-Lobezno #03.
Acaba la saga de Enemigo de Estado y, como no puede ser de otra manera, lo hace a lo grande, con los rivales del Universo Marvel que les faltaba a Lobezno, los más allegados a él: La Patrulla-X. Claro que, antes de eso, Hydra y la Mano tratan de hacerse con Matt Murdock para resultar capturada la buena de Elektra, lo cual empeora las situaciones venideras.
Debo decir que Millar ha tenido una buena idea al utilizar grupos que habían estado en capa caída durante tantos años, refiriéndome a las antes mencionadas Hydra y La Mano, cuya alianza no puede ser más provechosa e ingeniosa, pues tienen un plan lo bastante coherente, con muchas posibilidades de hacerse realidad. Claro que, todo este crossover que se ha montado el guionista, con todo el Universo Marvel al frente, no es más que una excusa para ver a Lobezno manipulado por los villanos, peleando con todo quisqui, lo cual tampoco es una mala idea si se hace bien.
Lo cual no es el caso en la pelea contra Matt Murdock, alias Daredevil, que sabe realmente a poco y da la impresión de que a Millar no la hace gracia el ciego de la Cocina del Infierno, porque las cajetillas donde se muestran los pensamientos de Logan son realmente bestias, llegando a juzgarle por sus creencias religiosas, el hecho de que sea abogado o, peor aun, que hasta el resto de los superhéroes se ríen de él porque es minusválido. La leche. Es un poco extraño también el hecho de que Daredevil parezca realmente corto y despistado, refiriéndome sobre todo a cuando Lobezno recobra la compostura y vuelve a ser el que era durante un instante, le cuenta parte del plan y aun parece no enterarse de nada. Vaya tratamiento más raro del personaje.
Y mejor no hablar de la manera en que se finiquita la batalla, porque el despiste de Logan me resulta un poco patoso, pero bueno.
Todo eso es compensado con la primera intervención directa de el Gorgón, que pelea contra Elektra y el resultado es el esperado, pero lo que nadie espera es que resulte tan sencillo para este nuevo villano, ya tengo ganas de que luche contra el enano canadiense.
Pero el segundo número está muchísimo mejor, es el clímax final y Millar pone toda la carne en el asador, al fin nuestro protagonista manipulado tiene la misión de matar al presidente de los Estados Unidos y esto no es más que una excusa para llevarlo de infiltrado a la Escuela de Xavier. Sorprende esa Kitty Pryde y los pensamientos impuros de Logan con respecto a la hija de su amada Jean Grey, ahí sí que ha estado fino el guionista, sí señor.
Por otra parte, se podría decir que, por mucho que diera la impresión de que todos trataban de refugiarse de la amenaza de Lobezno, al final resulta que poco puede hacer contra todos los X-men (obviamente), que se las ven canutas para detenerle, pero la verdad es que el canadiense no hace más que huir en todo momento al fallar el verdadero plan.
Eso sí, tenemos una muerte bastante extraña (pero con ciertas repercusiones, ya se verán en el número siguiente) de un Hombre-X y se acabó el Lobezno de parte de los malos, la primera saga ha finalizado. No sin que hayan habido bajas ni cambios de bando, el más obvio el de Elektra.
Lo que más me ha desconcertado es cierta escena con el Barón Von Strucker de Hydra, ya pudimos ver en el número anterior que Millar lo había alterado por completo y hasta el mismísimo John Romita Jr. se ha ocupado de cambiarlo físicamente, lo cual no solo queda extraño, sino que encima es sorprendente la manera en que se lo quitan de encima. ¿Es acorde al carácter de este villano? Reconozco que no lo conozco en absoluto, pero lo poco que sé de él no coincide con nada de lo que puede verse en esta saga. No digo que me disguste (diría que me gusta más esta versión que la original, me parece más realista y actual), pero no es coherente ni lógica. En fin, ya se encargó Nicieza de poner un poco de ¿orden? en sus Thunderbolts donde, por lo que me han contado, ha complicado muchísimo más las cosas. Sigh...
Por otro lado, ¿qué hace ahí el Halcón? Creo recordar que pensaba dejar el tema superheróico, al menos eso decía en Vengadores Final. Aunque no hay quien se crea algo así, la verdad.
En definitiva, la saga ha finalizado con cierta épica y con un sentimiento de hacer las cosas a lo bestia, lo cual está muy pero que muy bien. Hacía tiempo que no se veía a Logan con estos brios y aunque la saga haya tenido caracterizaciones extrañas (como la de Daredevil o la del propio Von Strucker) la considero de notable. A ver cómo sigue la cosa. 8/10.
-Lobezno #04.
