-New X-Men Academia-X #04.
Continúa esta serie, una de las mejores que pueden encontrarse actualmente por el acertadísimo enfoque y trato de personajes, al más puro estilo juvenil, concentrándose más en los personajes que en el género superheróico. Tan acertado que, incluso, los nostálgicos se sienten muy cómodos leyéndola, al recordarles a la difunta Nuevos Mutantes, cabecera que recuperaron para los primeros números donde salían los personajes que tenemos en esta colección.
Ahora que están bastante desarrollados, las cosas empiezan a centrarse en los grupos, pero lo mejor es que no hay grupo bueno, ni grupo malo.
De hecho, es lo que hemos podido ver en la saga que acaba de terminar, la de Elegir Bando, que tiene seis números y es la primera vez que tengo la sensación que son los debe tener, porque ni la trama está alargada ni nada de nada, ha tenido un buen ritmo y desarrollo.
A esto sumémosle lo interesantes que resultan los personajes, la ambigüedad que hay entre ellos. Los Infernales de Emma Frost parecían ser los "malos" y los Nuevos Mutantes de Moonstar los "buenos", pero al final resulta que todo son tonos de grises y solo se ven adolescentes que creen hacer lo correcto, unos que se ven arrastrados por otros más ambiciosos, algunos inseguros, otros que no están de acuerdo con el resto del equipo... En resumen: Personas.
Ha sido una buena saga, que ha tenido interés por todas partes, ya sea por las relaciones personales como por el juicio de Kevin. Da gusto ver como algunos cambian de bando por sus propios intereses o porque se sienten más a gusto con gente más afín.
Un gran tratamiento de la escuela de mutantes de Charles Xavier.
Y entonces comienza la saga Encantada, ahora que los bandos están aclarados empiezan a pasar cosas muy raras dentro de la escuela, podrían achacarse a espíritus o seres sobrenaturales, pero habiendo poderes telekinéticos y mutantes por medio, es una teoría para desestimar enseguida y analizar, habrá que ver quién está detrás de esos casos tan extraños. Porque, aunque se vea un poco al final, no está muy claro.
A destacar el hecho de que el primer número parezca casi de presentación, al fin y al cabo asistimos a la visita de la hermana pequeña de David y recibe un pequeño tour por la escuela, donde le explican las clases que reciben y el entrenamiento en la Sala del Peligro.
Aparte, se siguen profundizando en personajes, el pasado de Sam Guthrie (qué buen partido le están sacando a un personaje creado por Austen, parece mentira), los padres de Nori, la relación entre Kevin y Phoebe... En fin, como siempre en esta serie.
Michael Ryan se ha convertido en el dibujante regular de la serie, algo que necesitaba urgentemente, ante la gran cantidad de autores que han pasado por aquí para ilustrarla, haciendo que el apartado artístico quede muy pobre.
Este dibujante se esfuerza en estos números y se le ve más que adecuado, sabe dibujar bastante bien a los jóvenes y tiene interés por el detalle, hay fondos donde se ve la escuela en todo su esplendor. Además, en la acción no está nada mal y en los momentos íntimos tampoco. Ojalá dure mucho tiempo aquí.
Poniéndome quisquilloso, lo único negativo que puedo sacarle es que hasta sus adultos parecen jóvenes, no se distinguen. Y las expresiones faciales y corporales, que resultan un tanto extrañas o forzadas en ocasiones. Aún así, nada grave.
Si no sigues esta serie y te gustan los mutantes, no sé a qué esperas para hacerte con ella. ¡Es genial! 8,5/10.
-Mística #11.
Esta colección regular está llegando a su fin, y eso se nota.
Aún así, en este segundo número de la última saga: Quietud, tenemos de invitado especial a Phantomex, visto ya en el anterior. Al guionista le ha parecido divertido relacionar al personaje con Mística en el pasado por algún motivo inexplicado y, para alargar trama, ha obligado a la mutante metamorfa ha realizar una pequeña misión sin mucho interés aunque con algún que otro detalle divertido (el botín robado, por ejemplo).
El final de la relación entre éstos es lo que deja mucho que desear, al menos en mi opinión.
Por suerte, al final las cosas empiezan a precipitarse y el status quo del personaje empieza a venirse abajo, y es que lo bueno de McKeever es que sabe perfectamente cómo tratar a Mística, porque Vaughan la hacía demasiado light, parecía haber olvidado que siempre había sido una asesina poco escrupulosa, de esas que opinan que el fin justifica los medios.
Ahora ella no está de parte de nadie, el Gobierno la ha encontrado al fin y le ha dado caza, ya no cuenta con la defensa de Xavier y el Hombre Tranquilo tiene más posibilidades de tenerla bajo su mando. Es todo esto lo que hace que la trama cobre mayor interés.
Aparte, Shepard sigue cautivo y... digamos que no sabe en quien confiar.
Manuel García es un buen dibujante, tiene un toque clásico bastante espectacular y dinámico, con muy buenos enfoques, bastante cinematográficos. Creo que tiene que cuidar un poco el detalle de las sombras, que a veces están muy inadecuadas, pero supongo que es su estilo.
Lo peor es el colorista que le acompaña, parece salido de los inicios del color por ordenador, lo hace fatal, sin aportar volumen ni ambiente. Con decir que hace que la luna parezca un foco de luz directo... Para llamarse Digital Rainbow, pocos colores del arco iris aprovecha.
No hay mucho más que añadir, salvo que el tratamiento de Mística es perfecto, que el Hombre Tranquilo tiene mucho que revelar aún y un cliffhanger que deja con ganas de más. A ver qué tal está el desenlace. 7/10.
