Reseñas ABRIL presents: Ultimate X-men #27



Esta colección es muy joven, pero sin embargo, en tan solo 49 números, han pasado multitud de autores: Mark Millar, Adam Kubert, Chuck Austen, Andy Kubert, Esaad Ribic, Brian Michael Bendis, David Finch, Chris Bachallo, Kaare Andrews, Brandon Peterson y Brian Vaughan.

Pues bien, son demasiados autores para tan solo 49 números, demasiados. Lo cual ha sido bastante negativo para la serie, pues carece de profundidad.
Si es que los personajes están igual, ya hay un buen puñado en la serie y no tienen interés más allá de la chulería con la que Millar les ha impregnado. Una chulería y una actitud pasota, de ahí no han pasado. Por no hablar de la cantidad de refritos que han sido proporcionados, eliminándose de una tajada posibilidades como la de Proteus (muy mal empleado y una mala mezcla con Legión) y el Club Fuego Infernal. Y si para colmo añadimos el que apenas haya habido un respiro en toda la serie y el que Magneto pasase de ser el tío más inteligente y calculador del planeta (en Ultimate War) a un paleto del tres al cuarto (El Retorno del Rey) mejor ni hablamos.

Después llegó Bendis e hizo una saga paupérrima, más digna de un Team Up que otra cosa, donde Lobezno era el protagonista absoluto en compañía de Spiderman y Daredevil. En fin... mediocre. Por suerte, el guionista se fue de la serie dejándonos una saga bastante memorable, digna de Expediente-X, donde todo era conspiraciones con la Casa Blanca y se trataba el tema mutante con bastante oficio, hablo de "Nuevos Mutantes", claro.

Y ahora, llega Vaughan, con su saga "Tempestad".

¿Qué puedo decir de la saga? Esta vez, el grupo se separa en dos partes, en los más jóvenes y los más mayores. Por una parte están Cíclope, Lobezno, Jean, Rondador, Tormenta y Coloso, que son los más veteranos. Y por la otra están Bobby, Pícara, Dazzler, Kitty y Ángel.
Los personajes están mejor que nunca, por fin son tratados como debe ser y se tiene muy en cuenta lo que pasó anteriormente. Cosas como la relación entre Xavier y Furia (con eso de la Patrulla-X vigilada por SHIELD). Esa Pícara con carácter huraño, de inocencia perdida, pues estaba en la Hermandad y no tiene tapujos sobre el tema del asesinato. Esa Tormenta que por fin toma relevancia, que ha cambiado debido a la muerte de su querido novio e incluso intenta ayudar a Pícara a tomar una decisión importante. Ese Rondador que se muestra fan de las historias de piratas y que está feliz en el equipo. Ese aire de culebrón que parece haber entre los más jóvenes del grupo...
Sobre todo, que por fin, los personajes adquieren forma y son tridimensionales, pasando a ser mucho más que los chulitos descerebrados que Millar guionizaba. En definitiva, por primera vez en toda la colección, cobran vida y toman personalidad, lo cual es de agradecer.

El argumento gira alrededor de un asesino de mutantes, cuyos poderes son un misterio, ya que es totalmente indetectable a cualquier aparato, ya sean cámaras normales como Cerebro mismo. El asesino responde con el nombre de Siniestro y parece (mucho hincapié en esa palabra) que tiene alucinaciones donde ve a un ser muy extraño llamado Apocalipsis, el cual le ordena la muerte de 10 mutantes para ser mejorado genéticamente.
La Patrulla-X, aparte de querer enrolar a varios mutantes más como Estrella del Norte (al que salvan) y a Roberto DaCosta (Mancha Solar, el cual está en desacuerdo con ese "club" de Xavier), sale en busca del misterioso Siniestro por toda Manhattan, por desgracia, no ven venir el que su siguiente objetivo sea la propia escuela de Xavier.
Y es que Siniestro se infiltra y vemos cómo los jóvenes tienen que hacerle frente. A destacar el comportamiento de Pícara. Aunque, hay un error grave en la pelea, pues noquea al villano de un solo puñetazo, y hay que recordar que la mutante no tiene superfuerza en el universo ultimate, pues no ha habido una Miss Marvel a la que tocar.

Por lo demás, se trata de un argumento agil, que aprovecha muy bien ciertos conceptos del universo normal haciéndolos completamente nuevos y novedosos. Y es que nada es lo mismo, ni Siniestro, ni Apocalipsis, ni nada de nada. Hay homenajes por todas partes, desde el Nido y Corsario en Cerebro, hasta una pequeña masacre mutante bastante curiosa, pues las víctimas sonarán a quienes sigan las colecciones normales.
Cabe destacar también, ciertos detalles como esa escena donde el villano tira a Xavier por las escaleras, el hecho que Lobezno se haga tatuajes y no le duren nada porque son cicatrices, esa Dazzler que canta mientras pelea, etc. Detalles que se acumulan y enriquecen la lectura.
Al final de la saga, hay cabos sueltos que hay que atar, como todo lo que concierne a Siniestro, habrá que ver cómo se resuelve, porque los cimientos del villano ya están puestos, a ver a qué dirección van.

El dibujo de Peterson está bastante bien, realiza cuerpos grandes y tiene una buena noción del volumen y la espectacularidad la trata fráncamente bien. Aun así, tiene sus defectos, como que abusa bastante de las rayas, que hay por todas partes, ya sea en piedras como en paredes, suelos, sombras, etc. Pero lo peor es que realiza caras muy extrañas, no se maneja demasiado bien con las expresiones y realiza ojos muy grandes la mayoría de las veces. Por no hablar de que parece tratar de evitar realizar fondos. Sin embargo, no realiza un mal trabajo, aunque la serie ha tenido dibujantes mucho mejores.

Pues eso, con Vaughan la colección parece ir por buen camino y esta primera saga deja muy buen sabor de boca. A ver cómo sigue, pues si desarrolla más los personajes y va por el mismo camino, podría dejar huella. 8/10.

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