Aqui os dejo algunas de las impresiones que nos ha dejado este último salón del cómic de Barcelona:
Merrick:
Lo primero que tengo que decir es que no soy precisamente un visitante activo del Salón, es decir, no voy a conferencias ni busco dibujitos ni firmas... pero disfruto como un enano paseando entre los stands, buscando saldos, mirando portadas y, sobre todo, sintiéndome rodeado de gente que aprecia los cómics.
Un año más he podido disfrutar (en el buen sentido) de estos placeres, y de algún otro más:
- La gente: Si lo dicen será verdad, somos una pandilla de frikis. Frikis de todas las edades, frikis que leen, que no se pelean con el de al lado, que no gritan, que se comportan educadamente. Sí, algunos se disfrazan, otros somos tímidos... somos frikis, de acuerdo, y a mucha honra.
- El stand de Planeta: Siempre tan limpio, tan ordenado, con sus estanterías y sus seguratas... no sé, que me hace gracia, oyes. Este año además estaban todos esos preciosos tomacos de Absolute Watchmen tentándome, tentándonos... y no sólo allí, claro. ¿Me lo cambiarían por el que tengo de Norma?
- Las exposiciones: No brillaban mucho este año, pero sólo poder ver originales de Juanjo Guarnido (por segunda vez, eso sí) ya compensa el precio de la entrada. Preciosa también la muestra de Pablo Alaudel. Y un capón para la de 300, sin ningún original, parecía más bien simple publicidad de la película.
- Los bloggers: Lo reconozco, el temor al rechazo que provoca mi terrible aspecto (léase mi timidez) me impidió acercarme a la quedada bloggera, pero al menos tuve el gran placer de conocer a mis dos colegas Kike e Iván, dos tíos +Qmajísimos e improvisados representantes de
los Ultomates (que se lo digan a Viturtia). También tuve la fortuna de saludar al saladísimo Yorkshire en un breve pero prometedor encuentro.
Como punto negativo, me dio la sensación de que esta sala de la Fira era algo más pequeña que la del año pasado y noté varias ausencias entre las tiendas habituales de Barcelona. Por otro lado, sería positivo para futuros años que la organización preparara mejor los encuentros entre artistas y bloggers, y que se planteara realizar actividades más participativas, como concursos, sorteos, etc. En fin, que parezca un poco menos un mercadillo.
IvánN Díaz:
Hacer una valoración de mi primera visita al Salón del Cómic de Barcelona es un poco complicado. En primer lugar, porque es la segunda vez que asisto a un encuentro tan masivo entre lectores de cómics y, además, porque la experiencia me ha dejado sin aliento.
Para empezar, hay que hacer referencia obligatoria al recinto donde ha tenido lugar el evento. Enorme. Inmenso. Nunca se hizo pequeño, ni siquiera el sábado, cuando la afluencia de público fue mayor. Amplios pasillos que evitaban el agobio (aunque hubiese zonas, como las de las firmas de Planeta y Norma) donde no se pudiera dar un paso debido a las inmensas colas que se llegaron a formar para conseguir dibujo o firmas de los autores. Nunca llegué a sentir calor agobiante (pese a la agradable temperatura que tuvimos en Barcelona). Y es de agradecer que, debido a la amplitud del lugar, se pudiese encontrar fácilmente dónde sentarse y descansar los pies. Por lo demás, creo que se aprovechó al máximo las posibilidades que ofrecía y que, aunque la zona de algunas de las exposiciones quedó algo desangelada en comparación con la zona de los stands de editoriales, tiendas y fanzines, no puedo imaginarme una distribución mejor.
Las exposiciones estuvieron francamente bien. Distribuidas por diferentes zonas del recinto, con lo cual podías toparte con alguna en cualquier momento y verla con detenimiento. Además de las típicas exposiciones de dibujos en cuadros colgados de las paredes, destacó el ingenio de exposiciones como la de El Jueves, la de la Escuela Joso o la dedicada a Asterix. La que más me gustó fue la de Blacksad, obra que aún no he leído y que no sé por qué estoy tardando tanto en hacerlo. La de El Jueves también me sacó más de una sonrisa.
Debido a problemas de agenda, no pude acudir a demasiadas actividades. Principalmente, he de
hacer referencia al encuentro con Steve McNiven, que fue muy ameno (en los próximos días haré una breve crónica) y la conferencia acerca de las adaptaciones al cine con Palmiotti (muy agradable) y Chaykin, entre otros. Tras empezar con un considerable retraso, y con interrupciones varias debido a la megafonía del recinto, los invitados conversaron acerca de las diversas posibilidades que ofrecen ambos medios, cómic y cine, para contar historias y desarrollar personajes para pasar a comentar las adaptaciones del cómic en la gran pantalla. A través de conocidos, he tenido la oportunidad de conocer cómo se desarrollaron algunas de las clases magistrales (como la de Chaykin), pero no comentaré nada porque, al no estar allí, pues no sé hasta qué punto sería una opinión fiable.
