Reseñas ABRIL presents: X-treme X-men #36



Después de reseñar la muy descuidada colección principal de los X-men, Uncanny, me toca algo mucho mejor, como es la que llevan a cabo Claremont y Kordey.

Esta colección tuvo un inicio MUY flojo, lo único realmente destacable y merecedor de un aprobado fue la saga que transcurre en Valencia (y tampoco, pues los diálogos y las cajetillas de Claremont atravesaban incluso a cualquier lector de Shakespeare, por no hablar de los fallos culturales del guionista sobre España) y Cisma. Sin embargo, la saga anterior a la que nos ocupa actualmente, "Intifada" es muy superior al resto y la mejor que ha pasado, por ahora, en la colección. Prisionero del Fuego es la continuación, y empieza bastante bien.

Todo gira alrededor de lo sucedido anteriormente, con Bogan como el centro de la historia y principal culpable de todo lo que acontece en Villa Soleada.
Se trata de un número más que agradable, donde los personajes vuelven a ser los que eran, resulta gratificante ver a estas alturas a una Pícara sin el miedo a tocar, besándose con Gámbito y hablando con miembros de los Nuevos Mutantes con tanta naturalidad y de cosas tan mundanas como la atrevida vestimenta de Paige Guthrie (¿está Claremont criticando sutilmente a Austen y sus parafarnalias sexuales? Jejeje). Lo dicho, relaciones entre personajes que son toda una gozada, sobre todo para aquel que los conozca. ¡¡Este es mi Claremont!!
Por otra parte, vemos que el guionista no desaprovecha a los secundarios que él mismo crea, tales como Marie y Ms Wheddon (ah, lo que tiene ser fan de Buffy), las cuales también tienen de que hablar, sobre todo con Sabia, que investiga sobre lo acontecido en la saga anterior.
Cabe mencionar un detalle bastante jugoso, que es el hecho de que trate de contactar con la mansión y la encuentre vacía, motivo de lo sucedido en Nuevos X-men, en Planeta-X. Llama la atención el hecho de que eso se tenga en cuenta.
Y finalmente, el número acaba con un Bishop, como luchador experimentado, derrotando a la cohorte de Bogan, aunque... no le sirve de mucho.

El dibujante, Igor Kordey, terriblemente criticado, me parece una aunténtica gozada para la lectura. Y ahora que cuenta sin el entintado de Scott Hanna, se puede ver que este entintador no embellecía sus lápices, sino que ni siquiera los respetaba del todo, pues con Greg Adams cuentan con una mayor precisión y cuidado.
Las escenas de diálogo están perfectamente narradas, con los personajes en movimiento constante, están vivos, tienen expresiones que corresponden perfectamente con los diálogos (va por Larroca, que no sabía cómo hacer a un personaje lamentándose, por ejemplo). Por no hablar de la tridimensionalidad de los volúmenes o las composiciones de página. Lo dicho, me parece un dibujo muy bueno.

La saga comienza bastante bien, habrá que ver si mantiene este nivel y Xtreme cierra con su mejor saga y la promesa de un mejor Claremont que el que comenzó con la serie. 8/10

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