¿Que paso con... James Robinson?

Comenzamos una nueva sección de cadencia completamente aleatoria en la que nos preguntaremos por el paradero de autores que, sin motivo alguno, han desaparecido completamente del panorama actual. Si teneis alguna información de su paradero tras los ultimos hechos narrados en las humildes biografías que os incluimos, no dudeis en contarla. Para comenzar, he elegido a James Robinson puesto que me parece un caso que no deja de ser curioso debido a que, no hace tanto, era un guionista verdaderamente de moda que, ademas, se ganó el respeto de la crítica con trabajos como su obra seminal Starman.

James Robinson es un guionista británico que salto a una tibia fama en Estados Unidos gracias a su interesante miniserie sobre los superheroes de los años 40 de DC, The Golden Age (La Edad de Oro, Editorial Zinco) dibujada por Paul Smith. En esta obra ya se pudo ver que no era un guionista al uso, gustaba de derrumbar tópicos aunque no gozara de la originalidad desbordante de otros compatriotas como Alan Moore y Grant Morrison, estructuraba muy bien sus historias y tenía cosas que contar. Esta historia y su trabajo posterior en Starman, donde tambien escribia tangencialmente sobre superheroes de la era dorada de DC, le sirvió para sustituir, en la editorial, a Roy Thomas como especialista en ese tema.

La carrera de Robinson ha sido siempre muy errática y su prestigio como escritor de cálidad le sirvió para trabajar en las series mas importantes de las editoriales mas comerciales como Wildcats, para Image o los mutantes, para Marvel. Desgraciadamente, nunca ha sido un superventas por lo que sus etapas en casi todos los titulos en los que ha estado no fueron demasiado duraderas. No obstante, a mediados de los 90, comenzariá la obra que le daria el espaldarazo necesario a su carrera: Starman.

Starman estaba completamente ubicada en el universo DC pero en seguida se distinguía del resto de producción de la editorial. Con un protagonista atípico en su conseguido retrato como ser humano corriente y moliente, Robinson, junto a Tony Harris y otros autores, consiguió hacer un obra de culto por su mezcla de distintos ingredientes bastante dificiles de encontrar en los tebeos comerciales de esa epoca. Sirviendose de la estabilidad que da un titulo mensual, Robinson demostró una gran versatilidad estructurando las historias (como en la saga "Sins Of The Father", una de las mejores en mi opinión) y otros pequeños experimentos como la tradición de narrar el encuentro anual del protagonista con el fantasma de su hermano o la introducción de historias sobre los superheroes veteranos, como respiro entre una saga y otra, que en algunos casos servian de complemento a las historias protagonizadas por el titular de la serie. Sin ser un gran superventas, la serie no corría riesgo de ser cerrada y fue cancelada por expreso deseo de su principal creador, cuando llegó al punto de la historia en el que queria acabar.

Tambien realizó una obra de propia creación en la que volvió a colaborar con Paul Smith, Leave It To Chance (Planeta), dirigida a un publico de todas las edades y que le reportó tambien bastantes premios y alabanzas de la crítica.

Ejerciendo de experto en los superheroes de los 40, Robinson contribuyó a relanzar la Justice Society of America en su nuevo titulo JSA y sus ultimos trabajos en los tebeos fueron sobre estos personajes tanto en esta serie como en otras minis relacionadas. Por esta epoca, principios de esta decada, escribió el guión cinematográfico de la adaptación del tebeo de Alan Moore, La Liga de los Caballeros Extraordinarios casi como una despedida (muy poco honrosa, en mi opinión tras ver el resultado final) ya que, desde entonces, no se ha vuelto a conocer ningun trabajo suyo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De puta madre

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