Reseñas ENERO presents: Especial Héroes Marvel.

-Capitán América #03.

Nunca me ha gustado demasiado el Capitán América, y mucho menos cuando empecé la colección dentro de la línea Marvel Knights, que, durante cerca de diez números, lo único que merecía la pena era el dibujo de Cassaday en la primera saga. Por esa razón, la acabé dejando. Pero he vuelto con la llegada de Brubaker al personaje y la verdad es que ando encantadísimo.

Las razones son varias, pero el único problema que le puedo achacar por ahora es su lentitud, su ritmo pausado. Sin embargo, es un ritmo cinematográfico soberbiamente ejecutado, muy acertado, nada que ver con el del Nuevos Vengadores de este mes, por poner un ejemplo bien claro.
Por otra parte, en este tercer número podemos ver que el guionista se ha empeñado en utilizar toda la mitología alrededor de este personaje, que resulta ser más rica de lo que parece (coleccionable de la etapa de Englehart en la serie del Capitán América, YA). Todo aderezado con bajas que ponen los pelos de punta y una organización que actúa a la sombra. Y es que algo grave se está cociendo y Steve Rogers es el nexo común de todas las conspiraciones. Más que nada porque hay un asesino metódico suelto, de los que no tienen contemplación alguna y promete hacerle verdadero daño al superhéroe abanderado, tanto físicamente como psicológicamente, la última muerte vista hasta ahora lo prueba.

Pues eso, tenemos una trama oscura, interesante y atrayente, que se concentra en el terreno más personal del Capitán y le obliga a moverse por varios lugares del globo.
Destacan los diálogos y la utilización de diversos secundarios como Nick Furia, Sharon y Unión Jack. Destaca también, sobre todo, aquella escena donde Brubaker, en boca de Rogers, critica a Millar por la crítica que hizo en Ultimates sobre la intervención de los franceses durante la segunda Guerra Mundial ("¿Te has creído que esta letra que llevo en la cabeza significa Francia?", frase donde Millar nos da a entender que los americanos son más valientes que los franceses porque éstos se rindieron durante la Guerra). Dos puntos de vista diferentes que diferencian a este Capitán América con el del universo Ultimate, lo que nos lleva a decir que el guionista sabe verdaderamente quién es el personaje con el que está tratando. Una delicia.

Pero nada de esto sería lo mismo sin el apabullante dibujo de Steve Epting, no hay queja alguna, es sorprendentemente bueno y no me explico cómo es posible que no lo haya conocido hasta ahora. Sabe dar un ambiente excelente y muy adecuado para lo que se cuenta a través de sombras muy acertadas con unos enfoques soberbios. A destacar el momento en que el Capitán salta desde muy alto para detener un Jet de I.M.A., es espectacular. Para colmo, hay un dibujante que se encarga de las escenas de flashback, este es Michael Lark, y no desmerece en comparación, de hecho también es muy bueno y, en su estilo, parecido a Epting.
Por supuesto, Frank D´Armata también merece elogios por su acertadísima paleta de colores, logrando el tono adecuado en todo momento.

Pues eso, la serie avanza muy lentamente, a su ritmo, pero ofreciendo una buena trama aderezada con unos personajes muy bien tratados. Interesante y prometedora es esta serie, a ver qué pasa cuando llegue lo bueno. 7,5/10.

-Runaways #09.

Aún hay quien se extraña cuando la mayoría dice lo maravillosa que es la serie de los jóvenes fugados de Vaughan. Pero es que es casi imposible que no guste, por su gran calidad en todos los aspectos, si hasta esta saga su mayor baza era el tratamiento de personajes (perfectos adolescentes), un atrevido nuevo concepto que resulta increíble que a nadie se le haya ocurrido antes (hijos de villanos que se unen para derrotar a sus padres, el sueño de todo adolescente) y diálogos muy ocurrentes. Ahora también puede decirse que ha tenido, desde el primer número, una trama asombrosamente elaborada y orquestada con mimo desde la primera página.

Y es que las revelaciones de este último número del primer volumen (en USA, que en España, según Clemente, está disfrutando de unas muy buenas ventas y va a continuar sin renumeraciones, lo que me alegra mucho) son de infarto, de esas que te dejan con la boca abierta y te llevan a pensar cómo es posible que antes no cayeras en ello. La ambigüedad al frente, no hay malos ni buenos, sino objetivos y opiniones diferentes. Sí señor.
Ah, y no estoy hablando de la revelación del topo, que es lo de menos.

A partir de aquí que no sigan aquellos que todavía no se hayan leído este cómic, avisados quedáis:

No hay duda, Vaughan lo tenía todo pensado desde el principio, el traidor no era solo tal cosa, sino que ya estaba al corriente mucho antes de la primera reunión que avistaron todos los miembros del grupo adolescente. Álex Wilder ha estado controlando a todos como si una partida de rol se tratara, todo para defender a sus padres de una traición que orquestada desde el principio. Así es como se explica la razón por la que reveló el pasadizo secreto de su casa para ver el ritual, así como la búsqueda de las armas y los poderes para acabar secuestrando a Molly. Por no hablar de que fue él quien decidió llevar a casa al que después resultaría ser un vampiro, con la idea de tener más gente para su causa.