Pasando ya a comentar los stands, como buen friki que soy, he de confesar que creo que miré y remiré todos los que había, desconsolándome unas veces, emocionándome otras al encontrar esos números que tanto buscaba (como cuando encontré el 143 de Patrulla X vol. 1, el único que me faltaba para tener la serie de la Patrulla X completa) o flipando cuando veía algunos precios desorbitados por material más antiguo que yo… o casi. Además, en los stands de las editoriales pude ver a muchos dibujantes españoles en acción y hasta pude charlar con algunos de ellos o escuchar lo que les comentaban a mis amigos, generalmente, comentaban las frikadas que les pedían mis amigos o decían grandes verdades acerca de ser un autor de cómic en España.
En cuanto al “Salón paralelo”, mi experiencia no podría ser más positiva. Tener la oportunidad para saludar a amigos, bloggers a los que tenía ganas de volver a ver o conocer, charlar de tú a tú con gente a la que “leo” cada día, comprobar que mi imagen mental de más de uno y de dos bloggers eran correctas (ji ji ji), echarme unas risas con mis amiguetes, ir muy brevemente a la quedada bloggera, frikear, soltar chistes frikis sin que me miren mal, estrenar la camiseta oficial de +QC…
Vamos, que es una experiencia positiva y que, espero, intentaré repetir el año que viene.
Kike:Este año, además de ser la 25ª edición del Salón del cómic, era mi cuarta visita consecutiva a este evento y el primer año que he podido estar los cuatro días y, por lo tanto, ver todo con algo más de tranquilidad.
Este año se ha celebrado en el recinto situado en frente al del año pasado (ocupado este año por la feria de turismo), algo más pequeño que el otro pabellón (o eso parecía, quizás solo sea que la zona de exposiciones era más pequeña), aunque tampoco se notara mucho. El jueves ya tenía una cantidad considerable de visitantes, aunque se podía pasear por los stands y exposiciones con tranquilidad y ningún tipo de agobio ni nada por el estilo. En esta ocasión las exposiciones fueron muy interesantes, sobre todo las centradas en Blacksad, Asterix, el género negro o la centrada en el trabajo de Victor de la Fuente,el tebeo valenciano, sin olvidar a las originales exposiciones de la escuela Joso y la trayectoria de sus alumnos o la hinchable de El Jueves. Quizás se echara de menos una Exposición conmemorando el 25 aniversario, o algo en ese estilo.
El encuentro con Steve McNiven fue muy interesante, con muestra de originales, y preguntas del público al autor (de la que Iván os hará un breve resumen un día de estos). Otra cosa bien distinta eran las firmas, plagadas de gente desde horas antes de la hora de firma, lo que hacía que se tuviera que estar por ahí al menos más de una hora. Quizás algo reprochable sea la poca antelación con la que las editoriales dieron los horarios de firmas e invitados o los horarios de los invitados por Ficomic (sobre todo a los que iban de fuera).
Como cada año, lo demás estaba compuesto por los stands de las editoriales, tiendas,los de la escuela Joso, el de fanzines, o dos para jugar a la Wii, o probar el juego de Spider-man 3 en la Playstation 3 (en el stand de dicha película, algo soso, con tan solo la posibilidad de reservar la entrada para conseguir palomitas o bebida gratis, o ver uno de los antiguos trailers).
La asistencia del sábado y el domingo fue considerablemente superior, hasta el punto que el poder ojear entre los stands, o ir de un lugar a otro era ya algo complicado de hacer. Otra parte que no falla nunca, es el pequeño grupo de gente haciendo cosplay.
Como siempre es una buena ocasión para buscar cómics antiguos o ediciones USA, o todo tipo de “muñequitos”, o comprar simplemente parte de la gran cantidad de novedades que salían este mes.
En definitiva ha sido una experiencia que volveré a repetir, donde siempre conoces o vuelves a ver a otros “blogueros” ( Iván, Merrick, Francesc, Oneyros, Fox, Koldo, JM, Raúl Fernández, Toni Boix, Yorkshire, o a toda la gente de la quedada bloguera como Rafa Domene, El Tete, AzA, Javi, Bonache, Jotacé, Raúl Martos, Isaac Hernández, Chacal, Hombre Lobo, Kuroi Yume, Juanma del Sincriterio. ,Koskar, Laintxo, Salvi, El listo, Mike, o Franchu) o puedas llegar a charlar con autores o, incluso, editores o hacer alguna entrevista, además del nacimiento de nuevos proyectos.
En contra, podría decirse que en general se esperaba un mayor número de autores, o algún acto más para la conmemoración de estos 25 salones del cómic de Barcelona; como siempre en las colas para las firmas suele haber algo de desorganización, aunque suele pasar en casi todos los eventos de este tipo.