Es un honor para mí poder escribir en este blog, y más aún encargarme de una sección como De la Viñeta al Celuloide, que sigue la estela de su predecesora Cómics de Cine. Como presentación de la sección, ¿qué mejor que empezar planteando de qué formas puede llevarse un cómic a la gran pantalla?
Está más que claro que las productoras de cine han encontrado una importante fuente de ingresos en el negocio de las adaptaciones, y puede decirse que la nueva oleada que continúa actualmente comenzó con la primera parte de Blade. A partir de su estreno, muchos han sido los cómics que han dado el salto al cine y más aún los que están en proyecto, originando multitud de películas que han dado resultados de lo más variado. Personalmente, creo que en este panorama podemos distinguir entre dos fórmulas de éxito que, si bien son completamente diferentes, ambas disfrutan de una buena acogida por parte de público y crítica.
En el primer grupo tendríamos las adaptaciones en el sentido literal de la palabra: todas aquellas películas que a partir de un cómic desarrollan su propia historia con semejanzas y diferencias respecto al original. Ejemplos de este grupo serían los X-Men de Bryan Singer, que influenciaron en muchos aspectos de los cómics posteriores a su estreno como en los uniformes de los personajes; o Spider-man de Sam Raimi, que cambia ciertos aspectos del origen del trepamuros sin deshacerse en ningún momento del carácter mítico de la historia de nuestro amistoso vecino arácnido. Para demostrar que una buena adaptación no tiene por qué ser exactamente igual que el cómic original tenemos la que posiblemente sea la mejor película basada en un cómic hasta la fecha: El Caballero Oscuro, que aporta un enfoque realista al modo de tratar a los superhéroes en el cine.
En cuanto al segundo grupo, a él pertenecen aquellas películas que prácticamente son calcos plano por plano del cómic original, que suele ser una novela gráfica concreta que facilita la adaptación al no tratarse de un personaje con años de continuidad a sus espaldas. Aquí encontraríamos buenos filmes como Sin City de Robert Rodríguez y Frank Miller, que refleja a la perfección la atmósfera negra del cómic original; y la celebrada 300, que muestra la batalla de las Termópilas con el peculiar estilo visual del debutante Zack Snyder, quien ya ha sido calificado como visionario.
Hablando de Zack Snyder, este director es el encargado de llevar al cine otra película que podría o no incluirse en este segundo grupo: ni más ni menos que Watchmen. Aunque ya han aparecido dos tráilers, la complejidad del cómic original y su densidad convierten a esta película en una de las más esperadas del próximo año, puesto que a la intriga de conocer el resultado final se le suman las ganas de ver cómo Snyder desarrolla la estética y poderío visual que mostró en 300.
En definitiva, son muchos los proyectos cinematográficos inspirados en cómics y poco a poco los iremos comentando por esta sección, pero creo que antes era necesario plantear cómo debe ser una buena adaptación: ¿exactamente igual que el original, con notables diferencias que apoten una nueva versión de la conocida historia o una mezcla de ambas tendencias?
Está más que claro que las productoras de cine han encontrado una importante fuente de ingresos en el negocio de las adaptaciones, y puede decirse que la nueva oleada que continúa actualmente comenzó con la primera parte de Blade. A partir de su estreno, muchos han sido los cómics que han dado el salto al cine y más aún los que están en proyecto, originando multitud de películas que han dado resultados de lo más variado. Personalmente, creo que en este panorama podemos distinguir entre dos fórmulas de éxito que, si bien son completamente diferentes, ambas disfrutan de una buena acogida por parte de público y crítica.
En el primer grupo tendríamos las adaptaciones en el sentido literal de la palabra: todas aquellas películas que a partir de un cómic desarrollan su propia historia con semejanzas y diferencias respecto al original. Ejemplos de este grupo serían los X-Men de Bryan Singer, que influenciaron en muchos aspectos de los cómics posteriores a su estreno como en los uniformes de los personajes; o Spider-man de Sam Raimi, que cambia ciertos aspectos del origen del trepamuros sin deshacerse en ningún momento del carácter mítico de la historia de nuestro amistoso vecino arácnido. Para demostrar que una buena adaptación no tiene por qué ser exactamente igual que el cómic original tenemos la que posiblemente sea la mejor película basada en un cómic hasta la fecha: El Caballero Oscuro, que aporta un enfoque realista al modo de tratar a los superhéroes en el cine.
