El argumento del videojuego era extremadamente simple, aunque hay que tener en cuenta que el sector estaba en pañales aún, y toma una buena cantidad de clichés de las aventuras del personaje. De esta manera, Superman tendra que realizar diversas tareas de forma consecutiva. Primeramente tendrá que ir a arreglar un puente que ha sido destruido por Lex Luthor, teniendo que atrapar a su archienemigo seguidamente. Una vez acabados con Luthor y sus secuaces, nos meteremos en una cabina de teléfonos para transformarnos en Clark Kent e ir al Daily Planet en el menor tiempo posible.
De los múltiples poderes que posee Superman, en el videojuego quedan plasmados tres: fuerza, vuelo y rayos X. Nuestros poderes estarán en su máximo esplendor a menos que entremos en contacto con la kriptonita que nos dejan Lex Luthor y sus secuaces. Si estamos bajo sus efectos, Superman no podrá volar y se moverá torpemente, a no ser que nos encontremos con Lois Lane y recibamos un beso que nos devuelva las fuerzas. El asunto es fácil, para llegar al Daily Planet hay que cruzar por el puente de marras, así que tendremos que buscar las piezas y reconstruir el puente. Además, tendremos que ir llevando a nuestros enemigos a la prisión que se encuentra en algún lugar de Metropolis.
Técnicamente hay que tener en cuenta que estamos hablando del año 79 por lo que no se podía pedir mucho a la Atari 2600. Aún así tiene algunos elementos destacables, por un lado, es el primer videojuego de la videoconsola en incorporar la función de pausa al pulsar el botón Select. Gráficamente destaca el amplio mapa con el que contaba el juego para lo habitual de la época, mientras que el sonido llegaba a ser realmente molesto. Como curiosidad hablaremos de un bizarro modo de dos jugadores, en el que uno de los participantes controlará los movimientos verticales y otro los horizontales, quedando claro que aún quedaba mucho por pulir sobre este modo de juego.
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