Una lanzadera se acerca a un Destructor Imperial que sobrevivió a la Batalla de Endor. Junto a él, varios Tie Fighter pasan en formación rozando casi la lanzadera, que se introduce cual minúscula pulga en el hangar de la nave. Dentro, casi dos centenares de soldados de asalto imperial en perfecta formación, detras del Almirante Thrawn, uno de los más terribles y tenaces Almirantes que jamás tuvo el Imperio. La lanzadera aterriza perféctamente, y pasado un breve tiempo, una rampa desciende para que de la lanzadera salga el clón de Darth Vader enviado por el Emperador. Ignorando la condición de sucedáneo del verdadero, Thrawn se inclina ante el clón.
-Lord Vader, recibí las órdenes del Emperador. Yo y la flota que comando, estamos a su disposición.
-Sólo he visto ésta nave. Esperaba todo un destacamento de naves escoltando al Destructor.
-Eso es lo que quería que viera. Flota: despliegue total.
A través de una pantalla holográfica, se vé como del satélite en el que estaba en órbita el Destructor, aparecen varios Destructores Imperiales, Victory... así como decenas de Tie Fighters, Tie Bomber, y Tie Interceptor que se incorporan al Destructor de Thrawn.
-Impresionante, muy impresionante. Partamos hacia la Tierra. Daala se nos incorporará al llegar, junto al resto de naves.
En el Mundo de los Muertos, las cosas no marchan bien: Una de sus residentes, Melinda, encontró una manera de contactar con los vivos, concrétamente con quien fuera su gran amor, un amor que domina las artes místicas... y se llama XANDU. Dicho hechicero logró conseguir algo que no parecía volver a obtener: el Cristal de Kadavus. Antaño, Xandu logró el cristal para tratar de resucitar a Melinda, pero el Doctor Extraño lo impidió. Ahora, Xandu vuelve a intentarlo... sin aparente oposición. -¡Oh, amado, dame la vida de la que fuí quitada!
En el mundo de los vivos, Xandu realiza sus rituales y sus hechizos arcanos... hasta que una silueta se conforma frente a él, una silueta conocida, la del Doctor Extraño.
-Xandu, detente en tus intenciones. Resucitarla traerá el caos y la destrucción.
-¡No toleraré jamás tus bravatas! ¡Yo soy el genuino dominador de los Vientos de Watoomb!
Tiempo atrás, Xandu robó al Doctor Extraño, su parte de la Vara de Watoomb, con la cual dominaba en su totalidad los Vientos de Watoomb. Sin embargo, fracasó por culpa de Spider-Man y el Doctor. Hechizos y contrahechizos se suceden por las dos partes, mientras parte del cuerpo de Melinda va saliendo del cristal, rodeado por otras manos de gente que ansía vivir.
-¡Mira lo que has hecho, Xandu! ¡Has abierto un portal para los muertos, una fusión dimensional!
Xandu ignora al Doctor Extraño y acude a por Melinda, a rescatarla... pero el cristal se parte en infinitos trozos... que el Maestro de las Artes Místicas desperdiga por infinitas dimensiones... para enfado de Xandu.
En los monitores del Superdestructor, todo eran notícias y advertencias. Han Solo se preocupaba al ver toda la información desplegada... y una notícia alarmante:"INTENTO DE CONTROL DE LA NAVE DESDE CORUSCANT"-Vaya, parece que al Emperador le gustaba ésta nave para volver a jugar al Imperio.
-Coloqué sistemas antibloqueo y de control a la nave. Sólo se activan con una clave que yo sé... y él no.
-Bueno, al menos Luke y Leia siguen vivos.
El gigantesco mapa holográfico del Superdestructor muestra dos destellos yendo por rutas opuestas, una de ellas conocida por Han: Bespin.
-Leia se dispone a conseguir ayuda de Lando. Espero que tenga suerte.
-¿Hay movimiento de tropas?
-Sí-Han Solo ve una gran masa de destellos que va dirécta a un planeta bastante alejado de Coruscant: La Tierra-, y son numerosos.
-Siento algo. Siento algo que debía ser mío. Vayamos al planeta a defenderlo.
Han Solo tiene escalofríos al oir a su suegro hablar así, mientras la nave inicia acciones de despegue.
Diana era llamada por su consejo de mando. Al parecer, tenía una holollamada desde Coruscant. La reptiliana militar de Sirius esperaba pacientemente dicha holollamada, que sólo podía significar una cosa: volver a la Tierra. Colocada en el círculo receptor, la figura del Emperador Palpatine se formaba ante sus ojos.-Salve, Emperador.
-Diana, vuestro momento ha llegado. He enviado una flota para la Tierra.
-Dijisteis que sería Sirius quien pudiera regresar al planeta.
-Y así sera. Lo haréis como refuerzo de otra flota que enviaré allí.
-Espero que recibamos la cura para la toxina roja.
-La recibireis de la mano de mi aprendiz, Darth Vader. Él se ha ocupado de desarrollarla.
LA SEMANA QUE VIENE.... BRAINIAC.
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