En cuanto al segundo grupo, a él pertenecen aquellas películas que prácticamente son calcos plano por plano del cómic original, que suele ser una novela gráfica concreta que facilita la adaptación al no tratarse de un personaje con años de continuidad a sus espaldas. Aquí encontraríamos buenos filmes como Sin City de Robert Rodríguez y Frank Miller, que refleja a la perfección la atmósfera negra del cómic original; y la celebrada 300, que muestra la batalla de las Termópilas con el peculiar estilo visual del debutante Zack Snyder, quien ya ha sido calificado como visionario.
Hablando de Zack Snyder, este director es el encargado de llevar al cine otra película que podría o no incluirse en este segundo grupo: ni más ni menos que Watchmen. Aunque ya han aparecido dos tráilers, la complejidad del cómic original y su densidad convierten a esta película en una de las más esperadas del próximo año, puesto que a la intriga de conocer el resultado final se le suman las ganas de ver cómo Snyder desarrolla la estética y poderío visual que mostró en 300.
En definitiva, son muchos los proyectos cinematográficos inspirados en cómics y poco a poco los iremos comentando por esta sección, pero creo que antes era necesario plantear cómo debe ser una buena adaptación: ¿exactamente igual que el original, con notables diferencias que apoten una nueva versión de la conocida historia o una mezcla de ambas tendencias?
4 comentarios:
Una buena división. Veremos lo que da de sí la adaptación de Watchmen. Considerando lo chungo que les estará resultando, será mejor ser tolerantes... Bah, ¿para qué nos vamos a engañar? El frikerío la va a poner a caldo!
Personalmente, no creo que la actual hornada de pelis basadas en cómics en general y en cómics de superhéroes en particular se deba a Blade, si no a X-men.
Blade podría citarse como una precursora de esta, o como la húltima de la hornada iniciada con el Batman de Tim Burton (a fin de cuentas, Batman & Robin salió en 1997, solo un año antes que Blade).
Por mucho éxito que tuviera Balde, no supuso una revolución como sí lo supuso el filme de Singer, que no solo condicionó la forma de ver las pelis de superhéroes posteriores, más realista (ejem) y adulta que lo visto hasta entonces, si no que me atrevo a decir que, de no haberse hecho o haber fracasado, se habría llevado por delante Spiderman, Hulk, Batman Begins y todas las demás adaptaciones y traslaciones vistas desde entonces.
En primer lugar, Bienvenido mi joven padawan, ahora pasemos al tema en cuestión.
Tienes toda la razon del mundo catagorizando de esta manera las adaptaciones, y lo cierto es que ninguna es perfecta. En la primera manera puede haber cosas que sean tan tan tan distintas al original que llegan a ser insultantes como que el padre de Banner haya experimentado con el cuando era niño o que el hombre de arena sea el asesino de Tio Ben, mira que el personaje en si era lo mejor de la peli, pero ese detalle fue para pegarles.
Tambien me molesta mucho que cuando hay una peli, los comics cambien como las telarañas organicas o la separacion de Peter y MJ provocada x la primera peli.
Por otro lado las peliculas calcadas plano por plano a veces llegan a ser un poco pesadas y 300 no es asi no se si decir por desgracia puesto que meten algunas cosas geniales como la mujer de Leonidas con mas protagonismo y cosas infinitamente peores que joden la pelicula como monstruos sin sentido.
Buen articulo my friend
Merrick: Creo que los fans están tan ansiosos de ver el resultado de la película como de empezar a criticarla.
Ricky: Me parece que Blade supuso el inicio del cambio entre películas del tipo "Batman y Robin" y la nueva oleada que aún continúa, si bien es cierto lo que dices que sin el rotundo éxito de los X-men de Singer el resto de proyectos no se habría realizado.
Oneyros: Pues sí, ya es muy habitual que las adaptaciones de éxito influyan en los cómics con cambios como los que mencionas.
¡Gracias por comentar!
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