Reseñas MARZO/ABRIL/MAYO: MK Spiderman.

MK Spiderman #10.

Millar juega bien las cartas que tiene sobre la mesa. Si el número anterior ya era extraño, donde pudimos ver a Gargan explicando a Spiderman por qué los superhéroes tienen un tipo específico de villanos, emulando en cierto modo a Wanted, en este número tenemos a Peter obligado a actuar forzadamente. Y es que tiene que liberar a Osborn de su celda, si quiere que su tía May salga viva de esta.
Hay varios puntos de interés en el cómic, empezando por los diálogos entre Spiderman y la Gata Negra (divertida, comparando la pareja de la Viuda Negra y Daredevil con ellos mismos), que son fluídos y coherentes con los personajes, sobre todo en lo que se refiere a saltarse las leyes de vez en cuando, algo más propio de Felicia que del trepamuros, y así se lo hace ver.

También podemos decir que estamos ante un número vertiginoso, donde la gran huída carcelaria desemboca en algo muchísimo peor, no obstante, estamos hablando de Norman Osborn, que siempre tiene un plan sobre otro plan, aunque el cliffhanger deja con la boca abierta, primero por una burrada impactante que podría resultar interesante y luego por el imposible de algunos personajes que aparecen dentro de un conocido grupo de villanos que ahora aumenta su plantilla. Y es que cosillas como ver a Martillo o a Lápida al servicio del Duende Verde... pues cuesta de imaginar.
Por lo demás es un número muy bueno, la reacción de Mary Jane ante todo esto es la adecuada y hay pequeños detalles como la corrupción de los guardias en las cárceles (aunque no es para menos, teniendo en cuenta lo que le hace Hanni... digooo Norman, a uno de ellos) que dan cierto aire de ambigüedad al asunto. Cabe mencionar el buen trato de Millar con este villano, logra hacerlo impredecible, sin escrúpulos y manipulador.

Seguimos con los Dodson de dibujantes, que aquí recuperan el pulso tras algún que otro número de la saga anterior bastante flojos y logran un buen trabajo, consiguiendo el ambiente necesario de la cárcel con luces y sombras y resultando realmente espectacular en la huida, con ese Spiderman por el agua y la splash-page con los villanos reunidos. Muy buen dibujo, los enfoques están logrados, es vertiginoso, caracteriza bien a los personajes (aunque todas las mujeres les salga pechugonas), falla en alguna que otra expresión facial pero no es nada grave... No hay queja alguna.

En definitiva, estamos en la recta final, ahora solo queda que Millar le dé a la serie el clímax que se merece, pues este final tan impredecible me da muy buena espina. 8/10.

MK Spiderman #11.

Después del comprometido y peligroso desenlace del número anterior, tenemos a Peter en una situación bastante peliaguda, donde tiene que hacer frente, nada más y nada menos, que a los Doce Siniestros. Como ya dije en la reseña del mes pasado, lo peor de este concepto ha sido el mal trato que le ha dado Millar, en el sentido de que si metes a ciertos villanos, al menos moléstate en explicar por qué están allí y por qué les interesa. Me explico, es obvio que todos tienen tirria al trepamuros y quieren hacer lo imposible para matarle, hasta ahí bien. Pero es que hay gente como Cabeza de Martillo que cuesta verla ahí, al mando de otros, así como Lápida, personajes demasiado orgullosos como para codearse con otros de mayor ambición, antes se tirarían al cuello entre ellos que cooperar juntos sin más. En todo caso, este no es el principal problema del concepto, se puede perdonar, lo que resulta una aunténtica decepción es lo mucho que se desaprovechan estos Doce Siniestros, no son más que muñecos que se lanzan con el trepamuros y poco más, la sensación de gran batalla está ausente y se resuelve enseguida, resultando enormemente decepcionante. Y más teniendo en cuenta lo que supo hacer el guionista con el Buitre o Elektro en números anteriores, con unas peleas brutales, dignas de ser llevadas a la gran pantalla.

La verdad es que, para hacer esto con estos Doce, casi prefiero que no hubiese hecho nada, porque hasta la resolución es facilona, aunque coherente al menos. Eso sí, este número no solo falla con el grupo de villanos, sino que también tenemos oootra vez a Veneno en danza, aunque sea Gargan el propietario, parece que Millar tiene un villano favorito en la plantilla de Spiderman y se niega a dejar de emplearlo para otra batalla más que sabe muy a poco. Y es que por mucho que sea un nuevo propietario del simbionte, pienso que me habría resultado mil veces más interesante una pelea contra el renovado (por lo que se pudo ver) Escorpión que contra otro tipo que hace de Veneno tras ese aspecto a lo "Kiss" que le dan los Dodson. Lo dicho, una pelea aburrida que no dice nada y deja un sentimiento de "dejá vu" muy extraño, como si ya lo hubieses leído antes en pocos números anteriores con el dibujo de Frank Cho.