La segunda saga de Millar comienza fuerte, si eres de los escépticos que pensaban que el inicio iba a ser una especie de prólogo o puesta al día relajado tras unos intensos números de acción es que no conoces al guionista. Vamos, que para empezar nos muestra un flashback del nuevo villano de Logan: El Gorgón, donde descubrimos mucho más sobre él y es escalofriante la manera en que entró a formar parte de La Mano. Entre eso y los acontecimientos que se precipitan gracias a su presencia, ya que se trata del tipo que está al mando del clan ninja ya nombrado y de la organización conocida como Hydra, la verdad es que Millar no ofrece ni un respiro.
Y es que nadie espera que se lance tan rápido el gran ataque contra SHIELD, que es brutal, de lo mejor que he podido leer estos últimos meses por la épica y el desconcierto.
¿Que no hay profundización en los personajes? ¿Que los argumentos son simples? ¿Que la cosa no va más allá de la simple acción palomitera? Todo esto puede ser cierto, pero no cabe duda de que si quieres ofrecer algo parecido a todo lo que he dicho más arriba, hay que hacerlo bien y Millar aprueba con nota. Para empezar, las situaciones son ocurrentes, predomina la confusión, la precipitación de los acontecimientos y la misma presencia de Logan, el cual está tratado como nunca, ahora que vuelve a ser parte de los "buenos" sin dejar de ser tan cabrón como lo ha sido hasta ahora. Vale que se haya convertido en un asesino sin más, contrastando con lo que nos ofrecía Rucka en lo referente a la caracterización de Logan como personaje que trata de redimirse y se siente frustrado al estar dominado por su bestia interior. Pero, vamos a ver, ¿de qué sirve tener a un canadiense con mala leche, tres garras de adamantium (el metal más resistente jamás conocido) en cada mano, esqueleto forrado del mismo material, instintos animales, factor de curación acelerado y entrenamiento de todo tipo si no puedes ponerlo en plena acción sin despeinarse? Dios, así es como hay que hacer un cómic de Lobezno.
Porque resulta realmente emocionante el inicio de la saga de marras, es impactante e impredecible, por no decir épico. De verdad que tenía los pelos como escarpias al ver ese Helitransporte en peligro, invadido por miles de villanos de serie-B atacando al unísono y sin piedad. Algunas escenas están muy pero que muy bien elaboradas, destacando la presencia del propio Logan, que hace la serie completamente suya en ese arrebato que tienen los científicos tras desconectarle de la terapia (ya que había sufrido cierto control mental por culpa de Hydra) sin haberla acabado, como última esperanza para salvarse. Por primera vez en mucho tiempo, no estaba seguro de qué iba a pasar cuando se le ve definitivamente suelto, Millar consigue que me pregunte si salvará a los presentes o complicará las cosas. Por muy obvia que fuera la respuesta, debo decir que aplaudo al guionista por conseguir emocionarme tanto en esa escena tan épica con el protagonista actuando de una forma tan salvaje y despiadada, escondido entre las sombras, sonriendo, acechando... Como si de Alien se tratara. En serio, ASÍ se trata a Lobezno, esto es épica y lo demás es tontería.
¿Y qué puedo decir de John Romita Jr.? Está soberbio, fabuloso, sabe narrar como pocos. Ya sé que me repito en este aspecto constantemente, pero es que es algo que aprecio en un dibujante y nadie, repito, nadie sabe transmitir tan bien algunas escenas como lo hace él, es simplemente fantástico. Realiza splash-pages en el momento justo, se preocupa por mostrarnos la escena de la mejor manera posible y encima lo consigue de una forma bastante cinematográfica. Tan solo hay que ver ese Helitransporte cayendo sobre el suelo, estallando en pedazos, es como si fuera capaz de dibujar cualquier cosa, cualquier situación. Se le puede achacar de tosco en cuanto a las figuras humanas, quizá las hace demasiado robóticas (esto se puede apreciar, sobre todo, cuando aparecen los villanos surcando el cielo) pero una vez aceptas ese estilo, eres capaz de ver lo coherente que es con el tipo de figura cuadriculada que ofrece, consigue volumen, dinamismo y expresividad. Me parece un estilo genial. Considero que está soberbio, vamos, y hacía tiempo que no le veía con este nivel, me alegro de que Quesada lo quitara de Amazing Spider-man durante un tiempo, porque si gracias a eso le tenemos en Lobezno con este nivel, por mí que siga así.
En definitiva, las palabras que mejor describen estos dos números serían épica y emoción. Para colmo, los villanos son creíbles y las cosas ocurren a lo bestia, así deberían ser todos los cómics de Lobezno (ups, me repito). ¿Vosotros qué pensáis? 9,5/10.
