La nueva invasión en la que se ve sumergida el universo Ultimate (recordad que la primera que pudimos ver fue la de los Chitauri) toca a su fin, a la espera de una mayor que vendrá y parece que sacudirá el cosmos. A ver si es verdad, porque si Ellis no se esfuerza me temo que tendremos un desenlace tan pésimo y mal ejecutado como el que podemos ver aquí.
Y es que no puede ser menos emocionante, aparte de que todo sucede muy precipitado, tantos números de diálogos donde apenas pasa nada y se da fuerza a la interacción para que, al final, en un número las cosas se resuelvan un poco porque sí. Detalles como el enfrentamiento en la Tierra, con hordas de extraterrestres que parecen no ser nada del otro mundo (incomprensible que al Capitán Marvel le costara enfrentarse tanto a uno solo de ellos), ya que los superhéroes se lo pasan pipa y no dejan de realizar comentarios como: -"¡¡Estoy machacando extraterrestres!!" Este tipo de comportamiento le resta toda la emoción posible a la invasión, que queda incluso anecdótica, sobre todo porque acaba con un simple movimiento de Thor. En resumen, que parece una merienda campestre.
En cuanto a los que se fueron a por la nave Kree... Es aun peor, no solo se infiltran como si tal cosa (si tenían un puente de aterrizaje abierto y todo), sino que además se pasean por los pasillos enfrentándose a la especie alienígena más lastimera jamás vista, todos abatidos por flechas y poco más. Y claro, también tenemos al Ojo de Halcón más insoportable del mundo, no se parece en nada al que Millar realizó, aunque me temo que se ha quedado con esta personalidad tan deprimente y prepotente. Eso sí, lo peor es cuando descubren al jefe: Yahn Rgg, que está bien refugiado en una cápsula de escape porque ha puesto el código de autodestrucción (un chico listo y a seguir, total, se ve que es taaaan malo que no le importa que mueran sus congéneres, si es que sobrevive alguno con el ataque de nuestros, ejem, héroes). Lo que viene a continuación no puede ser más absurdo, no solo sabe hablar inglés porque sí, sino que controla (¿?) el traje del Capitán Marvel (o Mahr Vehl, que las haches intercaladas molan) sin explicación alguna, incomprensible. En todo caso, cuando vemos que los chicos se las apañan para entender una tecnología alienígena de lo más rudimentaria (flechas en agujeros para destrozar una absurda cerradura, ¿dónde queda la imaginación?) y atrancan al gran jefe malo en su propia cápsula de escape, asistimos nuevamente a lo maaaalo que es Gah Lak Tus, lo mucho que vamos a sufrir, etc, etc, etc. Aburrido, soso, poco emocionante y de imaginativo ya no hablemos. Tenían la oportunidad de presentarnos a la raza Kree de una manera impactante pero nos muestran esta bazofia, ya les vale.
Si al menos el dibujo de Tom Raney mereciera la pena, otro gallo cantaría. Pero no, resulta que sus Kree no pueden ser más ridículos, parecen tiburones andantes con extrañas formas en la cabeza y unas poses al andar que los hacen mariposones. Aparte, es incapaz de mostrarnos un ambiente decente dentro de la nave y se contenta con unos pasillos curvados con un par de adornos que apenas llaman la atención. Verdaderamente cutre, no se molesta en transmitirnos claustrofobia, la sensación de una especie alienígena interesante, nada de nada, hace un trabajo realmente pobre en este aspecto.
Por lo demás, ya conocéis el estilo de Raney, y aquí no realiza su mejor trabajo que digamos. Sorprende ese Thor tan poco impresionante que es capaz de hacer y ese Iron Man cuya armadura parece de plastilina. Su trabajo en esta miniserie solo nos lleva a pensar lo mucho que hemos perdido tras la ausencia de McNiven, una pena.
En definitiva, un final penoso y decepcionante, como en la mini anterior. Vamos bien, espero que Ellis sea capaz de darle a esta trilogía de miniseries con Gah Lak Tus a la cabeza el final que se merece. Dejadme que desconfíe de ello, JA. 4/10.
Por suerte, vuelve Millar para relatarnos en unos seriales que en USA fueron sacados dentro de las series Ultimate durante un par de meses. Panini tiene el acierto de juntarlos todos en un solo número para una mejor lectura, en el momento y la miniserie adecuada. Estos seriales recibieron el nombre de Ultimate Visión y va sobre eso, sobre el/la robot que se encarga de avisar a los planetas de la llegada de este ser sin escrúpulos y taaaan terrible, para que puedan estar preparados. Lo curioso es que este es, precisamente, el mejor número de todo este Special, por encima del Ultimate Nightmare y el Ultimate Secret, y es que Millar sabe cómo transmitirnos el peligro y la impotencia que significa la llegada de ese invencible ser. La Visión, además, queda introducida en el Universo Ultimate y descubrimos que aquel aspecto diseñado por Madureira tiene su sentido tras haber visto esa cosa roja que colgaba en el último número de Nightmare (la primera miniserie, número 3 de esta colección) y ahora, además, conocemos su origen.
