Reseñas NOVIEMBRE presents: Capitán Britania de Alan Moore.

Al fin un Best of Marvel bien aprovechado, aparte de la recopilación de la etapa de Straczinski en Amazing Spider-man, claro.
Y es que no podrían haberlo sacado en un momento más oportuno, justamente cuando el villano principal que tenemos aquí hace su segunda aparición en Uncanny X-men, de la mano de su creador gráfico Alan Davis.

Debe sonar a sueño, utopía y demás, imaginarse a uno de los mejores dibujantes del medio junto a uno de los mejores guionistas que han existido nunca en el panorama comiquero. Para colmo, ambos en Marvel. Sin embargo, no hay que descorchar el champán tan rápido, que este es uno de los primeros trabajos de ambos artistas, aun sin haber desarrollado sus mayores virtudes hasta los límites en los que se consagran. Aunque... cabría decir que precisamente por esta razón, hay un dinamismo y unas ganas en estas páginas, propias de gente que se divierte, propias de esforzarse por entretener, de ofrecer algo, de superarse a sí mismos. Quizá por todo esto puede que estemos ante ese tomo que dan ganas de releer una y otra, y otra, y otra vez, solo porque es terriblemente adictivo y entretenido. ¿Y esa no es la mejor de las virtudes que pueda tener un cómic? Ya lo creo.

Antes de continuar, cabría decir que lo recopilado en este Best of Marvel son los números que cuentan la saga de Jaspers, unos seriales de varias colecciones provenientes del difunto sello de Marvel UK, un proyecto que dio a conocer a muchos artistas ingleses que han dado mucho de sí, en especial guionistas. El caso es que en este tomo no tenemos los números de Dave Thorpe y Alan Davis, que son supuestamente los primeros de la saga, de hecho la historia comienza y da la impresión de que estamos leyendo algo por la mitad y hay algo de eso, lamentablemente. ¿Esto es algo negativo? Pues en verdad no, habiendo leído un servidor dichos números en la antigua edición de Forum, puedo afirmar sin temor a equivocarme que nadie se pierde nada (aunque tampoco habría estado de más incluirlas), son historias un tanto aburridas y se pierden demasiado en la cultura inglesa, concretamente extrayendo elementos de la literatura popular.

Alan Moore empieza su recorrido dentro de la colección de un modo ingenioso, puede que las primeras viñetas e historias puedan resultar un tanto confusas y tediosas, por la molesta sensación de perderse algo, pero el guionista tendrá la suficiente destreza de explicar qué ha pasado hasta el momento en tres viñetas y conduce la historia por donde quiere, por donde acaba llevándola, por un camino plagado de amenazas aparentemente invencibles, momentos inquietantes más allá de la vida y la muerte, dioses, alienígenas que se creen ídem, un superhéroe que parece vencido, un mundo al borde del holocausto más absoluto, el futuro abierto y anunciando un desastre que ya se produjo en otra dimensión, que amenaza a repetirse en nuestro mundo. Sencillamente genial, cuando arranca es que es imposible despegarse del libro y quien avisa no es traidor.

La narrativa del guionista es de órdago, muy bien entendida por el dibujante, que se arriesga con estructuras de página bastante experimentales. Pero lo mejor es que ningún bocadillo resulta aburrido, ningún texto de apoyo, nada. Y mira que estamos ante algo que cunde bastante, pasan muchísimas cosas por página y el ritmo puede decirse que es vertiginoso pero natural, es algo difícil (por no decir imposible) de ver actualmente.
Aparte, los personajes están muy bien tratados, desde ese Capitán Britania que parece inflexible, que es un héroe a la vieja usanza pero con defectos propios de cualquier persona. Los secundarios, el mundo en el que se mueve, no tiene límites. Desde el equipo proveniente de otra dimensión para defender a la MUY ambigua Saturnina (Wardog y sus secuaces) hasta su hermana Betsy (vieja conocida de los mutantes, la difunta Mariposa Mental) y los componentes del equipo psíquico de la versión SHIELD inglesa: S.T.R.I.K.E.
Los villanos tampoco desmerecen en absoluto y destaca la Furia, una extraña masa imparable que poco tiene que ver con la versión mostrada por Claremont en Uncanny X-men, este año en el Reload.

Es curioso ver como algunos de los elementos mostrados en las mejores obras de Moore podemos verlos en este tomo, cosas tan llamativas como el campo de concentración para superhéroes, con esos carteles que recuerdan terriblemente a V de Vendetta. Detalles como la orden de detención y clausura de superhéroes, hace que Watchmen te venga a la memoria. Cierta resurrección del protagonista, el modo en que Merlín lo rehace psicológicamente, en algunos casos es parecido a lo que podemos ver en algún tomo de Swamp Thing, del mismo guionista. Es como si aquí diera muestras de sus ideas, todavía sin desarrollar del todo, pero ahí están, esperando a ser retomadas y desarrolladas.

¿Y Alan Davis? Aquí comienza y realiza uno de sus primeros trabajos, eso se nota bastante, por desgracia. Puede que no tenga el nivel que nos ofrece ahora, pero no hay duda de que se atreve a todo, de que tiene ganas y se esfuerza. En este tomo hay secuencias que se quedan grabadas en la retina por ciertos enfoques arriesgados, hay una gran distribución de viñetas, la acción es brutal, las conversaciones relajadas (como deben ser), una gran expresividad, una narración bestial, un dinamismo sorprendente... En fin, que se porta, que realiza un gran trabajo, aun sin estar a la altura de los que realiza actualmente (puede que esto sea discutible) o, por ejemplo, el que mostró en obras como Clandestine y Excalibur, donde se le ve mucho más elegante y esterilizado.

En definitiva, estamos ante un gran tomo, un gran cómic. No es lo mejor de ambos autores pero está a años luz de muchísimas de las obras que nos ofrecen actualmente. Y es que cuando los que crean una obra se divierten haciéndolo, los resultados se hacen notar, invita a la relectura y es agradable de leer, por no decir que es uno de los mejores y más imaginativos cómics de superhéroes que se puedan encontrar. Imprescindible. 10/10.

No hay comentarios:

  ©Layout por Presidente Blog.

TOPO