En definitiva, ha sido la mano invisible que los movía a todos desde el principio, dicha revelación es la que cambia por completo la trama de la colección entera, haciéndola más rica, interesante, compleja y emocionante. Vamos, un trabajo completo, Vaughan se ha lucido con este primer volumen, que podría decirse que es toda una maxiserie.
De hecho, en cuanto he acabado de leerme este número, no he podido evitar ojear todos los anteriores para comprobar si las piezas coincidían, mayor ha sido mi sorpresa al ver lo mucho que había cambiado el cuento.

Concentrándonos en el número final, no solo tiene esa sorpresa, sino que ofrece un clímax muy acertado, con una gran pelea que desemboca en el fracaso más absoluto del Orgullo. Hasta hay bajas, aunque es curioso, porque muere cierto mentiroso y aun sientes un poco de piedad y lástima por él y sus padres, podría decirse que han estado muy bien caracterizados todos y entendías sus motivos, de ahí la ambigüedad.
Por otro lado, la intervención tardía de cierto Vengador solo es capaz de hacernos ver que esta colección está más ligada al universo Marvel de lo que aparenta a simple vista.

Finalmente, con la intervención de los Vengadores, todos los chicos vuelven a ser separados durante un largo tiempo. Asistimos a un bonito reencuentro que sirve para profundizar aun más en unos personajes que han cambiado muchísimo a lo largo de los números, tan solo hay que ver ciertas inclinaciones sexuales de Karolina (que se corresponden a acciones anteriores, nuevamente), el desdén de Nico hacia los hombres o la inesperada relación de Gert y Chase, muy acertada.
Vaughan, por cierto, sigue metiendo ciertos detalles de la cultura general como el mismísimo James Dean o cosas extraídas del universo Marvel, como la Corporación-X.

Adrian Alphona se porta como siempre, es decir, muy claro, dinámico, expresivo y de un estilo a caballo entre el cartoon y el manga (es discutible, claro), muy pero que muy acertado para la serie. Controla muy bien el volumen y la caracterización de cada uno de los personajes, es muy eficaz en las batallas, sus diseños son geniales (sobre todo la vestimenta de los chicos, pero la verdad es que sus Gibborin resultan un tanto ridículos), no escatima en detalles, etc, etc. Vamos, que es un dibujante que se inicia de puta madre en esta serie. Mmmh, ¿alguien se lo imagina en Ultimate Spiderman? De infarto.

Pues eso, un nuevo comienzo para unos aspirantes a héroes, fugitivos (llega a recordar en muchas ocasiones al inicio de los Thunderbolts, curioso) que ya no son tan principiantes. Recomiendo seguirlos con fervor, si siguen mostrando la calidad de hasta ahora, estaremos ante una gran serie. 10/10.

MK Spiderman #08.

Desenlace de la saga que se marca Millar sobre Veneno. Aunque sin Eddie Brock, lo que logra un aire fresco bastante novedoso frente a ver la misma batalla de siempre. Es decir, villano clásico, personaje nuevo, no está mal la idea, aunque contradice muchas de las cosas que se decían sobre el simbionte.
Destaca el partido que ha sabido sacarle el guionista a los cuatro números de los que consta la saga, lejos de ofrecer una argumento alargado hasta la saciedad, lo cierto es que ha sido una saga donde la batalla final ha sido lo de menos, ya que han sido tratadas todas las consecuencias de los números anteriores, como la recompensa que ofrece Jameson por Spiderman, el nieto de Adrian Toomes, el secuestro de tía May (que aun sigue inconcluso), etc.

Eso sí, la verdad es que este número tampoco es que sea uno de los mejores, porque la batalla final acaba siendo una más, no ofrece la misma espectacularidad que se vio en la de Elektro o la del Buitre en la misma colección, es curioso. Aparte de que, ese golpe de efecto que hay por medio (Veneno pilla desprevenido a Spidey) deja un poco a medias, entre sorprendido e incrédulo, por el cambio de personajes y la confusión de Fortunato, que no resulta muy creíble.
Otro tema a tratar es el comportamiento de Peter con Jameson, que deja a cuadros, ese ardid que se ha marcado es excesivo, cuesta imaginar al protagonista mintiendole a alguien de esa manera, implicando a una tercera persona. Sin embargo, su decisión sobre lo que hace al final con el dinero sí que es propia del personaje, muy acertada.

Otras cosas como el terrible destino de Eddie Brock hacen que el número esté repleto de aciertos, pero con algunos detalles bastante extraños. Sin duda, lo mejor de Millar es su valentía con los argumentos y los comentarios cínicos de sus villanos, que están repletos de mala leche y chulería, cosa que se agradece, porque los hace más realistas y creíbles, por encima del típico: "Te mataré, Spiderrrmannn".

Este mes no contamos con los Dodson para realizar el número, lo cual es una pena, pero el sustituto no es nada despreciable, otra vez Frank Cho. Se porta bastante bien, es un dibujante de línea clara muy detallista, elegante y meticuloso, bastante atractivo y espectacular cuando debe. La única queja que podría hacer de él, siendo bastante quisquilloso, es su estatismo a la hora de dibujar la acción. No es tan frenético como los Dodson, que además se curran más el espacio donde los personajes pelean, es el único punto flaco que puedo sacarle.

En definitiva, no es un mal final de saga, aunque la pelea deje un poco indiferente frente a batallas anteriores y hayan ciertos detalles un tanto extraños. Por lo demás, se deja leer, aunque sea el más flojo de la colección hasta ahora. 6/10.

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