Reseñas ABRIL presents: Patrulla-X #109

Acaba por fin la horrible saga de Los Draco (la cual no entiendo por qué le ponen ese nombre, vamos) y no sé si alegrarme o quedarme como estoy, ya que cualquier saga de Austen siempre me depara una muy poco agradable sorpresa.
El final es la guinda del pastel, el no va más de las incoherencias sin sentido. Si es que hay tanta morralla incomprensible que no sé ni siquiera por donde empezar.

Empecemos por algo que había pasado por alto, a ver... ¿Alguien había pensado en el plan del padre de Kurt? Porque no le veo ni pies ni cabeza, se supone que quiere salir del plano donde fue encerrado por ángeles mutantes en el pasado (¿¿¿???). Pues entonces... ¿cómo sale al exterior para copular con mujeres? A ver, me explico... si sale al exterior... ¿para qué necesita hijos que abran un plano para salir de allí? Ejem... en serio, que alguien me lo explique porque es asombroso.
Por otra parte, de repente, Kiwi Black es bueno, decide rebelarse contra su padre después de haber matado a unos cuantos inocentes y haber luchado contra los X-men, y aun así lo aceptan en la escuela, como si tal cosa, aquí no ha pasado nada y no hay posibilidad de traición. Desarrollo argumental, sí señor.
Ah, y el chaval azul sin nariz que responde por el nombre de Nils, mintió a Azazel porque Kurt le cayó bien... Vamos, fabuloso, este sí que sabe.
Aunque, lo mejor es la reacción de Annie cuando ve que Bobby salva a su pequeño, qué gran mujer, aun cuando Álex anuló su boda por ella, va y se da un morreo con el hombre de hielo. Personalidad femenina made in Austen, sin duda.
De Mística mejor no hablar, que aparece solo para decir cuatro chorradas, tan fresca, como si aquí no estuviera pasando nada.
Y aun espero la explicación de cómo puede Polaris hacer lo que hace con los portales dimensionales.
Sobre Juggernaut y los ¿Alpha Flight? sin comentarios, porque vaya servicio que hacen éstos últimos y qué ineptitud la de Estrella, mirando cómo pasan las cosas y desaparecido la mitad del tiempo. Alucinante.

Menos mal que el dibujante no es Tan esta vez, sino un tal Takeshi Miyazawa. Y es que aunque no hace un trabajo muy destacable, por lo menos es mejor que aquel a quien sustituye. Eso sí, vaya birria de Azazel que dibuja.
En definitiva, un dibujo que se complementa con el guión, quizá un poco mejor, que no es bueno del todo.

En fin... que la saga entera de los Draco ha sido un despropósito total donde han explicado el peor origen de Kurt posible. Este personaje sí que es la víctima de toda la saga.

Respecto al segundo número que acompaña la edición, empieza una nueva saga de dos números donde Juggernaut va a ser el protagonista. Y empezamos bastante mal, porque lo único que encuentro reseñable es la enumeración de los delitos de Cain (un trabajo más del estilo de Busiek que otra cosa) que lee una irreconocible Hulka, la cual no parece tener nada mejor que hacer aparte de acostarse con el primer villano aparentemente redimido y encarcelado de turno que pille.
Aunque lo más increíble es ver a ese Rino tan... poco inspirado (y soy MUY generoso) atravesando a Juggy con sus cuernos para luego ver que las heridas han desaparecido por arte de magia. No solo ha perdido el Juggernaut GRAN parte de su poder, no, sino que encima se le ha añadido uno nuevo, un factor curativo mucho mejor que el de Lobezno. Sigh...
Por no hablar de la pobrísima excusa con la que liberan, tan rápidamente, al Juggernaut de la cárcel, que ya es otra cosa más que hay que sumar a la larga lista de despropósitos.

Ron Garney, por suerte, realiza el mejor trabajo que ha visto la colección durante un año o más (que no es ningún piropo habiendo contado con Asamiya, Tan y varios desconocidos), no tan mal como en la saga Guerra Santa pero tampoco al nivel de como dibujaba antes en otras colecciones. Hay que ver lo mucho que ha perdido este dibujante...

Una saga que promete ser mala de narices, aunque no tanto como las horrorosas "Guerra Santa", "Especies Dominantes" y la ya finalizada "Los Draco".

Evitar a toda costa, por favor. 2/10