Acaba la saga de Enemigo de Estado y, como no puede ser de otra manera, lo hace a lo grande, con los rivales del Universo Marvel que les faltaba a Lobezno, los más allegados a él: La Patrulla-X. Claro que, antes de eso, Hydra y la Mano tratan de hacerse con Matt Murdock para resultar capturada la buena de Elektra, lo cual empeora las situaciones venideras.
Debo decir que Millar ha tenido una buena idea al utilizar grupos que habían estado en capa caída durante tantos años, refiriéndome a las antes mencionadas Hydra y La Mano, cuya alianza no puede ser más provechosa e ingeniosa, pues tienen un plan lo bastante coherente, con muchas posibilidades de hacerse realidad. Claro que, todo este crossover que se ha montado el guionista, con todo el Universo Marvel al frente, no es más que una excusa para ver a Lobezno manipulado por los villanos, peleando con todo quisqui, lo cual tampoco es una mala idea si se hace bien.
Lo cual no es el caso en la pelea contra Matt Murdock, alias Daredevil, que sabe realmente a poco y da la impresión de que a Millar no la hace gracia el ciego de la Cocina del Infierno, porque las cajetillas donde se muestran los pensamientos de Logan son realmente bestias, llegando a juzgarle por sus creencias religiosas, el hecho de que sea abogado o, peor aun, que hasta el resto de los superhéroes se ríen de él porque es minusválido. La leche. Es un poco extraño también el hecho de que Daredevil parezca realmente corto y despistado, refiriéndome sobre todo a cuando Lobezno recobra la compostura y vuelve a ser el que era durante un instante, le cuenta parte del plan y aun parece no enterarse de nada. Vaya tratamiento más raro del personaje.
Y mejor no hablar de la manera en que se finiquita la batalla, porque el despiste de Logan me resulta un poco patoso, pero bueno.
Todo eso es compensado con la primera intervención directa de el Gorgón, que pelea contra Elektra y el resultado es el esperado, pero lo que nadie espera es que resulte tan sencillo para este nuevo villano, ya tengo ganas de que luche contra el enano canadiense.
Pero el segundo número está muchísimo mejor, es el clímax final y Millar pone toda la carne en el asador, al fin nuestro protagonista manipulado tiene la misión de matar al presidente de los Estados Unidos y esto no es más que una excusa para llevarlo de infiltrado a la Escuela de Xavier. Sorprende esa Kitty Pryde y los pensamientos impuros de Logan con respecto a la hija de su amada Jean Grey, ahí sí que ha estado fino el guionista, sí señor.
Por otra parte, se podría decir que, por mucho que diera la impresión de que todos trataban de refugiarse de la amenaza de Lobezno, al final resulta que poco puede hacer contra todos los X-men (obviamente), que se las ven canutas para detenerle, pero la verdad es que el canadiense no hace más que huir en todo momento al fallar el verdadero plan.
Eso sí, tenemos una muerte bastante extraña (pero con ciertas repercusiones, ya se verán en el número siguiente) de un Hombre-X y se acabó el Lobezno de parte de los malos, la primera saga ha finalizado. No sin que hayan habido bajas ni cambios de bando, el más obvio el de Elektra.
Lo que más me ha desconcertado es cierta escena con el Barón Von Strucker de Hydra, ya pudimos ver en el número anterior que Millar lo había alterado por completo y hasta el mismísimo John Romita Jr. se ha ocupado de cambiarlo físicamente, lo cual no solo queda extraño, sino que encima es sorprendente la manera en que se lo quitan de encima. ¿Es acorde al carácter de este villano? Reconozco que no lo conozco en absoluto, pero lo poco que sé de él no coincide con nada de lo que puede verse en esta saga. No digo que me disguste (diría que me gusta más esta versión que la original, me parece más realista y actual), pero no es coherente ni lógica. En fin, ya se encargó Nicieza de poner un poco de ¿orden? en sus Thunderbolts donde, por lo que me han contado, ha complicado muchísimo más las cosas. Sigh...
Por otro lado, ¿qué hace ahí el Halcón? Creo recordar que pensaba dejar el tema superheróico, al menos eso decía en Vengadores Final. Aunque no hay quien se crea algo así, la verdad.
En definitiva, la saga ha finalizado con cierta épica y con un sentimiento de hacer las cosas a lo bestia, lo cual está muy pero que muy bien. Hacía tiempo que no se veía a Logan con estos brios y aunque la saga haya tenido caracterizaciones extrañas (como la de Daredevil o la del propio Von Strucker) la considero de notable. A ver cómo sigue la cosa. 8/10.
-Lobezno #04.