El problema de todo es que, aunque el relato sea fantástico (en el mejor sentido de la palabra) y tenga alguna que otra escena acertadísima como aquella de Jean con Lobezno o la de Sue y Reed, aunque tenga a unas civilizaciones muy diferentes entre sí luchando por su supervivencia inutilmente, aunque esté muy bien escrito, es un arma de doble filo.
Con esto quiero decir que si Warren Ellis no utiliza bien las cartas que tiene sobre la mesa, fracasará estrepitosamente y hará que el concepto quede anecdótico y superficial, en un burdo intento de hacer sorprendente la llegada de ese ser tan misterioso y temible, o al menos tanto como nos lo quieren hacer creer. Porque Millar se digna en mostrarnos las civilizaciones muy adelantadas y preparadas, para que al final todo sea inutil, esto nos lleva a preguntarnos ¿cómo diablos podrá la Tierra defenderse de un monstruo así? Pues eso queda en manos de Ellis en su Ultimate Extinction (próximamente en los quiscos o librerías), si no es imaginativo ni capaz de hacer creíble la detención de la amenaza... Digamos que todo habrá sido en vano y absurdo.
En cuanto a John Romita Jr., no realiza aquí su mejor trabajo precisamente, porque me da a mí que lo hizo con prisas y casi sin ganas, este no es el Romita que pude ver en El Hombre sin Miedo o el Amazing Spiderman. Ni tan siquiera el de la primera saga de Pantera Negra, la de Hudlin, que ya es decir. No sé si también es por el entintado, pero eso no excusa la tosquedad del trazo ni la falta de detalles que muestra aquí este gran maestro. Aún asi, un JR JR flojo sigue siendo bastante bueno, y es que los extraterrestres que muestra son mucho más imaginativos e interesantes que los Kree de Raney, por ejemplo. Vamos, que sigue siendo lo suficientemente bueno como para transmitirnos todo lo que el guión debe transmitir, sigue siendo un mago de la narración. Qué ganas tengo de volver a verlo al 100% en cualquier colección, con Hanna de entintador a ser posible.
En definitiva, un buen relato que sirve de prólogo ante la inminente llegada de ese ser hambriento sin piedad. A ver si Ellis está a la altura. 8/10.
Y es que no puede ser menos emocionante, aparte de que todo sucede muy precipitado, tantos números de diálogos donde apenas pasa nada y se da fuerza a la interacción para que, al final, en un número las cosas se resuelvan un poco porque sí. Detalles como el enfrentamiento en la Tierra, con hordas de extraterrestres que parecen no ser nada del otro mundo (incomprensible que al Capitán Marvel le costara enfrentarse tanto a uno solo de ellos), ya que los superhéroes se lo pasan pipa y no dejan de realizar comentarios como: -"¡¡Estoy machacando extraterrestres!!" Este tipo de comportamiento le resta toda la emoción posible a la invasión, que queda incluso anecdótica, sobre todo porque acaba con un simple movimiento de Thor. En resumen, que parece una merienda campestre.
En cuanto a los que se fueron a por la nave Kree... Es aun peor, no solo se infiltran como si tal cosa (si tenían un puente de aterrizaje abierto y todo), sino que además se pasean por los pasillos enfrentándose a la especie alienígena más lastimera jamás vista, todos abatidos por flechas y poco más. Y claro, también tenemos al Ojo de Halcón más insoportable del mundo, no se parece en nada al que Millar realizó, aunque me temo que se ha quedado con esta personalidad tan deprimente y prepotente. Eso sí, lo peor es cuando descubren al jefe: Yahn Rgg, que está bien refugiado en una cápsula de escape porque ha puesto el código de autodestrucción (un chico listo y a seguir, total, se ve que es taaaan malo que no le importa que mueran sus congéneres, si es que sobrevive alguno con el ataque de nuestros, ejem, héroes). Lo que viene a continuación no puede ser más absurdo, no solo sabe hablar inglés porque sí, sino que controla (¿?) el traje del Capitán Marvel (o Mahr Vehl, que las haches intercaladas molan) sin explicación alguna, incomprensible. En todo caso, cuando vemos que los chicos se las apañan para entender una tecnología alienígena de lo más rudimentaria (flechas en agujeros para destrozar una absurda cerradura, ¿dónde queda la imaginación?) y atrancan al gran jefe malo en su propia cápsula de escape, asistimos nuevamente a lo maaaalo que es Gah Lak Tus, lo mucho que vamos a sufrir, etc, etc, etc. Aburrido, soso, poco emocionante y de imaginativo ya no hablemos. Tenían la oportunidad de presentarnos a la raza Kree de una manera impactante pero nos muestran esta bazofia, ya les vale.
