La historia consiste en que los “locos” se apoderan de Arkham, toman rehenes y amenazan con matarlos si Batman no entra. Aunque Gordon intenta ofrecerle otra opción, Batman no hace caso pero muestra un miedo a lo que vaya a encontrar allí dentro. Una vez ha entrado empieza a observar el tratamiento que los médicos están dando a los pacientes, a algunos minando su personalidad como a Harvey Dent al que cambiaron su moneda por una baraja de cartas.
Mientras tanto se narra por otro lado la evolución de la cordura a la locura de Jeremiah Arkham, el creador del manicomio y da nombre al mismo.
El guión esta muy bien escrito, pero la historia que se cuenta a mí parecer, no es tan importante como el tratamiento de personajes. Un Batman asustado de que Arkham le haga sentir bien, unos médicos que han decidido quedarse por propia voluntad y destruyen psicológicamente a Harvey Dent, así como admiran el cerebro del Joker, poniéndolo a un nivel superior del resto. Además en algunos momentos, la evolución del personaje de Arkham recuerda a “Apocalypse Now” dado que esta estudiando mentes que en un principio ve como algo desagradable y con el tiempo llega a admirarlas hasta convertirse en uno de ellos.
El dibujo da la sensación que el comic necesita, de intensidad y colores apagados con alguna ráfaga de luz repentina, así como una sensación de tensión constante. Este dibujo acompaña genial al guión de Morrison dado que no solo narra genial todas las viñetas, sino que es bonito a la vista pero además da apariencia de locura.
En fin, una historia de Batman que sin ser la mejor del personaje, es muy buena, se podría leer como un libro. Los enemigos del murciélago son a mi juicio los más interesantes de todos los comics, y en este caso están muy bien aprovechados.
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