"Malvado Malebolgia:
Desconozco si Leviathán se rie a mandíbula batiente tras ver el resultado final de todo lo que hiciste o creaste. Aquél que te dió lo que se podría decir... vida, para ser su mascota, su recadero, su perrito fiel en el octavo nivel de un Infierno que ha sido testigo de tu nacimiento, ascensión... y muerte. Pese a tu flaqueza física, potenciaste tus dotes manipuladoras, calculando cada pensamiento, cada emoción, de todo aquel humano o demonio que necesitase de tus..."pactos". Tu degenerada figura era signo de debilidad frente a otros demonios superiores, pero gracias a tus manipulaciones, a tus maquinaciones cual lord oscuro de los Sith, los derrotáste, incluyendo a tu creador: durante el festín en el Infierno, 3 días de sangre y dolor, cuando decidiste demostrar a tu creador que eras el dominante, el amo y señor del octavo nivel.
Desconozco si Leviathán se rie a mandíbula batiente tras ver el resultado final de todo lo que hiciste o creaste. Aquél que te dió lo que se podría decir... vida, para ser su mascota, su recadero, su perrito fiel en el octavo nivel de un Infierno que ha sido testigo de tu nacimiento, ascensión... y muerte. Pese a tu flaqueza física, potenciaste tus dotes manipuladoras, calculando cada pensamiento, cada emoción, de todo aquel humano o demonio que necesitase de tus..."pactos". Tu degenerada figura era signo de debilidad frente a otros demonios superiores, pero gracias a tus manipulaciones, a tus maquinaciones cual lord oscuro de los Sith, los derrotáste, incluyendo a tu creador: durante el festín en el Infierno, 3 días de sangre y dolor, cuando decidiste demostrar a tu creador que eras el dominante, el amo y señor del octavo nivel.
Sin embargo, el poder aburre, aparte de corromper, así que llegáste a la conclusión de que había que encontrar una diversión, algo que aportase sentido a tus dotes embaucatorias... y la encontraste. Cada siglo, visitabas la Tierra, y valiéndote de tus talentos, engañabas a ilusos e ingénuos, cumpliendo sus deseos... a tu manera. Cada siglo condenabas a un hombre o mujer, a convertirse en mero peón o esclavo tuyo, en un soldado de un ejército infernal que sueña con demoler el cielo a golpe de Hellspawns. Hacía tiempo que no encotraste nada interesante, hasta que Al murió, Al Simmons. Viste que podría ser el ideal por un motivo: vendió su alma por amor, cosa que nadíe en tus 70000 años de existencia, hizo. Simmons fue para tí la señal para desencadenar el Infierno en la Tierra, el Armageddon, un Infierno donde tu serías el poderoso, el señor de los demonios, recurriendo a lo que más se temía tanto en el Infierno como en el Cielo: URIZEN.
De todas maneras, no es bueno tener a los Spawns sueltos, así que metiste a uno de esos 5 apestosos, pestilentes, y malcriados hermanos Phleibac, VIOLATOR, para controlarlos, y conducirlos al lado de quien deben ir, o sea, al tuyo. Sin embargo, yo si fuera tú le vigilaría, porque todos éstos siglos se ha pasado amargado al ver que tu preferencia hacia la humanidad le hace sentirse... marginado. Le quistaste sus poderes, pero él los recuperó, con la ayuda de tu Spawn.
Finalmente, hiciste realidad una frase que te quedará grabada a fuego:"aquél que no aprende del pasado, está condenado a repetirlo". De la misma manera que acabaste con tu creador, Spawn acabó contigo. La creación superando a su inventor.
Esperando una invitación ahora que llega el invierno
Tío Han"
LA PRÓXIMA SEMANA...
BULLSEYE
DIRECTO EN LA DIANA, SEA O NO CIEGA.
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