Si al menos el dibujo de Tom Raney mereciera la pena, otro gallo cantaría. Pero no, resulta que sus Kree no pueden ser más ridículos, parecen tiburones andantes con extrañas formas en la cabeza y unas poses al andar que los hacen mariposones. Aparte, es incapaz de mostrarnos un ambiente decente dentro de la nave y se contenta con unos pasillos curvados con un par de adornos que apenas llaman la atención. Verdaderamente cutre, no se molesta en transmitirnos claustrofobia, la sensación de una especie alienígena interesante, nada de nada, hace un trabajo realmente pobre en este aspecto.
Por lo demás, ya conocéis el estilo de Raney, y aquí no realiza su mejor trabajo que digamos. Sorprende ese Thor tan poco impresionante que es capaz de hacer y ese Iron Man cuya armadura parece de plastilina. Su trabajo en esta miniserie solo nos lleva a pensar lo mucho que hemos perdido tras la ausencia de McNiven, una pena.
En definitiva, un final penoso y decepcionante, como en la mini anterior. Vamos bien, espero que Ellis sea capaz de darle a esta trilogía de miniseries con Gah Lak Tus a la cabeza el final que se merece. Dejadme que desconfíe de ello, JA. 4/10.
Por suerte, vuelve Millar para relatarnos en unos seriales que en USA fueron sacados dentro de las series Ultimate durante un par de meses. Panini tiene el acierto de juntarlos todos en un solo número para una mejor lectura, en el momento y la miniserie adecuada. Estos seriales recibieron el nombre de Ultimate Visión y va sobre eso, sobre el/la robot que se encarga de avisar a los planetas de la llegada de este ser sin escrúpulos y taaaan terrible, para que puedan estar preparados. Lo curioso es que este es, precisamente, el mejor número de todo este Special, por encima del Ultimate Nightmare y el Ultimate Secret, y es que Millar sabe cómo transmitirnos el peligro y la impotencia que significa la llegada de ese invencible ser. La Visión, además, queda introducida en el Universo Ultimate y descubrimos que aquel aspecto diseñado por Madureira tiene su sentido tras haber visto esa cosa roja que colgaba en el último número de Nightmare (la primera miniserie, número 3 de esta colección) y ahora, además, conocemos su origen.
El problema de todo es que, aunque el relato sea fantástico (en el mejor sentido de la palabra) y tenga alguna que otra escena acertadísima como aquella de Jean con Lobezno o la de Sue y Reed, aunque tenga a unas civilizaciones muy diferentes entre sí luchando por su supervivencia inutilmente, aunque esté muy bien escrito, es un arma de doble filo.
Con esto quiero decir que si Warren Ellis no utiliza bien las cartas que tiene sobre la mesa, fracasará estrepitosamente y hará que el concepto quede anecdótico y superficial, en un burdo intento de hacer sorprendente la llegada de ese ser tan misterioso y temible, o al menos tanto como nos lo quieren hacer creer. Porque Millar se digna en mostrarnos las civilizaciones muy adelantadas y preparadas, para que al final todo sea inutil, esto nos lleva a preguntarnos ¿cómo diablos podrá la Tierra defenderse de un monstruo así? Pues eso queda en manos de Ellis en su Ultimate Extinction (próximamente en los quiscos o librerías), si no es imaginativo ni capaz de hacer creíble la detención de la amenaza... Digamos que todo habrá sido en vano y absurdo.
En cuanto a John Romita Jr., no realiza aquí su mejor trabajo precisamente, porque me da a mí que lo hizo con prisas y casi sin ganas, este no es el Romita que pude ver en El Hombre sin Miedo o el Amazing Spiderman. Ni tan siquiera el de la primera saga de Pantera Negra, la de Hudlin, que ya es decir. No sé si también es por el entintado, pero eso no excusa la tosquedad del trazo ni la falta de detalles que muestra aquí este gran maestro. Aún asi, un JR JR flojo sigue siendo bastante bueno, y es que los extraterrestres que muestra son mucho más imaginativos e interesantes que los Kree de Raney, por ejemplo. Vamos, que sigue siendo lo suficientemente bueno como para transmitirnos todo lo que el guión debe transmitir, sigue siendo un mago de la narración. Qué ganas tengo de volver a verlo al 100% en cualquier colección, con Hanna de entintador a ser posible.
En definitiva, un buen relato que sirve de prólogo ante la inminente llegada de ese ser hambriento sin piedad. A ver si Ellis está a la altura. 8/10.
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