Así, de esta paranoica y escalofriante forma comenzó oficialmente INFERNO aquí en España (pues se publicó en una miniserie aparte, de lo cual hablaré más abajo), pero la historia ya se había estado fraguando con anterioridad.
Alguna vez habré hablado en esta sección de algo que di en llamar “Crossover Necesario”. Me referí a él cuando hablaba de las diferentes formas de hacer un crossover en las editoriales. Sí, lo sé, todos los crossovers se hacen por razones comerciales, pero algunos tienen más sentido que otros, se diría que algunos crossovers se piden a gritos.
Inferno fue uno de esos crossovers que se pedían a gritos. Pongámonos en situación. Estamos en los años ’80 (si es necesario, recordemos lo dicho hace una semana en el post sobre La Caída de los Mutantes). Después de dos grandes eventos mutantes, se empezaba a pensar en cual sería el tercero, pues la idea había tenido bastante éxito en la editorial. Y aquí entramos al trapo. Louisse Simonson tenía una idea en mente, y era solucionar cierto problemilla que llevaba arrastrando en la colección de Los Nuevos Mutantes. Este problema era relativo a Illyana Rasputin, hermana de Coloso, y su lugar como gobernante de la dimensión demoníaca conocida como El Limbo. Quería cerrar los cabos sueltos y los subargumentos que había estado llevando con respecto a este tema y no había nada mejor para cerrarlo que en una espectacular saga.
Entonces entró al trapo Chris Claremont. Ambos autores dialogaban sobre sus repectivas colecciones y veían que había ciertos asuntos que tenían que ver con las formaciones de los dos grupos. Y es que, aunque no lo parezca, desde que se había fundado Factor-X, nunca se habían visto con La Patrulla-X, así que estos no sabían que Jean Grey estaba viva (para ellos, murió siendo Fénix). La gente pedía a gritos un encuentro de ambos grupos, mucho se tenían que decir… sobre todo después de la campaña antimutante de Cameron Hodge, que ponía a Factor-X a la altura de los peores enemigos que pudieran tener los mutantes. Por otro lado estaba Madelyne Pryor, personaje que ya se había convertido en habitual de La Patrulla-X, idéntica a Jean Grey, con la cual ya se había jugado con la idea de que tuviera alguna relación con La Fuerza Fénix y que, además, era esposa de Cíclope, líder de Factor-X, el cual la creía desaparecida o muerta. Está claro que todo esto tenía que estallar en algún momento.
Así tenemos varios asuntos relacionados con el mundillo mutante que debían ser solucionados cuanto antes y algunos de ellos eran solicitados por los propios lectores, había que hacer algo. Así que Louisse Simonson y Chris Claremont decidieron llevar a cabo el que sería el tercer gran evento mutante de los ’80, un crossover necesario por todo lo anteriormente expuesto, se pedía a gritos, un crossover que haría arder New York y que, como quien no quiere la cosa, uniría todos estos argumentos en uno. Ese crossover sería INFERNO.
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Hay que admitir que la cosa estuvo bien preparada. En los meses anteriores al comienzo de la saga, en las distintas series mutantes se veían precedentes al macroevento. En los capítulos de Factor-X se veían cosas extrañas, como trapas que saltaban en mitad de Manhattan sin venir a cuento, sombras extrañas en la ciudad, jerseys que parecían moverse o ya la presencia de una entidad llamada N’Astirh relacionandose con Cameron Hodge. Mientras tanto, en La Patrulla-X, Madelyne Pryor comenzaba a sufrir ciertos cambios, cambios que la llevaban a un lado oscuro que nadie se había esperado que pudiera aguardar –todo hay que decirlo, los lectores pensábamos que era un trozo de pan- todos relacionados con su esposo y la mujer –idéntica a ella- que se lo había llevado de su lado. En cuanto a Illyana y Los Nuevos Mutantes, su acercamiento cada vez mayor a su lado oscuro era notable, todo estaba a punto de saltar por los aires… y saltó.
La realización del crossover en sí fue espectacular. Cuando los lectores españoles nos enteramos de la existencia de INFERNO, empezamos a mordernos las uñas ante la previsión de lo que se nos echaría encima, por fin iban a solucionar esos argumentos. Aquí todavía estábamos en plena Caída de los Mutantes y ya nos estaban anunciando el megacrossover que alteraría toda New York ¿Cómo que todo New York? Eso lo veremos más adelante. El problema en España, fue la edición en una miniserie aparte. Esta miniserie contenía los capítulos principales de la saga: Esto es, los números de Los Nuevos Mutantes, La Patrulla-X, Factor-X y Los X-Terminadores, una colección creada ex-profeso para el crossover. Así como los complementos de Power Pack (como ya dije, se apuntan a todo megracrossover mutante que se precie y que, por cierto, fueron unos números bastante buenos y escalofriantes) y Los Vengadores. ¿Y dónde está el problema diréis? Pues que en España, las series mutantes no estaban coordinadas –por eso se publicó en una miniserie aparte- y cuando esta comenzó, en algunas series faltaban meses para llegar a ese evento, por lo que nos chafaron muchas sorpresas… por no decir, que cuando la miniserie aún no había terminado, ya se había publicado el capítulo de Factor-X con las consecuencias –muy bien, fantástico, cuando aún faltaban unos cuantos números para terminar la saga todos sabíamos quien moría y quien no- así que las cosas no fueron todo lo bien que podían haber ido en la edición española, pues la saga tenía sorpresas suficientes para hacer abrir la boca a más de uno.
Bueno, dejemos aparte ese pequeño problema. Pues, como decía la realización fue buenísima. Después de los preliminares saltó la historia en sí, que consistía principalmente en la invasión de los demonios del Limbo a nuestra dimensión. La primera parte de la saga, la importancia fue llevada por l
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Mientras los jovenzuelos llevaban todo el peso de la acción, los grupos de adultos estaban enfrascados en sus propias búsquedas. En sus series sólo veíamos el reflejo d
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Una vez derrotado N’Astirh, haciendo que la trama principal del crossover estuviera virtualmente s
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Y bien, ahí teníamos solucionados todos esos problemas que nos habían tenido dando vueltas durante tiempo en las colecciones mutantes. Los lectores nos quedamos contentos con uno de los crossovers mutantes que será recordado como uno de los mejores que se han hecho. Pero aquí no estaba todo, faltaba algo más.
Como todo buen megaevento que se precie, este tuvo sus consecuencias y sus Tie-Ins. Recordemos que los demonios habían tomado New York y prácticamente todos los superhéroes de la editorial MARVEL están en New York, así que muchas otras colecciones se vieron afectadas por el evento. Pero como ya he dicho, fueron Tie-Ins en los que veíamos cómo estos héroes se enfrentaban a los demonios, enemigos mutados por el hechizo del limbo o se tenían que enfrentar a la situación de que su ciudad se hubiera vuelto loca.
Así vimos Inferno, que, salvo por la publicación bastante descontrolada en España, nos dejó muy buen sabor de boca a todos los que la leímos en aquel entonces y la revisitamos de vez en cuando. Un crosssover necesesario que habíamos pedido. Tal vez lo que nos dieron no fue lo que esperábamos, pero igualmente fue del agrado del público.
A partir de aquí llegarían otros megaeventos mutantes, abriendo la veda a lo que serían los ’90, pero eso es otra historia que será contada en otro momento. La semana que viene, en esta sección, tendremos el primer cambio de registro que un servidor prometió. Pues ¿qué pasó cuando nos enteramos de que llevaban al cine a nuestros mutantes de comic favoritos? La semana que viene lo veremos.
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