De pequeño tenía una profesora en la escuela que me hacía hacer problemas de matemáticas, la cuestión no era resolver los problemas que ella plantaba, el objetivo era que nosotros planteáramos tanto el problema como la solución, recuerdo que una de la veces hice uno de esos problemas del que me sentí especialmente orgulloso y se lo mostré a ella, no recuerdo muy bien si le pareció bien o no, pero hubo una cosa que me corrigió y que por alguna razón, pese a tener en aquellos tiempos unos 7 años, aun recuerdo: “Has metido datos en el problema que no utilizas, todos los datos que metas en el problema deben ser usados para dar la solución a este”. Evidentemente, estas palabras no son exactas, pero el sentido de lo que quiso decir fue exactamente ese. No se si 20Th Century Boys será o no un manga perfecto (aquí en España solo han salido 8 tomos), pero lo que si es cierto es que hasta ahora parece que todos los datos encajan a la perfección.
Yo por regla general soy un lector de comic americano, tal vez por pereza y en parte por falta de dinero, así que pese a haber visto mucho anime, no he sido nunca un lector asiduo al manga. Pero desde hace un tiempo la cosa ha cambiado y tras aumentar sensiblemente mi nivel adquisitivo he empezado a probar todos esos manjares que dejé aparcados durante la dieta. Como ya digo, uno de esos manjares ha sido 20 Century Boys. El manga sorprende desde el primer tomo, sobre todo si eres como yo que cuando empecé la serie no conocía a su autor, Naoki Urasawa, del que tan solo conocía su anterior obra, Monster, de oídas, cosa a la que poco a poco estoy poniendo remedio.
Es fácil que cualquiera que haya sido niño (no todos han tenido la suerte de serlo cuando deberían) se sienta identificado con la historia que cuenta Urasawa, si bien la premisa parece sencilla los acontecimientos empiezan a sucederse de manera sorprendente a la vez que bien llevada. Los protagonistas son gente normal, (demasiado normal diría yo) sin demasiadas aspiraciones en la vida. Pero esto va a cambiar pronto, una serie de sucesos harán que empiecen a recordar aquellos juegos a los que jugaban de niños y aquellas aventuras en las que se metían imaginariamente de una manera tan inocente y que por inverosímil que parezca se están haciendo realidad. El protagonista Kenji, un músico frustrado que tiene que llevar, sin demasiado ilusión, una tienda 24 horas junto a su madre, a la vez que debe de cuidar de su pequeña sobrina Kanna, que su hermana ha dejado a su cuidado por razones que poco a poco iremos descubriendo, una niña que ya en sus primeras apariciones nos damos cuenta que no es una niña cualquiera. La historia avanza con una fluidez envidiable con algunos giros argumentales sorprendentes, con unos personajes muy bien definidos y con sorpresas a cada paso de página. El dibujo corre también a cargo de Urasawa donde hace un trabajo soberbio de caracterización y narrativa. No importa si no te gusta el manga, tampoco si nunca has leído un comic, si te gustan las cosas bien hechas y el misterio, 20th Century Boys no te defraudará.
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