Título: Orgullo y Alegría (partes 5 y 6 de 6)
Guionista: Brian K. Vaughan.
Dibujo: Adrian Alphona.
Estamos ante el final de la primera saga de esta colección. Sin duda ha sido toda una introducción, ha servido para implantar las bases del argumento en el cual van a girar los acontecimientos y a modo de presentación de personajes, los cuales sufren grandes cambios. Parece como una de esas películas de superhéroes que prometen mucho en la segunda saga, ya que no se tienen porque concentrar tanto en los personajes y en la situación, estándo ya creados.
Eso hace que me fije en cierto detalle que antes no había notado, realmente la colección es lenta, sucede de forma pausada, se toma su tiempo. No es algo que se sufra por el simple motivo de que estamos ante un formato que nos presenta dos números por mes, lo cual consigue que todo vaya mucho más deprisa. De todas maneras, esa lentitud no es aplastante, me explico, no es como el Lobezno de Rucka (donde el personaje se pasea de un lado para otro sin mediar palabra) sino que, simplemente, pasan cosas, pero de manera que parezca la vida simple, con situaciones que igual no son del todo necesarias para la trama inicial.
Lo mejor es que está todo bastante logrado, los comportamientos son muy coherentes. Sorprenden las reacciones y la capacidad de sorprender, pues no es fácil adivinar qué es lo que vendrá a continuación, hay detalles geniales y este número está repleto de ellos. Solo hay que ver la batalla entre los niños y sus padres, no es nada convencional y la relación entre éstos está muy lograda. Aparte, los personajes se han definido por completo, hasta llegar a tener sus nombres clave y un objetivo prefijado. Por otro lado, los padres se han revelado como los terribles villanos que son, dispuestos a todo pero doloridos por la situación, se ven obligados a ir contra sus propios hijos, el único detalle con el que se muestran compasivos.
Guionista: Brian K. Vaughan.
Dibujo: Adrian Alphona.
Estamos ante el final de la primera saga de esta colección. Sin duda ha sido toda una introducción, ha servido para implantar las bases del argumento en el cual van a girar los acontecimientos y a modo de presentación de personajes, los cuales sufren grandes cambios. Parece como una de esas películas de superhéroes que prometen mucho en la segunda saga, ya que no se tienen porque concentrar tanto en los personajes y en la situación, estándo ya creados.
Eso hace que me fije en cierto detalle que antes no había notado, realmente la colección es lenta, sucede de forma pausada, se toma su tiempo. No es algo que se sufra por el simple motivo de que estamos ante un formato que nos presenta dos números por mes, lo cual consigue que todo vaya mucho más deprisa. De todas maneras, esa lentitud no es aplastante, me explico, no es como el Lobezno de Rucka (donde el personaje se pasea de un lado para otro sin mediar palabra) sino que, simplemente, pasan cosas, pero de manera que parezca la vida simple, con situaciones que igual no son del todo necesarias para la trama inicial.
Lo mejor es que está todo bastante logrado, los comportamientos son muy coherentes. Sorprenden las reacciones y la capacidad de sorprender, pues no es fácil adivinar qué es lo que vendrá a continuación, hay detalles geniales y este número está repleto de ellos. Solo hay que ver la batalla entre los niños y sus padres, no es nada convencional y la relación entre éstos está muy lograda. Aparte, los personajes se han definido por completo, hasta llegar a tener sus nombres clave y un objetivo prefijado. Por otro lado, los padres se han revelado como los terribles villanos que son, dispuestos a todo pero doloridos por la situación, se ven obligados a ir contra sus propios hijos, el único detalle con el que se muestran compasivos.
Además, hay un giro en los acontecimientos bastante sorprendente, parece ser que no todos los componentes de Runaways son leales entre ellos, habrá uno que sacará tajada de la situación y no sabemos de quién se trata.
Alphona es magnífico, así de sencillo. Ha mejorado un montón y aunque ahora es menos fluido que antes, ha perfeccionado su dibujo de una manera sorprendente. Esas expresiones de los personajes no se ven todos los días, están muy logradas y la expresividad es muy digna, realmente manifiestan sorpresa, rabia, dolor... Sublime, en serio. Solo hay que ver a la niña pequeña gritando por su madre sobre la cama.
Aparte, también sabe cómo enfocar las situaciones, no escatima en detalles y su estilo de línea limpia es muy adecuado, logra crear volumen de una manera pasmosa, atención especial al bastón de la Hermana Grimm, es el mejor ejemplo. La verdad es que no tengo ni una sola queja con este dibujante, hasta es espectacular cuando debe serlo.
Ahora estamos con los dientes largos, con este final de saga, cabe esperar que la siguiente sea aun mejor. Y es que aunque no sea la obra maestra que todos dicen, (aun falta algún detalle emocionante de verdad) las cartas están dispuestas, veamos la primera jugada de Vaughan. 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario