Ser friki no es fácil. Te miran mal. Piensan que eres raro. Ser otaku no es fácil. Piensan que eres muy raro. Ser rolero no es fácil. Piensan que puedes asesinarles en cualquier momento. Ser heavy no es fácil. Piensan que eres un guarro. Ser modernillo no es fácil. Piensan que eres superficial. Pero ser emo... ser emo es realmente difícil. Eres sensible, las cosas te afectan demasiado, la música llena tu corazón para acabar desgarrándote y convirtiéndote en un androjo oculto tras un enorme flequillo que no deja pasar ni la luz del sol ni deja salir esos poderosos sentimientos que te reconcomen por dentro hasta lograr que desees abandonar este mundo que no te comprende y te hace sufrir tanto. Pero aún hay algo peor... Porque puedes ser emo, sí, y puedes vestir de negro, tener ojeras, vestirte como un extra de Sweeney Todd y peinarte como Eduardo Manostijeras (pero con el flequillo pulcramente engominado), puedes tener en un cajón una colección de medias y guantes largos a rayas, puedes vestir con corbatas y con trajes oscuros, ser andrógino y no tener clara tu sexualidad, puedes tener pensadas cien formas distintas de suicidarte y escribir tres cartas diarias en las que te quejas de que no te comprenden... Pero, amigo lector, no hay nada peor que ser emo y estar enamorado...
Volvemos en quince días.
4 comentarios:
Criaturica!! Yo yo que no sabía lo que era un EMO!...Una alegría volver a ver +Q2, aunque eso significa que... la semana que viene voy yo! AAAAH!
esto parece el Titanic... toquemos juntos mientras, Merrick! XD
Parece que hemos caído en la cara oculta de la blogosfera.
Tiene cojones que un Emo diga eso. No hay más que ver la entrada en la Frikipedia, profusa en material fotográfico, para darse cuenta que los Emos son indistinguibles unos de otros, llegando a confundirse la hembra de esta especie con el proyecto de hombre de la misma.
Publicar un comentario