Reseñas ABRIL presents: Los Cuatro Fantásticos #20



Mark Waid está dispuesto a dejar huella en la gran familia de Marvel. Y es que después de la decepcionante (ya sea por culpa de los editores o de lo que sea) etapa de Pacheco y Marín, por fin estamos ante una temporada emocionante, donde todo puede pasar y además ocurren cosas bastante impensables. Así da gusto.

Y así se llamó la saga que precede a "Acción de Autoridad" (sin contar "La Quinta Rueda", que solo duró dos números y es bastante buena), "Impensable".
Para poder comprender muchas de las cosas que suceden durante la saga que nos ocupa en esta reseña, hay que leerse "Impensable", ya que ha tenido repercusiones muy importantes.

Impensable trata del enésimo retorno del Dr. Muerte, solo que no es un retorno cualquiera, suceden cosas que hacen justicia al nombre de la saga, y es que Victor Von Muerte decide emplear la magia sin armas tecnológicas para atacar a Reed y a su familia. Lo bueno es que para obtener el paso hacia la magia, necesita realizar un pacto con una tríada de demonios, sacrificando a su antigua amada para ello, en un excelente prólogo a la saga, merecedor de un 10.

Se explora sobre la rivalidad entre el patriarca del grupo de héroes y el villano, como dos caras de una misma moneda cuyas vidas tomaron caminos diferentes.
Pero lo mejor de esta saga es el tratamiento de Richards, enfrentándose a algo que desconoce por completo. Se trata de una saga bastante emocionante, que va sin prisa pero sin pausa, tiene un ritmo excelente y la acción transcurre sin monotonía, muy fluída y sorprendente. Sobre todo al final, cuando Richards logra utilizar el aparato que Extraño le proporciona, dejando confuso a Muerte, que es engañado y encerrado en el infierno junto a la triada.
Pero antes de eso, al final, deja una marca tremenda en la cara de Richards, una enorme quemadura que no se puede eliminar.

Después, en la Quinta Rueda, veremos las repercusiones que tuvo el hecho de que Franklin estuviera en el infierno, es un par de números de pausa, donde vemos que Richards está un poco trastocado y se humaniza en los personajes, sobre todo en la Cosa, que se convierte, por enésima vez, en un personaje entrañable.

Ahora, en Acción de Autoridad, vemos que Latveria tiene que ser dominada por alguien y los países vecinos quieren ir a por todas, se acerca una guerra. Sin embargo, Richards y su familia lo impiden y suben al castillo por la fuerza, toman el país por la fuerza, ellos solos. Al principio, los latverianos no están de acuerdo, pues a pesar de todo, el monarca los trató perfectamente, hizo que no hubiera crimen ni nada parecido, una utopía.
Después vemos a los 4 fantásticos destapando aquello que Muerte escondía, como las salas de ejecuciones y las armas que estaban en el castillo. Richards decide eliminarlo todo por si vuelve el monarca.
Y es que el guionista es inteligente y no pretende insultar a los lectores, ya avisa de que el monarca volverá, de un modo u otro, pero no se encontrará nada en pie, por lo que sorprende la actitud de Richards, que es muy lógica y no se había pensado antes.
Pero después, vemos que parece haber perdido la cabeza, pues se lo toma demasiado en serio y llega a pedir que destrocen las pertenencias del monarca y aplasta al grupo de revolucionarios con los robots de Muerte, como si tal cosa. El resto de la familia se queda sorprendida, al igual que los lectores.
Para colmo, SHIELD y la ONU pretenden pararles los pies, pues una invasión así, puede llegar a tener graves incidentes diplomáticos (muy sutilmente, Waid utiliza la actualidad como base, es una clara referencia a la invasión de Irak).
Pero al final descubrimos que todo era un plan elaborado por Richards, el cual pretendía encerrar para siempre a Muerte en un mundo creado por él, una especie de dimensión donde no pudiera escapar para que estuviera defenitivamente encarcelado. Lo mejor, que Richards también se quedaría allí con su peor enemigo, y para asegurarse de su encierro está dispuesto a sacrificar su vida para que los demás queden a salvo. En este número, vemos una gran conversación entre el villano y su carcelero que impresiona, realmente genial.
Por desgracia, Muerte escondía un as en la manga, y es que sigue contando con su magia y conoce el método de transpasar su mente a otro cuerpo, aunque para ello necesite un contacto directo, y la familia de Richards no está dispuesta a dejar a Reed allí, por lo que encuentran el método de llegar a la dimensión para rescatarle. Por desgracia, las cosas pasan bastante mal y... Muerte sale al exterior con el cuerpo de Sue.

Y así, con ese emocionante momento, llegamos al número 20 de la colección desde que llegó Waid. Muerte ha salido al exterior, triunfante, en el cuerpo de la que es, quizás, la más peligrosa y poderosa del grupo. Lo que el monarca no se ve venir, es que los latverianos ya no quieren verle, sino que encima le temen. Para colmo, encuentra su castillo completamente cambiado y ve cómo han desaparecido sus armas e incluso sus pertenencias, encontrando el lienzo de su madre rajado. Antes esta afrenta, Muerte pierde la cabeza y domina a la Cosa, estando a punto de romperle el cuello a una antorcha completamente indefensa. El final, es demasiado increíble para creerselo, sin embargo, el guionista, una vez más, nos hace ver que la muerte en el universo marvel carece de interés, pues siempre se vuelve de allí. Así que, Richards ya anuncia el modo de resolverlo.
Ahora habrá que ver cómo solucionará algo asi Waid, pues lo tiene bien difícil para ello.

Howard Porter, eso sí, no es Mike Wieringo, lo cual es una pena, pues no logro imaginarme cómo habría quedado esta saga con él dibujándola. Se trata de un sustituto un poco pobre, carece del estilo que venía llevando la colección y además tiene muchas limitaciones en cuanto a anatomía y expresividad. Además, se trata de un dibujante al que le va mejor las escenas de acción, y en una saga como esta... ni tan siquiera logra darle ambiente al castillo de Muerte y a la propia Latveria. El resultado queda un tanto pobre.

En todo caso, ha sido una saga emocionante que mantiene enganchadísimo, una segunda parte a la trama de "Impensable" muy superior a ésta, con más alicientes y donde podemos ver la importancia que cobra Reed Richards después de tanto tiempo, lo cual es de agradecer, pues era el más descuidado del grupo hasta la llegada de Waid. Lo difícil, repito, será lo que viene ahora, que habrá que verlo. 8/10.

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