Continúa esta serie, una de las mejores que pueden encontrarse actualmente por el acertadísimo enfoque y trato de personajes, al más puro estilo juvenil, concentrándose más en los personajes que en el género superheróico. Tan acertado que, incluso, los nostálgicos se sienten muy cómodos leyéndola, al recordarles a la difunta Nuevos Mutantes, cabecera que recuperaron para los primeros números donde salían los personajes que tenemos en esta colección.
Ahora que están bastante desarrollados, las cosas empiezan a centrarse en los grupos, pero lo mejor es que no hay grupo bueno, ni grupo malo.
De hecho, es lo que hemos podido ver en la saga que acaba de terminar, la de Elegir Bando, que tiene seis números y es la primera vez que tengo la sensación que son los debe tener, porque ni la trama está alargada ni nada de nada, ha tenido un buen ritmo y desarrollo.
A esto sumémosle lo interesantes que resultan los personajes, la ambigüedad que hay entre ellos. Los Infernales de Emma Frost parecían ser los "malos" y los Nuevos Mutantes de Moonstar los "buenos", pero al final resulta que todo son tonos de grises y solo se ven adolescentes que creen hacer lo correcto, unos que se ven arrastrados por otros más ambiciosos, algunos inseguros, otros que no están de acuerdo con el resto del equipo... En resumen: Personas.
Ha sido una buena saga, que ha tenido interés por todas partes, ya sea por las relaciones personales como por el juicio de Kevin. Da gusto ver como algunos cambian de bando por sus propios intereses o porque se sienten más a gusto con gente más afín.
Un gran tratamiento de la escuela de mutantes de Charles Xavier.
Y entonces comienza la saga Encantada, ahora que los bandos están aclarados empiezan a pasar cosas muy raras dentro de la escuela, podrían achacarse a espíritus o seres sobrenaturales, pero habiendo poderes telekinéticos y mutantes por medio, es una teoría para desestimar enseguida y analizar, habrá que ver quién está detrás de esos casos tan extraños. Porque, aunque se vea un poco al final, no está muy claro.
A destacar el hecho de que el primer número parezca casi de presentación, al fin y al cabo asistimos a la visita de la hermana pequeña de David y recibe un pequeño tour por la escuela, donde le explican las clases que reciben y el entrenamiento en la Sala del Peligro.
Aparte, se siguen profundizando en personajes, el pasado de Sam Guthrie (qué buen partido le están sacando a un personaje creado por Austen, parece mentira), los padres de Nori, la relación entre Kevin y Phoebe... En fin, como siempre en esta serie.
Michael Ryan se ha convertido en el dibujante regular de la serie, algo que necesitaba urgentemente, ante la gran cantidad de autores que han pasado por aquí para ilustrarla, haciendo que el apartado artístico quede muy pobre.
Este dibujante se esfuerza en estos números y se le ve más que adecuado, sabe dibujar bastante bien a los jóvenes y tiene interés por el detalle, hay fondos donde se ve la escuela en todo su esplendor. Además, en la acción no está nada mal y en los momentos íntimos tampoco. Ojalá dure mucho tiempo aquí.
Poniéndome quisquilloso, lo único negativo que puedo sacarle es que hasta sus adultos parecen jóvenes, no se distinguen. Y las expresiones faciales y corporales, que resultan un tanto extrañas o forzadas en ocasiones. Aún así, nada grave.
Si no sigues esta serie y te gustan los mutantes, no sé a qué esperas para hacerte con ella. ¡Es genial! 8,5/10.
-Mística #11.
Esta colección regular está llegando a su fin, y eso se nota.
Aún así, en este segundo número de la última saga: Quietud, tenemos de invitado especial a Phantomex, visto ya en el anterior. Al guionista le ha parecido divertido relacionar al personaje con Mística en el pasado por algún motivo inexplicado y, para alargar trama, ha obligado a la mutante metamorfa ha realizar una pequeña misión sin mucho interés aunque con algún que otro detalle divertido (el botín robado, por ejemplo).
El final de la relación entre éstos es lo que deja mucho que desear, al menos en mi opinión.
Por suerte, al final las cosas empiezan a precipitarse y el status quo del personaje empieza a venirse abajo, y es que lo bueno de McKeever es que sabe perfectamente cómo tratar a Mística, porque Vaughan la hacía demasiado light, parecía haber olvidado que siempre había sido una asesina poco escrupulosa, de esas que opinan que el fin justifica los medios.
Ahora ella no está de parte de nadie, el Gobierno la ha encontrado al fin y le ha dado caza, ya no cuenta con la defensa de Xavier y el Hombre Tranquilo tiene más posibilidades de tenerla bajo su mando. Es todo esto lo que hace que la trama cobre mayor interés.
Aparte, Shepard sigue cautivo y... digamos que no sabe en quien confiar.
Manuel García es un buen dibujante, tiene un toque clásico bastante espectacular y dinámico, con muy buenos enfoques, bastante cinematográficos. Creo que tiene que cuidar un poco el detalle de las sombras, que a veces están muy inadecuadas, pero supongo que es su estilo.
Lo peor es el colorista que le acompaña, parece salido de los inicios del color por ordenador, lo hace fatal, sin aportar volumen ni ambiente. Con decir que hace que la luna parezca un foco de luz directo... Para llamarse Digital Rainbow, pocos colores del arco iris aprovecha.
No hay mucho más que añadir, salvo que el tratamiento de Mística es perfecto, que el Hombre Tranquilo tiene mucho que revelar aún y un cliffhanger que deja con ganas de más. A ver qué tal está el desenlace. 7/10.
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