Pero bueno, tampoco es que todo sea malo en este número (aunque la decepción no me la quita nadie, eh), esos Doce Siniestros sirven al menos para ver a Peter en las últimas, totalmente impotente ante la situación y tratando de salvarse en una muerte segura que, según podemos ver en sus pensamientos, tenía que llegar tarde o temprano. También está el cliffhanger final, que se dedica a homenajear uno de los números más famosos de la historia de Spiderman, aparte de que resulta coherente que Norman pretenda repetir de nuevo aquella escena en el puente que tanto afectó al bueno de Peter.
Lo que sí resulta una mala jugada por parte del guionista es la escapada de Octopus justo a final de número. Pfff... ¿cómo se le ocurre mostrarla en ese momento? ¡¡Más previsible imposible!! Ahora cualquiera puede saber cómo se salvará el trepamuros en el número final de saga, con la llegada de un nuevo secundario ¿inesperado? Muy mal, muy mal...

Por lo demás, los Dodson cumplen con su trabajo, aunque no sea el mejor que han hecho en la serie, que ya podrían, tratándose del clímax final y teniendo a su disposición esa plantilla de villanos contra Spiderman y la Gata Negra. Pero ojo, sigue siendo un buen trabajo y resulta dinámico y espectacular. Es más, hay splash-pages que son dignas de poner de poster en tu habitación, como la llegada de Spiderman al puente o el rescate de los héroes.

Es decir, menos mal que al menos el dibujo cumple este mes, porque en cuanto a argumento no puede ser más decepcionante, si lo escribe otro guionista menos hábil que Millar (el cual sabe ser MUY entretenido) estaríamos echando pestes. 5/10.

MK Spiderman #12.

Y llegamos al fin al desenlace. Pues bien, mis temores confirmados, tenemos una batalla bastante anodina donde hace acto de presencia, oh sorpresa, el inefable Doctor Octopus, que llega en un proverbial justo a tiempo para deshacer y destrozar los planes de un Norman Osborn que se queda con las ganas de lanzar a Mary Jane por el puente. De hecho, es la propia MJ quien acaba, en un pequeño accidente armamentístico, cayendo por sí misma. No pude evitar, mientras leía este número, quedarme asombrado ante el nulo tratamiento de un Octavius que no pude reconocer (ni tan siquiera por el aspecto jovial y musculoso que le proporciona Dodson) y que parecía tener un lavado de cerebro que... bueno, sirve de excusa para cerrar la batalla con un elemento poco inesperado. En fin... la palabra vuelve a ser decepción, veo a Millar capaz de mucho más y la verdad es que en algunos momentos más que repetirse la historia de la muerte de Gwen, estaba ante una escena que ya he visto miles de veces, aquella donde Peter rescataba a la chica sin partirle el cuello con la inercia y la red.

Por suerte, no es mal número a pesar de todo, porque aparte de que el combate es vertiginoso, Millar sabe resolver la papeleta con el emocionante rescate de tia May, donde vemos a un Peter entregado, profanando una tumba, totalmente desesperado. Esta escena y el diálogo final entre éstos es una gozada, el guionista consigue que May sea un personaje MUY importante para la vida del trepamuros y hay algunas frases de diálogo que son realmente ingeniosas, como aquella donde May dice: -"Mary Jane dijo que cada un par de años dices que vas a dejarlo, pero acabas recuperando el juicio".
Aparte, hay una página final un tanto desconcertante, donde pueden verse unos extractos de una carta que Norman envía a Peter. Lo que hay escrito está abierto a muchas interpretaciones y dota a este villano de una locura y complejidad mental sin desperdicio.
También cabe mencionar algunas escenas finales donde Millar resuelve ciertas subtramas que ha ido soltando a lo largo de su estancia en la serie, como la del traje de Gargan, la situación del susodicho (cuesta mucho de creer que hayan tantos villanos que escondan el secreto de Peter, la verdad), una pequeña pero maravillosa escena con Felicia Hardy y el mayor error de Millar en la serie: El engaño de Jameson sobre la identidad de Spiderman.

Los Dodson realizan aquí un buen trabajo, correcto a pesar de no estar a la altura de los primeros números. Sin embargo, sigue siendo igualmente genial, ya sea por esos enfoques cinematográficos tan acertados (la vista del puente, la llegada de Octopus, May en la tumba, Peter feliz con ella en sus brazos, cuando ambos se alejan...) como por lo vertiginoso de la acción. En definitiva, aquí se salen y logran darnos unos buenos planos, algunos de lo mejorcito de la serie. Aunque cabría decir que otros no tanto, sigo diciendo que este dibujante no sabe hacer expresiones faciales destacables y en algunas ocasiones es demasiado tosco. Aún así, no concibo esta etapa de Millar sin este equipo creativo.

Pues eso, acabó Millar aquí y este número es una buena manera de describir su etapa: Repleta de acción y buenos momentos, pero también con sus fallos y vacía en ocasiones. Es decir, esperaba más, aunque el resultado final sea correcto. 6/10.

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