
Gladiador veía las informaciones que provenían de Coruscant con profunda preocupación. Su protegida, la Majestrix Lilliandra, recientemente habló con la Princesa Leia sobre los problemas que los Shi´Ar tuvieron con el Imperio durante la guerra entre el Imperio y la Rebelión, en lo que a armamento se refiere. Ahora, con el Emperador Palpatine en el poder... las cosas podrían volver a ser como antes.
-Gladiador, infórmame sobre Coruscant. ¿Hay señales de que la Princesa y su hermano sigan con vida?
-No se sabe nada de ellos, Majestrix. Lo único que se sabe es que se están movilizando flotas de naves. Según parece, el Emperador va a hacer una demostración de fuerza en... en...
-Donde, Gladiador, necesito saberlo.
-La Tierra, Majestrix. Flotas de naves imperiales se dirigen a la Tierra.
La cara de Lilliandra es una mezcla de sorpresa y tristeza. Antaño, la Tierra se mantuvo al margen de la guerra entre Rebeldes contra el Imperio, pero ahora...
-Puedes retirarte, Gladiador, necesito estar sola.

-Sujétate fuerte. Esperemos que la nave esté allí cuando lleguemos.
-¿Sospechas que nos estarán esperando?
-Tengo un mal presentimiento.
-Sabía que diría eso.
El motor de la bikespeeder ruge con fuerza, y comienza a moverse. Con habilidad y sigilo, el Señor Oscuro sortéa varios controles que los reptilianos tienen en la oscuridad de su noche. Tras varios kilometros de senderos y repechos desérticos, Vader y Han Solo llegan al lugar donde, invisible al ojo reptiliano o de cualquier escaner, está el Superdestructor.
-Activación entrada bikespeeder.
"Entrada para bikespeeder abierta". La voz que proviene de la nave deja paso a una pequeña abertura por donde el Señor Oscuro de los Sith lleva a la bikespeeder.


-Almirantes, el Imperio necesita un golpe de autoridad. Una muestra de que no habrá piedad con la Rebelión. Tengo información sobre donde podría estar la base de los rebeldes que quedan.
-¿Dónde podrían cobijarse? Apenas hay datos coherentes por los rumores que hay.
-Almirante Daala, será la encargada de mover sus flotas cerca de la Vía Láctea. En ese sistema se encuentra la probable base rebelde.
-Sí, mi señor.
El holograma de la Almirante Daala desaparece, quedando sólo el del Almirante Thrawn.
-Almirante, Lord Darth Vader irá a su flota, poniéndose al mando. Usted seguirá sus órdenes.
-Como ordene, mi señor.
El holograma desparece, y una sonrisa de placer asoma por la boca del Emperador.
LA SEMANA QUE VIENE... XANDU.
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