La segunda saga de Millar comienza fuerte, si eres de los escépticos que pensaban que el inicio iba a ser una especie de prólogo o puesta al día relajado tras unos intensos números de acción es que no conoces al guionista. Vamos, que para empezar nos muestra un flashback del nuevo villano de Logan: El Gorgón, donde descubrimos mucho más sobre él y es escalofriante la manera en que entró a formar parte de La Mano. Entre eso y los acontecimientos que se precipitan gracias a su presencia, ya que se trata del tipo que está al mando del clan ninja ya nombrado y de la organización conocida como Hydra, la verdad es que Millar no ofrece ni un respiro.
Y es que nadie espera que se lance tan rápido el gran ataque contra SHIELD, que es brutal, de lo mejor que he podido leer estos últimos meses por la épica y el desconcierto.
¿Que no hay profundización en los personajes? ¿Que los argumentos son simples? ¿Que la cosa no va más allá de la simple acción palomitera? Todo esto puede ser cierto, pero no cabe duda de que si quieres ofrecer algo parecido a todo lo que he dicho más arriba, hay que hacerlo bien y Millar aprueba con nota. Para empezar, las situaciones son ocurrentes, predomina la confusión, la precipitación de los acontecimientos y la misma presencia de Logan, el cual está tratado como nunca, ahora que vuelve a ser parte de los "buenos" sin dejar de ser tan cabrón como lo ha sido hasta ahora. Vale que se haya convertido en un asesino sin más, contrastando con lo que nos ofrecía Rucka en lo referente a la caracterización de Logan como personaje que trata de redimirse y se siente frustrado al estar dominado por su bestia interior. Pero, vamos a ver, ¿de qué sirve tener a un canadiense con mala leche, tres garras de adamantium (el metal más resistente jamás conocido) en cada mano, esqueleto forrado del mismo material, instintos animales, factor de curación acelerado y entrenamiento de todo tipo si no puedes ponerlo en plena acción sin despeinarse? Dios, así es como hay que hacer un cómic de Lobezno.
Porque resulta realmente emocionante el inicio de la saga de marras, es impactante e impredecible, por no decir épico. De verdad que tenía los pelos como escarpias al ver ese Helitransporte en peligro, invadido por miles de villanos de serie-B atacando al unísono y sin piedad. Algunas escenas están muy pero que muy bien elaboradas, destacando la presencia del propio Logan, que hace la serie completamente suya en ese arrebato que tienen los científicos tras desconectarle de la terapia (ya que había sufrido cierto control mental por culpa de Hydra) sin haberla acabado, como última esperanza para salvarse. Por primera vez en mucho tiempo, no estaba seguro de qué iba a pasar cuando se le ve definitivamente suelto, Millar consigue que me pregunte si salvará a los presentes o complicará las cosas. Por muy obvia que fuera la respuesta, debo decir que aplaudo al guionista por conseguir emocionarme tanto en esa escena tan épica con el protagonista actuando de una forma tan salvaje y despiadada, escondido entre las sombras, sonriendo, acechando... Como si de Alien se tratara. En serio, ASÍ se trata a Lobezno, esto es épica y lo demás es tontería.
¿Y qué puedo decir de John Romita Jr.? Está soberbio, fabuloso, sabe narrar como pocos. Ya sé que me repito en este aspecto constantemente, pero es que es algo que aprecio en un dibujante y nadie, repito, nadie sabe transmitir tan bien algunas escenas como lo hace él, es simplemente fantástico. Realiza splash-pages en el momento justo, se preocupa por mostrarnos la escena de la mejor manera posible y encima lo consigue de una forma bastante cinematográfica. Tan solo hay que ver ese Helitransporte cayendo sobre el suelo, estallando en pedazos, es como si fuera capaz de dibujar cualquier cosa, cualquier situación. Se le puede achacar de tosco en cuanto a las figuras humanas, quizá las hace demasiado robóticas (esto se puede apreciar, sobre todo, cuando aparecen los villanos surcando el cielo) pero una vez aceptas ese estilo, eres capaz de ver lo coherente que es con el tipo de figura cuadriculada que ofrece, consigue volumen, dinamismo y expresividad. Me parece un estilo genial. Considero que está soberbio, vamos, y hacía tiempo que no le veía con este nivel, me alegro de que Quesada lo quitara de Amazing Spider-man durante un tiempo, porque si gracias a eso le tenemos en Lobezno con este nivel, por mí que siga así.
En definitiva, las palabras que mejor describen estos dos números serían épica y emoción. Para colmo, los villanos son creíbles y las cosas ocurren a lo bestia, así deberían ser todos los cómics de Lobezno (ups, me repito). ¿Vosotros qué pensáis? 9,5/10.
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