamiento de los personajes que fallecen en números anteriores, es decir, se puede ser un iniciado al universo DC y sentir lástima por los acontecimientos, más que nada porque Meltzer se preocupa de que conozcamos a aquellos que van a sufrir un triste destino, es la gracia de una buena muerte, aparte de cómo esté ejecutada.
Es entonces cuando hablamos del error que se comete con Firestorm, personaje que me es totalmente desconocido pero cuyo desenlace me recuerda (para mal) al fallecimiento de Ojo de Halcón en Vengadores Desunidos, por precipitada y falto de interés. De hecho, no me acordaba de él hasta que lo conocí en otras colecciones, y me pareció muy extraño que muriera de esa manera tan burda en una miniserie que ha tenido otras situaciones del estilo bastante mejor realizadas, sobre todo porque tienen un nivel de implicación muy bueno. Así pues, lo de Firestorm es gratuito y hasta recriminable, no comprendo por qué no se tuvo especial cuidado con este personaje y menos en una miniserie que ha tenido tantos golpes de efecto geniales.
Por lo demás, tenemos por fin el polémico final. Esto se debe a que el asesino resulta ser alguien totalmente inesperado, que siempre ha estado ahí y no es precisamente un villano cualquiera. Todo lo enumerado anteriormente se supone que tendría que ser bueno para una historia de suspense de estas características, sobre todo cuando todo gira alrededor de una mano que lo orquesta todo y provoca enormes quebraderos de cabeza a superhéroes que se suponían intocables. El problema de todo esto es que quizá Meltzer no consigue que sea del todo creíble el hecho de que ESE personaje sea capaz de matar a sangre fría o realizar todos los tejemanejes para tener a medio universo DC andando de un lado para otro sin que el mismísimo Batman descubra de quién se trata.
Es decir, utiliza el concepto de locura, que quizá sea un deux machina con el que hay que tener mucho cuidado, porque podría dar la impresión de ser demasiado conveniente.
De todas maneras, no veo tan mal la resolución, porque no se trata solo de fijarse en mil detalles de forma quisquillosa para buscar errores por todas partes, buscándole los tres pies al gato (aunque lo de llevar un lanzallamas cuando pretendes noquear a alguien es un poco insultante, siendo suaves). Es decir, vale que es excesivo que el personaje detrás de todo se haya vuelto mentalmente inestable tan de repente, pero la idea es muy buena, sobre todo por el tema de quién diablos se beneficia de todo, tiene su retorcida lógica.
Y es que, ¿cuándo se ha visto que un secundario buenazo sea de repente el villano más peligroso que jamás hayan tenido los superhéroes de DC? O al menos el que más les ha afectado, porque Meltzer juega con el hecho de que la mayor fragilidad de los grandes hombres endiosados está en sus seres más queridos, los más próximos a ellos. ¿Imagináis peor ataque para Superman que la muerte de sus padres adoptivos? ¿O la de Lois Lane? Que se lo pregunten a Spiderman y el enorme daño que le hizo el Duende Verde tras lanzar a su preciosa novia desde un puente.
Eso y otros detalles como el triste (en el buen sentido) desenlace de la miniserie, con una última mirada hacia el abatido Ralph que es capaz de estremecer a cualquiera.
¿Y qué decir de Rags Morales? En estos tres últimos números de la miniserie realiza lo mejor y lo peor de su trabajo, justamente como Meltzer. En lo mejor tenemos la muerte del padre de Robin, capaz de estremecer a cualquiera por esas preciosas y cautivadoras viñetas que nos regala, destacando el splash page donde Batman agarra con fuerza a un Tim Drake que está a punto de desmoronarse, con un shock emocional que le impide reaccionar con lógica. Todo eso queda transmitido en una página que, para mí, ya es uno de los mejores momentos del universo DC.
Sin embargo e irónicamente, en el último número se le nota un desgaste al dibujante, porque el momento de las revelaciones ya no está dibujado con tanto tino, al menos da la impresión de que el dibujo no está tan pulido y algunas expresiones quedan un tanto toscas. De todas maneras, no es nada grave, lo que pasa es que el nivel ha sido tan bueno en estas páginas que se notan demasiado las prisas de entrega.
En definitiva, estamos ante una gran miniserie, de las mejores que he podido leer este año. Eso sí, qué mal han sabido captarla los autores posteriores, pues sus consecuencias no se han sabido aprovechar como es debido y cosas como el hecho de que Batman descubra lo que hicieron con su mente en el pasado no se han explotado adecuadamente. Es más, ya adelanto que las Crisis Infinitas que tendremos el año que viene no son la mitad de buenas que esto, ni por asomo. Claro que hay opiniones para todos los gustos. 7/10.
Lo mejor es que cualquier fan del hombre murciélago no debería perderse esto por nada del mundo, y es que tenemos una de esas escenas que se quedan grabadas en la retina por lo bien contada que está. Ya he dicho en números anteriores que Meltzer y Morales son capaces de conseguir un nivel de implicación muy alto en esta miniserie, que logra ser emocionante e impredecible en partes iguales, cosa que consiguen al 100% en el que considero el mejor momento, cuando el Robin actual recibe la única condición que le quedaba para parecerse más a su maestro: Ser huérfano. Es más, está escrito de tal manera que uno nunca se espera que pueda llegar a suceder, piensas que como es un cómic de superhéroes es totalmente factible que el susodicho llegue a tiempo y salve el día, es la típica situación de la llegada oportuna que ya vimos en el momento que ahorcaron a Jean Loring, solo que destrozada en el último momento para darle un toque amargo y crudo que se hace difícil de tragar. Pero la verdad es que nada de esto habría funcionado tan bien si no es por el inicio del número seis, donde la desesperación es palpable que casi se echa en falta el que no haya una escena más entre Batman y Tim Drake sobre la situación, que queda convenientemente finiquitada con flashbacks donde Bruce Wayne tiene un dejà vu sobre el delicado momento de consolar a su pupilo (JC, largo de aquí XD).
