¿Sabéis cómo llegan a la librería los cómics en los que nos dejamos tanto dinero? Cosas como la que se ven en la foto, además de hacernos ver que no somos los únicos que las sufrimos, son más comunes de lo que desearíamos. No es difícil saber como llegan las cajas llenas de cómics a tu librero, si le sonsacas un poco (de hecho, en los salones y similares hasta se puede asistir en directo para ver cómo se trata el merchandise de manga...): cajas con golpes, semiabiertas, con los cómics metidos casi a presión (¡donde caben 20 no caben 40!)... ¿Cuántas han sido las ocasiones en las que hemos tenido que buscar entre una pila de decenas de cómics para al final llegar a conseguir el único sin un sólo rasguño? Portadas completamente destrozadas, esquinas dobladas, lomos "mordidos" (de hecho esto último es ya marca de fábrica del tomo de Spidey desde la renumeración, todo un acierto de Panini para acercarla más al nuevo público, junto con el deshojamiento en los primeros números (los siguientes ya no los he comprobado). Así da gusto empezar colecciones (guiño guiño), etc. Es imposible no toparse con algo de esto en las visitas a la librería. Muchas han sido las ocasiones en las que incluso he salido de la tienda sin tal número de cuál colección porque no he encontrado ni un sólo ejemplar perfecto, o al menos en condiciones que me parezcan aceptables para el precio que pago (y es que hay que recordar que, una vez leídos, los cómics no se tiran...
Creo que es algo que deberíamos recordar más a las editoriales para que tomen cartas en el asunto). Porque el dinero que nos dejamos en cómics es muy importante, y al menos en mi caso, cada vez mayor, y exigimos, o debemos exigir un producto en perfectas condiciones. Y es que, pensad a lo grande: ¿Qué ocurre con formatos como el absolute, caros, y sin derecho a devolución? ¿Y si vienen defectuosos? Yo de momento no he visto ninguno con estos problemas, aunque sí en los tochacos de Norma-Wildstorm. Porque si ya muchos de los lectores nos fijamos en cada detalle de las grapas, imagináos este tipo de pegas de la que os hablaba en una edición de lujo... Pues podéis imaginaros a quién le toca pagar. Porque nuestros queridos libreros (más querido soy yo al menos para el mío que le debo de haber pagado el nuevo coche del hijo xDDD) ya no sólo se arriesgan a la bancarrota (en parte, con su culpa también en muchos de los cómics tal como están expuestos en las estanterías, pero sin duda con mucho más respeto por ellos) en época de novedades saloneras. Ahora es como el cupón, que puede tocarles cualquier día de la semana.
Pero por sino os parece suficiente riesgo, siempre podéis probar a encargar a vuestro libreros algo atrasado (con que sea del mes pasado os vale). No sé en las grandes ciudades, pero al menos aquí... Llegan que dan vergüenza. Y llaman a los cómics productos de lujo... ¡JA! A ver si de verdad empezamos a verlo.
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