ADICCIÓN CATÓDICA: BUFFY LA CAZAVAMPIROS

TÍTULO: Buffy The Vampire Slayer
AÑO: 1997-2004
TEMPORADAS: 7 (finalizada)
CREADOR: Joss, loado sea su nombre, Whedon.
MÚSICA: Christopher Beck
REPARTO: Sarah Michelle Guellar, Nicholas Brendon, James Masters, Alyson Hannigan, Anthony Steward Head, Emma Caulfield, Michelle Trachtenberg, David Boreanaz, Eliza Duskhu.

Ufff, hablar de esta serie en un post cortito es imposible. Así que ésta no será una reseña analizando la importancia de la serie en el mundo de la tele, ni sus motivaciones ni tal, intentaré enfocarla desde una perspectiva Marvelita y es que Joss Whedon, debe ser un friki de tomo y lomo y en la serie hay muchas referencias a Marvel. Incluso Xander llega una vez a pronunciar un “Avengers Assemble!” o habla del Sargento Rock (sí, se que es de DC). Y Buffy menciona que se le ha ocurrido tal o cual cosa apelando a su “sentido arácnido” ante la incredulidad de Giles, y bueno por no mencionar a Andrew, Jonathan y Warren.....

No en pocas ocasiones Whedon ha mencionado que Kitty Pryde fue una inspiración para crear la personalidad de Buffy. Y evidencias hay de ello. Al principio Buffy es una chica fuerte pero algo ingenua, no sabe a lo que se enfrenta pero no deja de desear tener una vida normal, exactamente el mismo drama al que se enfrenta Gatasombra, es mutante en un mundo que les teme y odia, ambas han perdido a uno de sus padres, Kitty a su padre en Genosha y Buffy a su madre de una terrible catástrofe. Peter Parker también tiene su peso sobre Buffy y su serie, el tono de pandillita de instituto del bueno de Spiderman se ve reflejado en buena parte en Willow, Xander y Cordelia (que seria una especie de Flash Thompson siempre fastidiando a Buffy) y ahí está Giles en plan tío Ben para recordarle que al ser la Elegida, tiene un gran poder y todos sabemos lo que conlleva un gran poder.

Con los novios tampoco ha tenido mucha suerte, y aunque no ha enterrado a ninguno como Matt Murdock o Peter Parker, sus rupturas no han sido poco dolorosas. Que si tiene que matar a Ángel para salvar al mundo, que si se mantiene tan distante como para espantar a Riley (un remedo de Capitán América que trabaja para la Iniciativa, una mezcla de Shield y Jaquemate). Pero el que se llevó la palma fue Spike, que tras tres años intentando matarla y dos conquistarla acaba pasándose al lado del bien y salvando al mundo. ¿Y a cuántos villanos hemos visto cambiar de bando? o ¿Héroes que dan su vida salvando el mundo? Porque de eso hemos visto en Buffy. Y lo contrario la corrupción de luchadores por la justicia y la libertad que se dejan llevar al lado oscuro por la seducción del poder como Faith o por la ira y el dolor como Willow. No hace falta que diga lo brutal que fue la saga de la Willow Oscura.

Buffy tuvo su propia Era de Apocalipsis, en un capítulo en el que el Maestro era el amo de todo y Xander y Willow eran vampiros. Un mundo dominado por un hechizo musical (Once More Whit Feeling, un gran capítulo) y multitud de demonios: Hombres Lobo, Súcubos, Vampiros (hasta se las vio con Drácula), Magos Oscuros, Trolls, Dioses apocalípticos.. Y batallas grandes batallas, como cuando todo el instituto tuvo que luchar contra el alcalde y sus hordas vampiras, una batalla con sabor agridulce, pues aunque salvaron Sunnydale, Ángel se marchó a vivir sus aventuras en solitario. O la batalla final de la boca del Infierno con Buffy liderando un ejército de cazadoras, a otra Cazadora experimentada como Faith, al director Woods (una especie de Blade) a Giles del consejo de los vigilantes, a Andrew (que en su día se consideró a si mismo un supervillano), a Spike el vampiro con alma, Anya la antigua demonio vengadora o Xander, el más humano de todos y el corazón del grupo.

Como en el mejor cómic de superhéroes, ha habido sagas, macrosagas, giros argumentales, muertes, resurrecciones, alianzas necesarias, más muertes y todo eso que hace que hoy día Buffy La Cazavampiros tenga un lugar en la historia de la televisión.