Claro que todo esto no habría tenido el mismo efecto de no ser por el tratamiento de los personajes que fallecen en números anteriores, es decir, se puede ser un iniciado al universo DC y sentir lástima por los acontecimientos, más que nada porque Meltzer se preocupa de que conozcamos a aquellos que van a sufrir un triste destino, es la gracia de una buena muerte, aparte de cómo esté ejecutada.
Es entonces cuando hablamos del error que se comete con Firestorm, personaje que me es totalmente desconocido pero cuyo desenlace me recuerda (para mal) al fallecimiento de Ojo de Halcón en Vengadores Desunidos, por precipitada y falto de interés. De hecho, no me acordaba de él hasta que lo conocí en otras colecciones, y me pareció muy extraño que muriera de esa manera tan burda en una miniserie que ha tenido otras situaciones del estilo bastante mejor realizadas, sobre todo porque tienen un nivel de implicación muy bueno. Así pues, lo de Firestorm es gratuito y hasta recriminable, no comprendo por qué no se tuvo especial cuidado con este personaje y menos en una miniserie que ha tenido tantos golpes de efecto geniales.
Por lo demás, tenemos por fin el polémico final. Esto se debe a que el asesino resulta ser alguien totalmente inesperado, que siempre ha estado ahí y no es precisamente un villano cualquiera. Todo lo enumerado anteriormente se supone que tendría que ser bueno para una historia de suspense de estas características, sobre todo cuando todo gira alrededor de una mano que lo orquesta todo y provoca enormes quebraderos de cabeza a superhéroes que se suponían intocables. El problema de todo esto es que quizá Meltzer no consigue que sea del todo creíble el hecho de que ESE personaje sea capaz de matar a sangre fría o realizar todos los tejemanejes para tener a medio universo DC andando de un lado para otro sin que el mismísimo Batman descubra de quién se trata.
Es decir, utiliza el concepto de locura, que quizá sea un deux machina con el que hay que tener mucho cuidado, porque podría dar la impresión de ser demasiado conveniente.
De todas maneras, no veo tan mal la resolución, porque no se trata solo de fijarse en mil detalles de forma quisquillosa para buscar errores por todas partes, buscándole los tres pies al gato (aunque lo de llevar un lanzallamas cuando pretendes noquear a alguien es un poco insultante, siendo suaves). Es decir, vale que es excesivo que el personaje detrás de todo se haya vuelto mentalmente inestable tan de repente, pero la idea es muy buena, sobre todo por el tema de quién diablos se beneficia de todo, tiene su retorcida lógica.
Y es que, ¿cuándo se ha visto que un secundario buenazo sea de repente el villano más peligroso que jamás hayan tenido los superhéroes de DC? O al menos el que más les ha afectado, porque Meltzer juega con el hecho de que la mayor fragilidad de los grandes hombres endiosados está en sus seres más queridos, los más próximos a ellos. ¿Imagináis peor ataque para Superman que la muerte de sus padres adoptivos? ¿O la de Lois Lane? Que se lo pregunten a Spiderman y el enorme daño que le hizo el Duende Verde tras lanzar a su preciosa novia desde un puente.
Eso y otros detalles como el triste (en el buen sentido) desenlace de la miniserie, con una última mirada hacia el abatido Ralph que es capaz de estremecer a cualquiera.
¿Y qué decir de Rags Morales? En estos tres últimos números de la miniserie realiza lo mejor y lo peor de su trabajo, justamente como Meltzer. En lo mejor tenemos la muerte del padre de Robin, capaz de estremecer a cualquiera por esas preciosas y cautivadoras viñetas que nos regala, destacando el splash page donde Batman agarra con fuerza a un Tim Drake que está a punto de desmoronarse, con un shock emocional que le impide reaccionar con lógica. Todo eso queda transmitido en una página que, para mí, ya es uno de los mejores momentos del universo DC.
Sin embargo e irónicamente, en el último número se le nota un desgaste al dibujante, porque el momento de las revelaciones ya no está dibujado con tanto tino, al menos da la impresión de que el dibujo no está tan pulido y algunas expresiones quedan un tanto toscas. De todas maneras, no es nada grave, lo que pasa es que el nivel ha sido tan bueno en estas páginas que se notan demasiado las prisas de entrega.
En definitiva, estamos ante una gran miniserie, de las mejores que he podido leer este año. Eso sí, qué mal han sabido captarla los autores posteriores, pues sus consecuencias no se han sabido aprovechar como es debido y cosas como el hecho de que Batman descubra lo que hicieron con su mente en el pasado no se han explotado adecuadamente. Es más, ya adelanto que las Crisis Infinitas que tendremos el año que viene no son la mitad de buenas que esto, ni por asomo. Claro que hay opiniones para todos los gustos. 7/10.
1 comentario:
a mi me ha gustado,porque en cierta manera, veo como algo realista eso:la puñalada puede venir de tus compañeros.En marvel y en los vengatas,xmen...
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